POR MANUEL LÓPEZ FERNÁNDEZ, CRONISTA OFICIAL DE VILLANUEVA DEL ARZOBISPO (JAÉN)

El siglo del cólera

“El XIX está considerado como el “siglo del cólera” debido a la incidencia que esta enfermedad trasmisible tuvo a lo largo de toda la centuria, que en forma de grandes pandemias barrió continentes alcanzando a los más apartados núcleos de la población. El cólera es una infección por vía oral, con localización intestinal, que se manifiesta con gran diarrea. Ataca a personas de bajo nivel socio-económico, siendo especialmente sensibles los ancianos y personas desnutridas”. (Manuel Amezcua, III Jornadas de Estudios Histórico-Artísticos sobre las Cuatro Villas.1989)

La vida diaria en Villanueva en este año

Varios vecinos de Villacarrillo, Villanueva e Iznatoraf solicitan la corta de determinado número de pinos y rollizos para construir casas en ambas localidades.

Escasos son los recursos económicos del Ayuntamiento que debe varias pagas a los maestros de la escuela pública, y a Tomás Muñoz, enfermero, que cuida a varios enfermos en el Hospital de la Villa.

La muerte de Alfonso XII y la dimisión del Presidente del Gobierno, Cánovas, sustituido por Sagasta son los acontecimientos destacados a nivel nacional.

En nuestra localidad seguiremos las Actas Municipales de los Plenos para hacer un somero recorrido sobre el sufrimiento de la población y las medidas que se adoptaron por las autoridades para evitar la entrada a la villa de personas u objetos que pudiesen ser poseedores de esta enfermedad.

Preocupa el estado del cementerio, y solicitan desde el Gobierno Civil las condiciones higiénicas del mismo.

La primera noticia que se recoge en 1882 es de las prevenciones que se deben tomar por si apareciese el cólera morbo asiático, que tantos estragos estaba haciendo en Islas Filipinas, Canal de Suez y Mar Rojo. Dos años más tarde es su aparición en Francia, en las ciudades de Toulouse y Marsella, ha aparecido el cólera asiático y se toman las medidas necesarias para prevenir el desarrollo y su propagación.

Se prohíben las exequias de cuerpo presente en los templos. El féretro debe ser llevado desde el domicilio al cementerio sin pasar por la iglesia.

Preocupación por el Hospital de la localidad, ya que se encuentra en el mayor abandono, sin tener una habitación donde se pueda colocar una cama para los pobres enfermos de recursos, que acuden para curarse de sus enfermedades.

Se intenta cubrir las alcantarillas, que atraviesan la población y que son focos constantes de emanaciones deletéreas, que perjudican la salud pública en épocas normales. En caso que se invadiera esta población el cólera morbo, tenían que ocurrir infinidad de defunciones. El listado de personas pobres de solemnidad con derecho a asistencia facultativa gratuita pasa de doscientas, a esto debemos añadir el tránsito de pobres por nuestra localidad, a los que se ayuda con algunos alimentos. Es denegada la petición que realiza la Orden Trinitaria, recién llegada a la localidad para dar sepultura a los trinitarios en el santuario.

Los males a nivel regional se suceden y se realiza una suscripción nacional para ayudar a las provincias de Granada y Málaga por los terremotos ocurridos el 25 de diciembre de 1884 a las nueve de la noche, ocasionando numerosas víctimas en los diferentes pueblos. Tal vez llegase el terremoto a causar escasos destrozos en nuestra localidad, aunque fue llamado “El Terremoto de Andalucía”.

El hambre y la miseria golpean a las clases más desdichadas y son numerosos los niños llevados a la Casa Cuna de Úbeda.

En la renovación de la Junta de Beneficencia y Sanidad, quedan como máximos responsables, el primer teniente de alcalde, Pedro Álvarez Juncosa, Tomás Bueno Crespo, Francisco Matías Marco Lifante, José Yeste López y Juan Carrillo Donaire. El personal sanitario lo componen Gonzalo Fernández Pintado, Licenciado en Medicina, Fulgencio Gallardo San Juan, Licenciado en Farmacia D. Francisco Matías Marco, profesor Veterinario, Marcos Carrillo, como vecino. Como suplentes, Juan Calpena y Prat, Licenciado en Medicina y Cirugía, Felipe Ramos Victoria, licenciado en Farmacia, Juan Salas y Salas, profesor Veterinario, y Francisco Medina como vecino.

Ya en junio en el Boletín Oficial del Ministerio de la Gobernación, se informa a los Ayuntamiento las normas o reglas para que se instalen lazaretos y la inspección facultativa de los viajeros, con motivo de haberse presentado la epidemia de cólera en algunas provincias de España, y las medidas higiénicas que se deben observar en la población para evitar cualquier enfermedad infecciosa. El alcalde convoca a las Junta Municipal de Sanidad para que se adopten todas las medidas para mejorar la higiene pública y el saneamiento de las habitaciones con el desinfectante que se recomienda.

El alcalde ante el desarrollo alarmante del cólera morbo asiático, propone a la Corporación se haga una fiesta a “nuestra querida patrona la Virgen de la Fuensanta para que nos preserve de tal epidemia y nos libre de las consecuencias tan funesta que lleva tras si dicha enfermedad”. Lógicamente los concejales aprueban la celebración comunicándoselo al Párroco.

Con fecha 6 de julio el Alcalde insiste en los medios que habían de adoptar para hacer frente a las calamidades que desgraciadamente aflige a algunas provincias de la Península y algunos pueblos de la provincia.

Se comunican al Gobernador todas las medidas adoptadas para evitar la propagación de la epidemia colérica que tantas víctimas está causando en otras poblaciones. Acuerdan allegar recursos para poder hacer frente a la epidemia y combatir la miseria que en este caso se habrá de presentar.

