POR JOSÉ J. ORTIZ Y CHISVERT, CRONISTA DE COBEÑA (MADRID)
Hoy voy a contar una historia muy personal. Es una historia familiar que se ha narrado siempre en mi familia de Fuente el Saz de Jarama y algunos primos descendientes de las hermanas Torres Rivas conocemos.
Mi abuela se llamaba Cipriana Torres Rivas y era la hermana pequeña de entre todas sus hermanas. Llegado su momento, una de sus hermanas se casó y como suele ser normal tuvo hijos y nietos. Una de estas nietas un día le preguntó a su padre; Papá, ¿sabes la historia de cómo se conocieron los abuelos?
Y su padre le contó:
Tu abuelo Ángel tenía un hermano que se llamaba Benito y éste era panadero.
Benito tenía un horno estupendo en Fuente el Saz.
Tu abuelo iba a vender el pan de su hermano a Cobeña. Y te preguntarás, ¿Cómo iba cargado con el pan hasta Cobeña?
En casa de tu abuelo tenían un macho al que llamaban Quintín y una mula llamada Cana.
Normalmente tu abuelo cogía siempre a Cana a la que cargaba con pan y se iban en dirección a Cobeña.
Si Cana estaba ocupada en las labores de la tierra, entonces le tocaba ir a Quintín.
Tu abuelo, en esta época, era un vendedor de pan que iba a Cobeña una vez a la semana. Y el vendedor debió hacer gracia a tu abuela Luz que se enamoró de él cuando le compraba el pan.
El vendedor del pan de Fuente el Saz se desplazaba al pueblo de Cobeña y, por esta razón, le apodaron «El Gitano» pues como los gitanos, iba por los pueblos vendiendo sus productos.
Ésta es la historia de cómo se conocieron tu Abuela Luz y tu Abuelo Ángel. Cuando se casaron, tu abuelo dejó de ir a Cobeña a vender pan, pero como tenían tierras que cultivar vendía los productos que sacaban de la tierra por los pueblos de alrededor, pero no en Cobeña.
De esta forma, Cobeña se quedó sin Luz, aunque no sin pan. (En Cobeña, entonces, se decía, en aquella época, que tu abuelo «el Gitanillo» dejó a Cobeña sin «luz»).
Y digo que Cobeña sí tuvo pan porque el Abuelo paterno de tu madre, llamado Nicomedes, que era panadero, iba a Cobeña a hacer pan una vez a la semana. Y siempre antes de ir a Cobeña, Nicomedes pasaba a ver a la Abuela Luz y le preguntaba si quería algo para Cobeña.
Con esta graciosa y bonito historia espero haber sacado una sonrisa a alguno de los lectores de este artículo, que no por graciosa deja de ser verdad. Espero que os guste.
ESTA HISTORIA SE LA CONTÓ ANGEL DE BENITO, HIJO DE LA HERMANA DE CIPRIANA TORRES RIVAS, (LUZ TORRES RIVAS), A SU HIJA SAGRARIO DE BENITO, y es una trascripción de lo escrito por Sagrario de Benito.