POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
Hoy jueves, 19 de octubre, Oviedo y la asturianía celebramos el «DÍA DEL DESARME»; una fiesta surgida cuando las guerras carlistas y en las que, así se cuenta, un grupo de tropas realistas «desarmó» a las carlistas después de haberlas invitado «engañosamente» a una suculenta comida de garbanzos con bacalao y espinacas, callos y torrijas o arroz con leche.
Un «cuentu» que parece verdad y que ahí sigue en la tradición culinaria ovetense.
Y como todo el mundo sabe lo del desarme, aunque todo el mundo lo ignora; pues hablaremos de «manzanes», que estamos en tiempo de cosechona.
Las manzanas tienen un triple destino culinario: comerlas en crudo como fruta apetitosa; prepararles en compota o en dulce; o utilizarlas para elaborar sidra.
Hoy vamos a decidirnos por la compota.
Palabra esta, derivada del latín «composita», con significado de «composición de varios ingredientes» y que a partir de 1780 se refiere a cualquier dulcería elaborada con fruta.
¿Cómo elaborar una compota?
Perdónenme un paréntesis para contarles un cuento.
En cierta ocasión un grupo de amigos pidió a uno de ellos, en viaje a Barcelona, la receta para cocer percebes. Contestó así mediante telegrama: «Litro de agua por cucharada de sal. Hervir. Percebes echar. Romper hervor, credo rezar. Percebes sacar. Percebes comer. Abrazos».
Uno de los tertulianos, al recibir el telegrama, dudó entre qué credo rezar, si el de texto largo o el abreviado ý cuál debía ser la «rapidez» del rezo».
Sólo de una cosa estaba seguro: Los abrazos no eran necesarios.
¿Entienden por qué ODIO las RECETAS-TELEGRAMA?
Una receta de cocina es un texto de «tu a tu»; una conversación de familia entre el escritor-autor y el lector que desea aprender.
Los verbos en infinitivo apuntan órdenes; son como advertencias «a lo desconocido».
No me gustan, no me gustan.
¿Les convence esta receta de compota de manzana?
«Pelar las manzanas y quitar los corazones Trocearlas. Echarlas en cazuela con agua, azúcar, rama de canela, higos pasos y chorro de vino blanco. Cocer hasta que estén tiernas».
Pues si les gusta, síganla.
Jamás la encontrarán, así redactada, en un libro que yo escriba sobre temas de cocina.
En la foto, manzanas reineta francesa (camueses) y reineta de Canadá, riosellanas, obsequio de mi amiga Ana Roza.
El cestín lo hice yo que, aunque con poca experiencia, también se tejer cestos.