Que la Junta Municipal de Sanidad había propuesto al Ayuntamiento, como medida preventiva, construir un lazareto para sujetar en cuarentena a personas y efectos, que proceden de puntos sucios o infectados, así como pagar a algunos vigilantes para las entradas de la población y evitar en lo posible la importación de tan terrible enfermedad pues está probado hasta la evidencia que mientras que la misma no se trasporta no se presenta en ningún punto aislado. Tras un intenso debate sobre los presupuestos, si tenían 12.500 pesetas para cubrir las alcantarillas, pero acuerdan que sin perder tiempo se proceda a instalar en el edificio que llamamos de la Fuenclara un lazareto, que se ampliará con dos casetas de madera en las partes laterales de dicho edificio para que sirvan de depósito a los efectos y mercancías que procedan de puntos infectados y en la casa o ermita de la Fuenclara, para los viajeros de igual procedencia. Que aunque los lazaretos solamente se autorizan en los pueblos que hayan sido invadidos de la epidemia, que es casi seguro la aparición de la enfermedad en el pueblo de Santo Tomé, próximo a esta población, aunque no se ha declarado oficialmente, se acuerda el establecimiento del citado lazareto y sujetar a observación de siete días a las personas y efectos que procedan de dicho punto o de otro inmediato que se llegara a presentar. Que por el señor alcalde se nombren los vigilantes que sean necesarios para vigilar la población, tanto de día como de noche, encargándoles la prohibición absoluta de entrada a la población de toda persona que no venga provista de carta…y cédula siempre que venga de punto limpio. Que todos los gastos que ocasione, la instalación del lazareto, pago de vigilancia y otro que ocasionen la cuestión sanitaria, una vez terminadas estas circunstancias se forme el presupuesto y se remita a la aprobación del Gobernador. Que si se presentara la epidemia en la localidad y no fuera bastante la cantidad para hacer los gastos que se ocasionen, se autoriza haga un empréstito de la cantidad que se considere necesario entre los contribuyentes de la localidad para poder sobrevivir o remediar la miseria que se pueda presentar.

Otra de las medidas tomadas en el mes de julio es disminuir las horas de clase en las escuelas públicas de ambos sexos, con motivo de la canícula y sobre todo para evitar se desarrolle alguna epidemia. Que la Junta Local de esta villa, había acordado la clausura de las escuelas públicas, fundando su acuerdo en la enfermedad sospechosa que se había desarrollado en algunos puntos inmediatos a esta villa.

Por el Sr Alcalde que en virtud de lo acordado por los menores y mayores contribuyentes, se habían nombrado 28 vigilantes diarios y 32 nocturnos para la vigilancia de la población con el sueldo de cinco reales diarios a cada uno con el fin de impedir la entrada a toda persona, mientras que fuese reconocido convenientemente por el facultativo titular.

En el mes de septiembre, el Ministro de la Gobernación comunica la suspensión de las operaciones del actual remplazo en atención a las circunstancias sanitarias con motivo del cólera que ha invadido varios pueblos de la provincia, que dichas operaciones se lleven a cabo en la primera quincena de octubre. Que se responda a lo dispuesto por SM sobre quintas ya que se ha presentado la epidemia en la capital de la provincia. Que las operaciones del reemplazo no se realicen hasta que se cante el Tedeum por haber desaparecido la epidemia.

Muertos en la localidad

Consultado el libro de defunciones del Registro civil, podemos comprobar al menos, catorce muertes por esta epidemia en nuestra localidad. Tal vez no sean demasiado conocidas, por haber ocurrido en una pequeña aldea Las Canalejas, y ser vendedores ambulantes, naturales de Ibros, los primeros muertos. Ocurren las muertes a finales de julio y primeros de agosto.

Hubo otros dos varones muertos, con 24 y 25 años, uno de ellos en la Jordana, entre los días 5 y 24 de agosto.

Diez mujeres de distintas edades entre los 35 años y los 74 fallecieron en la localidad durante el mes de agosto, en la localidad o Cañada de la Madera y sitio del Molinillo. Las más jóvenes en la muerte son una joven de 15 años en agosto y la última el día cinco de septiembre, una niña de cinco años, con la que finalizó esta epidemia en la localidad.

4 varones y 10 mujeres fue el balance de muertes, cuatro de ellas en el mundo rural, de esta epidemia, de un año 1885 que tuvo 214 fallecimientos en total en la localidad. Si comparamos con el año 1884 se dieron 308 muertes y 219 en 1886.

También queda aplazada la fiesta religiosa de San Miguel “Que según tradicional costumbre esta municipalidad viene costeando anualmente la fiesta religiosa que en honor a nuestra querida y santísima patrona la Virgen de la Fuensanta se celebra el día de San Miguel, pero atendiendo a que algunas poblaciones inmediatas a esta están invadidas del cólera morbo asiático y en otras como Villacarrillo e Iznatoraf hace muy poco tiempo que los partes oficiales no acusan defunciones, ni invasiones parecía prudente suspender dicha fiesta y acordar, que se celebre el día 25 de octubre y se remita oficio a los Sres. alcaldes de los pueblos limítrofes y los de Sierra de Segura. Se pida al Gobernador, para que se pueda verificar el día citado y siguiente corridas de vacas y quemar un castillo de pólvora, siendo el responsable de estas celebraciones José Nieto Quevedo el que cobra mil pesetas por las corridas de vacas y quema del castillo.

Creo que la rápida intervención de las autoridades sanitarias locales, con la instalación del lazareto, junto a la ermita de la Fuenclara, la vigilancia constante, día y noche para impedir la entrada a personas infectadas, así como otras actuaciones, lograron que esta grave epidemia no tuviese una fuerte incidencia en la mortalidad de los vecinos.