EL CRONISTA OFICIAL DE PARRES DENUNCIA EL ABANDONO DEL PUENTE ROMANO
FRANCISCO JOSÉ ROZADA MARTÍNEZ, CRONISTA OFICIAL DE PARRES-ARRIONDAS (ASTURIAS)
Cuando el Puente «Romano» se convierte en un trastero privado. Así titula su publicación en Facebook, Francisco José Rozada Martínez, el Cronista Oficial de Parres, para denunciar lo que califica como «una realidad tercermundista, un espectáculo bochornoso, una imagen penosa, un atentado a la cultura y a la historia, una vergüenza ajena, pero a la vista de todos sin que nadie levantase la mano desde hace ya demasiado tiempo»
Rozada denuncia el almacenamiento bajo los arcos del monumento, en suelo del concejo de Parres, de mesas, sillas y trastos en general, para asegurar que «en cualquier país medianamente culto se cuidaría de que las inmediaciones de un monumento de tal envergadura (posiblemente el más fotografiado de Asturias) se encontrase en las mejores condiciones estéticas, pero esto es España y aquí puede ocurrir cualquier cosa cuando hablas de cultura, historia, arte, respeto a las tradiciones, en suma: civilización».
Rozada se remonta en la historia para apuntar a lo que podría calificarse como de cacicada: permitir que se construyera lo que se construyó.
«No es exagerar cuando afirmo que -tal vez- el mayor atentado estético contra este tan querido puente lo haya cometido el Ayuntamiento de Parres hace aproximadamente un siglo, cuando permitió construir los edificios que están en sus inmediaciones, ante el puente, perdiéndose para siempre las perspectiva total del mismo… y en el lado más interesante.
Solamente imaginar todo ese espacio convertido en una zona ajardinada, viéndose los cuatro ojos o arcadas que quedaron casi ocultos, se hace patente la desidia, y hasta dónde pueden llegar los intereses particulares con el visto bueno de quienes debieran haberlo impedido».
El Cronista recuerda a los Ayuntamientos, «que a Cangas de Onís y a Parres -por ser los dos municipios en los que el puente se emplaza- corresponde directamente y por igual velar por el mismo y legarlo a las futuras generaciones en las mejores condiciones posibles».
