POR JOSÉ ANTONIO MATEOS CARRETERO, CRONISTA OFICIAL DE ANDAVÍAS (ZAMORA)
El día 3 de julio, hace poco más de dos meses, presenté en el Registro del Ayuntamiento de Andavías mi propuesta de escudo para la localidad, y el informe que lo justifica aportando documentación y bibliografía que lo avalan.
Justificación
El escudo de una localidad es uno de sus elementos distintivos que la singulariza respecto de otras. El escudo debe representar elementos emblemáticos o recoger aspectos de su historia, por ello se debe, en ambos casos, ser lo más riguroso a la hora de decidir los elementos a incluir en él. La propuesta de escudo que presento está en función de la pertenencia de Andavías, a lo largo de su historia, a la tierra del Pan, dentro del realengo de la ciudad de Zamora, como elementos de pertenencia a una jurisdicción y a una colectividad, suficientemente conocida y demostrada, y a su propia evolución histórica.
Escudo : Por ello planteo un escudo partido y entado en punta: – 1er. campo, cortado en dos o a) En gules, una fuente mazonada en plata, con un caño en azur, flanqueada por un negrillo al natural. o b) En campo de oro, una ermita sobre unas peñas al natural. – 2º campo, en azur, un haz de tres espigas de oro. – Entado en punta, en sinople, una venera de oro. – Al timbre corona real cerrada.
Los esmaltes representan, el oro generosidad; la plata integridad; el azur, lealtad y servicio; los gules, valor y justicia; y el sínople, solidaridad.
El azul, el rojo y el verde podrían ser los tres colores de nuestra bandera.
Primer campo
El primer campo, cortado, nos recuerda que el actual término municipal de Andavías se formó a finales del siglo XIV o principios del XV por la unión de dos aldeas que existían en la Edad Media: Andavías (La Barrosa) y Peñedo (La Venta).
- a) El superior representa a Andavías, aldea documentada desde 1174, con la fuente de concejo que estaba en el centro de la población, de la que se surtía todo el pueblo, con un gran negrillo al lado, dando nombre a un barrio, el barrio de la Fuente dentro del de La Barrosa. El agua como elemento de vida en una zona semiárida. También se documenta como la Fuente Vieja o Pozo de Concejo. La Fuente se menciona por primera vez en una escritura de compraventa de una cortina, sita a “La Bamposta”, lindera con la “Fuente Vieja”, otorgada el 20 de octubre de 1587. Se especifica fuente vieja, dándole así una antigüedad indefinida que nos remonta a la Edad Media. En 1738 se menciona el negrillo en una escritura de compraventa de “unas casas arrimadas al negrillo de La Fuente”. Los negrillos eran los árboles que conformaban los sotos próximos a los arroyos, y el de la Fuente debió ser especial para ser mencionado en documentación. Los negrillos o álamos negros fueron árboles con connotaciones mágicas en muchos pueblos de España hasta bien entrado el siglo XX, alrededor de los cuáles se hacían las reuniones de concejo. Que la fuente fue un elemento importante para el pueblo lo demuestra el valor económico que se le da. Cuando a mediados del siglo XVIII el concejo y vecinos de Andavías pleitean con el monasterio de Santa María de Montamarta de Zamora, de la orden de San Jerónimo, tienen que imponer un censo para poder asumir los gastos del pleito que llega a la Real Chancillería de Valladolid. Entre los bienes hipotecados está la Fuente de Concejo que está en el barrio de la Barrosa que es de donde se surten todos los vecinos de dicho lugar y en el verano, agostado el arroyo, los ganados de la labor y mayores de dicho lugar, vale cinco mil reales. El censo se impone el 13 de febrero de 1750 ante el escribano de Zamora Francisco López de Vega. La tasación da un elevado precio a la fuente, 5.000 reales, lo que indica su alto valor para el pueblo. También se relaciona dos años después entre los bienes del Concejo en el Catastro de Ensenada. Tras la construcción de la nueva iglesia, entre 1792 y 1795, la fuente comienza a llamarse la Fuente de la Iglesia.
