EN EL CORPUS DE ORIHUELA, «LOS OJOS SE PUSIERON EN VALENCIA PARA CONOCER CÓMO SE CELEBRABA. DE AHÍ QUE EXISTAN SIMILITUDES, COMO LOS JUGLARES, ENTREMESES, ALTARES, DANZAS O ROCAS», EXPLICA EL CRONISTA OFICIAL DE ORIHUELA Y PRESIDENTE DE LA REAL ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE CRONISTAS OFICIALES, ANTONIO LUIS GALIANO
Es la fiesta que conmemora la institución de la Eucaristía, la que pasó de jueves a domingo y que se sigue celebrando con procesiones en medio centenar de localidades de la Comunitat. El Corpus, considerada la ‘festa grossa’ de la ciudad de Valencia, se pone de gala este fin de semana para ahondar en sus orígenes y su evolución desde aquel 1263, año en que el Papa Urbano IV instituyó esta fiesta en toda la cristiandad.
Valencia acoge desde hoy un congreso que reúne a los representantes del Corpus con más historia, los de mayor arraigo en la Comunitat. «Había que elegir y optamos por los más representativos. Todos se sumaron enseguida a nuestra propuesta», relata el presidente de la asociación Amics dels Corpus, Antonio Rosell, que es la entidad impulsora del primer congreso sobre la festividad que se celebra en la Comunitat y que tiene «vocación nacional para próximas ediciones».
El centro cultural La Beneficència será el escenario por el que desfilarán hasta ocho municipios, incluyendo Valencia. Serán Alboraya, Almàssera, Xàtiva, Morella, Orihuela, Llutxent y Daroca (Zaragoza) los municipios que debutarán en el primer encuentro «abierto a todo el público», como destaca Rosell.
La iniciativa surge para «promocionar una fiesta que es la gran desconocida para el resto de las localidades de la Comunitat, por lo que es una ocasión única para conocernos unas a otras». Valencia, por ejemplo, explicará que su procesión está declarada Bien de Interés Cultural (BIC) y que la fiesta en sí alcanza ya los 659 años, pues fue el obispo Hugo de Fellonet quien promovió en 1355 la creación de una procesión de acuerdo con el Cabildo catedralicio y los prohombres de la ciudad.
De hecho, actualmente son el Cabildo y el Ayuntamiento de Valencia «los actores principales» que impulsan la fiesta en la ciudad, aunque su desarrollo sería imposible sin Amics del Corpus y las asociaciones de campaneros y de las danzas. Como rememora el presidente de la entidad, «desde hace 30 años se vive un resurgimiento de la celebración».
A ello ha contribuido, entre otras cosas, la recuperación de la Moma y los Momos, la representación de la virtud y los siete pecados capitales. Unas danzas que surgieron en Valencia en 1355, se exportaron a otros municipios, se perdieron y ahora se han recuperado. Como los concursos de los altares florales.
La custodia del pueblo
«Tenemos la Casa de las Rocas, que cuenta con una creación nueva, la del Santo Cáliz», apunta Antonio Rosell al tiempo que desgrana cómo es la única roca que ha salido de Valencia y ha viajado a Roma para ser bendecida por San Juan Pablo II. «La desmontamos, la llevamos en camión y allí volvimos a montarla», relata.
O la custodia «más grande del mundo» que, además, «es del pueblo porque fueron los valencianos quienes, tras la Guerra Civil, entregaron sus joyas para que se llevaran a la fundición y así poder tener una». Desde entonces, es el eje central de la procesión del Corpus que actualmente discurre por el mismo recorrido que en sus orígenes.
Una custodia que, además, no ha sufrido los avatares que la de Morella, cuya custodia gótica de 1394, realizada por Bernardo Santalinea, fue expoliada y llevada a Mallorca para hacer monedas. «La siguiente sufrió el saqueo del general Espartero y ya la tercera, pagada por Isabel II, desapareció en la Guerra Civil, La sustituta, de la parroquia San Miguel, fue robada», explica Salvador Ortí, uno de los organizadores de la procesión del Corpus de Morella, que data de 1358. La actual es de la parroquia de San Juan.
Esta festividad fue «una de las más importantes del ciclo festivo de Morella, llegando a tener tres días consecutivos de fiesta y, el jueves siguiente, se celebraba la Octava del Corpus». Eso fue hasta 1970. Actualmente, las fiestas están a cargo del Capítulo del Santísimo Sacramento y del mayoral, si lo hay.
Similar a Valencia
En Orihuela, otro de las localidades presentes en el congreso, «los ojos se pusieron en Valencia para conocer cómo se celebraba. De ahí que existan similitudes, como los juglares, entremeses, altares, danzas o rocas», explica el cronista oficial de Orihuela y presidente de la Real Asociación Española de Cronistas Oficiales, Antonio Luis Galiano.
Desde hace unos años, «se han rescatado algunas danzas y los altares estacionales que se ubican a lo largo de toda la procesión». Es el Cabildo quien impulsa su organización, centrada en una misa, procesión y las danzas, que son las que encabezan este acto. «La custodia es del siglo XVIII, en plata dorada y pedrería, y con unos ángeles que fueron realizados por un orfebre valenciano», señala Galiano.
Los orígenes del Corpus en Xàtiva, que estará representada por el presidente de la asociación de Amics, José Sanchis, se remontan a 1381, pues es la fecha más antigua de la que hay constancia escrita de la celebración. La siguiente ya es en 1406 cuando aparecen consignados los gastos que origina en la administración municipal.
Gigantes y cabezudos, personajes bíblicos, la cabalgata del convite, danzas o rocas son algunos de los elementos que desfilaban en el Corpus de la capital de La Costera. Tras unos años de decadencia, agravados por la República y la Guerra Civil, cobra un nuevo impulso en 1993. Cinco años más tarde, por ejemplo, se recuperaron tres pasos que llevaban tiempo sin procesionar.
En el caso de Almàssera y Alboraya ambas comparten el milagro eucarístico ‘dels peixets’, cuyo origen (datado en el siglo XIV) se remonta a la comunión que un musulmán converso de Almàssera solicitó. Como esta localidad dependía eclesiásticamente de Alboraya, el párroco acudió con las sagradas formas pero le cayeron en el barranco de Carraixet. La tradición cuenta que tres peces (según la versión de Alboraya, dos para Almàssera) se las devolvieron al sacerdote.
Alboraya, según explica el experto Víctor R. Panach, ha recuperado recientemente una romería hasta la ermita del Miracle y Almàssera tiene como peculiaridad que celebra el Corpus en agosto desde que le fuera otorgada una dispensa papal tras producirse el milagro ‘dels peixets’.
Mientras, Llutxent (que conmemora la festividad el 24 de febrero) y Daroca tienen en común el milagro eucarístico de los corporales, ya que fue en la batalla próxima al castillo árabe de Chio, en la localidad valenciana, donde se produjo el milagro de las sagradas formas empapadas en sangre. Finalizada la batalla surgieron las disputas sobre quién se quedaría los corporales, por lo que se colocaron sobre una mula que dejaron suelta y que cayó muerta en la puerta de la iglesia de San Marcos de Daroca.
Fuente: http://www.lasprovincias.es/ – Isabel Domingo