EL POETA INGRESA COMO MIEMBRO DE HONOR EN LA BICENTENARIA ENTIDAD CON UN DISCURSO SOBRE LITERATURA Y COMUNICACIÓN
El escritor sabe que lo suyo no es una vocación, sino un destino. A él se le trajo al mundo para escribir y tiene la obligación de escribir. Una voz le dice que siga». Así vive Antonio Gala la creación, a la que siempre ha ligado la necesidad de comunicar.
El poeta, dramaturgo, novelista, ensayista y periodista cordobés pronunció ayer un discurso que rezumó literatura por todos sus poros, por lo escrito por él y por las citas de Lope, Borges, Flaubert. Ayer ingresó como miembro de honor en la Real Academia de Córdoba de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes. Gala sintetizó el sentir del escritor: «No recibió otro don que la palabra. El comunicante nunca estará seguro de para quién escribe ni por qué, pero no le importa. Debe escribir». En este proceso reina «la infinita soledad» y la creencia en la inspiración. «El escritor es siempre un marginado», aseguró rotundo.
LA HERMOSURA tomó partido por «la proliferación de un arte elitista: hay que dirigirse a ese rincón del alma de cualquier hombre y de cualquier mujer donde reside el anhelo de hermosura. Que todos nos encontremos en las estrellas, no en los charcos. Sólo así se podrá salvar esta época difícil para el arte», indicó. Un autor tan fecundo como él no se olvidó del idioma, que «no se elige», al igual que el amor y la muerte. «Desconfío de los escritores bilingües», agregó. «El castellano es mi padre y mi madre. No se puede escribir en una lengua por la que no nos sintamos poseídos».
«La creación nos hace poseedores de lo nuestro e inherentemente nuestro. El arte, la creación, la poesía es como un líquido que adopta la forma del recipiente. Todo se construirá con la materia de los sueños». Y más adelante preguntó: «Qué importancia tiene cultivar uno u otro género literario». Gala inició su discurso con «tres palabras de gratitud» a la Real Academia, a Ana Padilla y al público. Y prosiguió diciendo que lo que mejor define a un pueblo no es su actividad económica, sino los sueños, la creación y los juegos. La «división capital», para él, no es la de blancos y negros, buenos y malos, sino la de «creadores y no creadores».
Antes el director de la Academia y PRESIDENTE de la ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE CRONISTAS OFICIALES, JOAQUÍN CRIADO, le impuso la medalla de la institución, de plata sobredorada y cordón verde y dorado. Gala accede, así, a un selecto grupo de académicos de honor integrado por la Reina Sofía, el poeta Pablo García Baena, Manuel Clavero Arévalo y el bioquímico Pedro García Barreno. El ex alcalde de Córdoba Antonio Cruz Conde también gozó de esta consideración.
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