- b) El inferior representa a Pennedo, que aparece también en diversa documentación medieval desde el siglo XIII, con iglesia bajo la advocación de Santa María del Piñedo que, tras la unión con Andavías, se convertiría en ermita. El primer documento en que se menciona es de 8 de febrero de 1290, en él se sustancia la venta que Sancho Gómez, hijo del caballero zamorano Gómez Martínez y de doña Marquesa, hace a su hermano Ruy Gómez de diversos bienes inmuebles, casas, tierras, prados y viñas en Andavías y Pennedo. Esas heredades pasarán por herencia a Gómez Martínez que a su muerte las dejará al Cabildo de la catedral de Zamora, junto a otra heredad que tenía en Palacios. Su territorio iba de norte a sur intermedio entre Palacios del Pan y Andavías y se anexionó al de Andavías, como ya he dicho, a finales del siglo XIV o comienzos del XV, sin poder dar fecha exacta, conformando el término y caserío actual: el caserío de Andavías sería la parte de “La Barrosa”, “El Chapardiel” y “Los Sotos”; el caserío de Peñedo, con el tiempo, se denominaría “El Piñero” y posteriormente “La Venta”. Hay dos documentos, uno fechado el 6 de julio de 1359, que es un contrato por el que el Cabildo de la catedral de Zamora arrienda a Lorenzo Fernández, escudero, y a su mujer Sancha Fernández las tierras que tiene en Andavías, Peñedo y Palacios del Pan de las que hizo dejación y cesión el canónigo Juan Domínguez. Son las tierras que dejó en su testamento el deán Gómez Martínez. El documento está deteriorado con partes ilegibles. El otro está fechado el 12 de octubre de 1439 y es un contrato de compraventa por el que Gómez Fernández Cascajero, su esposa Constanza González y su hijo Sancho Cascajero, vecinos de la ciudad de Zamora en la parroquia de Santa Marina del Burgo, venden al Cabildo de la catedral unas casas y otras posesiones, sitas en los lugares de Andavías y Palacios, por 13.000 maravedíes. Se expresa que a la heredad que compró el cabildo está anejo el derecho de presentar clérigos a los beneficios de las yglesias de San Miguel y Santa María del Peñedo de dicho lugar de Andavías y assí lo expresa la escriptura. En esta última fecha Peñedo y Andavías ya se han unido, se mantienen las dos iglesias con dos curas párrocos y con los derechos de presentar dichos clérigos, pero es Andavías el que conserva el nombre probablemente por tener más vecinos. Posteriormente los dos beneficios curados se concentran en uno, San Miguel de Andavías. Santa María de Piñedo, se convertirá primero en iglesia auxiliar y posteriormente en ermita, con un teniente de cura dependiente del cura párroco. Es verdad que se mantienen actualmente dos pagos con nombres derivados de Peñedo: El Piñedo a la derecha del arroyo, donde estuvo la iglesia; y El Piñero a la izquierda del arroyo a la bajada de las últimas casas de La Venta, donde estuvo y está parte del caserío.
Tanto Andavías como Pennedo, fueron dos pequeñas aldeas medievales con una población de entre veinte y veinticinco vecinos cada una, con un total de entre cuarenta y cincuenta vecinos (160 a 200 habitantes). Ese número de vecinos se mantiene hasta mediados del siglo XIX. Todos los tratadistas que en ese siglo hicieron estudios histórico-geográficos de Zamora y su provincia, al hablar de Andavías dicen que tiene dos barrios muy separados pasando el arroyo por medio. Lógicamente es la separación que existía entre las dos aldeas medievales. En ese sentido la distancia entre la Venta y Palacios el viejo era similar a la distancia entre La Venta y La Barrosa, teniendo en cuenta que, tras la construcción del pantano de Ricobayo y la subida del embalse en 1933, una parte del caserío de la Venta desapareció. Pero en el proceso de expropiación vi la clave de todo lo antedicho, ya que, al relacionar los pagos inundables se mencionan “Los Bodonales”, “La Gadaña” y “El Piñero”, se nos da el dato que avala lo que acabo de decir, en “El Piñero” se expropian dieciocho edificios entre casas de morada, solares y corrales, es decir una parte importante del caserío antiguo de “La Venta”, pero no se denomina “La Venta” el sitio donde se expropian, se denomina “El Piñero”, es decir de alguna manera se mantiene el nombre evolucionado de la aldea medieval unida a Andavías para conformar su territorio actual. Esas casas expropiadas seguían la vereda de Carbajales, y, dado que esa antigua vereda real de Carbajales, antigua vereda real de Galicia, se ve afectada por el mismo motivo de subida del embalse, se hizo un nuevo trazado, el actual, construyendo el nuevo puente sobre el arroyo, haciéndola pasar por el nuevo emplazamiento de Palacios del Pan, ya que el antiguo quedó periódicamente inundado.
Abundando en el tema, el Cabildo de la catedral de Zamora tuvo hasta mediados del siglo XIX tres heredades de tierras en Andavías. Una de ellas, denominada de El Piñedo, tenía mayoritariamente las tierras en el territorio de dicha aldea y su apeo hecho en 1481 nos da bastantes datos toponímicos. Una parte importante del actual territorio occidental de Andavías pertenecía a él, desde la zona de “Vallesordo”, “San Pelayo”, “El Piñedo”, pasando por “La Venta”, “Sobrados”, “El Salmorial”, llegando a Monteconcejo y la dehesa de Palomares por el sur. Es muy difícil saber por dónde iba la raya entre Andavías y Pennedo, y hasta donde llegaba su terrazgo por el norte, pero lo importante es conocer que el actual término municipal se conforma en la Baja Edad Media con la unión de las dos aldeas.
Segundo campo
El segundo campo indica su pertenencia secular al Partido de la Tierra del Pan, primero dentro de la jurisdicción de la ciudad de Zamora, y, desde el siglo XIX, en la provincia de Zamora. No hay que aportar documentación para demostrarlo porque toda la que se refiere institucionalmente a Andavías así lo declara. En mis trabajos de aportación documental “Andavías en los protocolos notariales (siglo XVI), publicado en 2020 por el Ayuntamiento de Andavías. y Andavías en los protocolos notariales (siglo XVII), publicado asimismo por el Ayuntamiento de la localidad en 2022 lo tenemos por extenso en las actas de elecciones de los procuradores de dicha tierra y Partido.
