LA FUNDACIÓN CONRADO BLANCO PRESENTÓ AYER SU SÉPTIMA ANTOLOGÍA POÉTICA DE LA COLECCIÓN CHARÍN COMO ANTESALA A LA FERIA DEL LIBRO
Para los niños y para los jóvenes, pero también para todos aquellos que atesoran el mundo infantil en su interior. La Fundación Conrado Blanco presentó ayer su séptima antología poética de la Colección Charín, Corazón de Nube, que guarda en sí misma el disfrute de la poesía. «Esfuerzo, ilusión y cariño». Estos son los tres pilares que la directora del trabajo, Camino Ochoa, destacó como sustento de este séptimo volumen. «Ese siete, un número mágico que nos ha llegado a todos», recordó el editor Rafael Cabo.
Corazón de Nube sigue todos los preceptos que en su día marcó Conrado Blanco. «Hacer de la literatura infantil y juvenil una transmisora de valores y cultura», señalaron. «Este fue uno de los caprichos del que fuera cronista y un acierto», aseguró el alcalde, José Miguel Palazuelo, quien puso sobre la mesa el importante crecimiento de la Feria del Libro de la ciudad, que se inaugura hoy a las 12.30 horas, con 25 expositores. «Es una de las citas más importantes de la provincia», señaló el regidor orgulloso de haber consolidado un evento que lleva a la cultura por bandera. «La feria se diferencia por la cantidad de presentaciones que se ofertan tanto de autores de la ciudad como de la comarca y otros puntos», explicando, además, que la cita no podría entenderse sin Conrado Blanco.
El alcalde también tuvo palabras para la antología, «un trabajo del que nos sentimos muy orgullosos. Es un honor que La Bañeza sea el lugar de donde salió esta colección».
Los ‘corazones’ de Conrado siguen latiendo poesía. «Una fuerza de ahí arriba nos ha empujado en esta edición, que es la primera que edita al completo la Fundación», explicó Cabo, repasando algunas de las nubes líricas del trabajo, que este año además incluye el prólogo de Antonio Colinas.
De hecho, el poeta bañezano, que hoy será protagonista por el 40 aniversario de la publicación de Sepulcro en Tarquinia, aseguró que «la poesía siempre vuelve, aunque los tiempos actuales sean escépticos». El autor repasó algunos de los temas esenciales con los que conecta la antología, como la educación, elevándola más allá del público infantil e insistiendo en que «a un poema podemos privarle de todo menos del ritmo». Colinas hizo un guiño a esa Bañeza de la cultura viva, de la sensibilidad y del rigor. Esa que también se recoge en los libros de papel, «esos que no van a pasar», terminó convencido el poeta.
Fuente: http://www.diariodeleon.es/ – a.g. valencia