Entado
El entado en sinople con una venera de oro, recuerda el paso por la localidad de uno de los caminos secundarios de Santiago. Hay que tener en cuenta que el camino que, partiendo de Zamora, transcurría por La Hiniesta, Andavías, y, pasando el río Esla por la barca de Manzanal, continuaba por Manzanal del Barco, Carbajales de Alba y Muga de Alba, hacia las tierras de Aliste y Tábara, fue conocido en otros tiempos como la vereda Real de Galicia. Así lo demuestra variada documentación, entre otra, la del pleito mantenido en 1526, entre el Conde de Alba de Aliste con el Cabildo de la Catedral de Zamora, sobre los derechos de las barcas de Manzanal del Barco. En 1582, otro documento sobre las alcabalas de Muga de Alba, expone que la localidad era de mucho tránsito “por estar como está en medio del camino real para todos los reynos de Galizia y Portugal por donde ningún día ay que no pasen por él gran suma de remas de todos pescados… y gentes de a pié y de a cavallo, y mercaderes y otras mercaderías”. Muga de Alba está en ese camino entre Zamora y Vegalatrave que pasa por Andavías.
Con fecha 12 de diciembre de 1642, en plena guerra contra Portugal, que había iniciado su proceso separatista de la Corona de España y contra la política del Conde Duque de Olivares, el concejo de Andavías informa “sobre el gasto de los soldados que van y vienen para Carbajales y Alcañices, donde está la gente de guerra, por ser lugar de paso general para la barca de Manzanal”. Se le concede licencia para que se haga repartimiento de 20 ducados que le deben a Antonio Hernández, tabernero del pueblo, para pagarle el vino que dio a los soldados que iban a las mencionadas villas de Carbajales y Alcañices. Lo importante es que repite el fuerte tránsito de personas hacia la barca de Manzanal, es decir por la vereda Real de Galicia. Esa vereda es, por tanto, uno de los ramales del camino de Santiago durante varios siglos.
Como fuentes bibliográficas podemos citar varias que estudian ese camino y nos relatan el paso de personalidades que dejan constancia en sus libros de viajes.
Manuel Gómez Ríos, en su obra “Manzanal del Barco y el sino del Esla” menciona el viaje que en 1567 realiza Segismundo Caballi por España, pasando por la Vereda real a Galicia y Portugal por la barca de Manzanal, explicando que la importancia de la barca de Manzanal se acentuó al convertirse en paso de la Vereda Real de la Corte a Galicia y Portugal, tras la inhabilitación del puente de Ricobayo. Hay que recordar que Felipe II traslada la Corte a Madrid en mayo de 1561. Segismundo Cavalli fue embajador de Venecia en Baviera, Saboya y Madrid. El viaje lo narra un acompañante suyo, Lunardo Otthobon, que dejó un manuscrito que relaciona los lugares de paso y algunas peculiaridades de ellos. En el itinerario que hace desde Santiago de Compostela a Zamora menciona los siguientes lugares de paso: Puebla de Sanabria, Robledo, Flechas, Mahíde, Pobladura, Las Torres, Palazuelo, San Vicente de la Cabeza, Valer, lugar de 20 casas, Vegalatrave, de 25, Muga, de 30, Carbajales, de 100, y Manzanal, de 30, donde se pasa el río Esla, Andavías, lugar de 40 casas y es del rey. A medio camino (de Zamora) se encuentra La Hiniesta, villa de 30 casas y después Zamora, ciudad de 5000 fuegos. Podemos observar que, no sólo relaciona Andavías como lugar de paso, nos da un dato de población, 40 casas -unos 160 habitantes- y es del rey. Andavías es el primer lugar de realengo viniendo por ese camino. Al otro lado del río Esla se inicia el condado de Alba de jurisdicción señorial de los condes de Alba de Aliste.
José Ignacio Martín Benito, en su obra Barcas de paso en el Reino de León (De la Edad Media al siglo XX), publicado en Benavente el año 2015, expone en la página 229: “Manzanal del Barco. El paso del Esla en Manzanal fue uno de los más transitados en las comunicaciones de Zamora con el noroeste peninsular. Situado en la Vereda Real de Zamora a Galicia, era paso obligado hacia Miranda de Duero y hacia la Puebla de Sanabria. Viajeros como el canónigo cordobés Bernardo de Aldrete siguió este camino desde Zamora hacia la villa sanabresa en su peregrinación a Santiago en 1612”:
“Febrero 17. Viernes, con furor increíble de aire frigidíssimo, salimos de Çamora i por no acertar el camino lo perdimos dos veces, i en un lugarejo salió un hombre metido en una zamarra i preguntó si estávamos desterrados, caminando con tal día. Fuimos al gran río Esla que viene de las montañas de León i lo pasamos por barca. Desde allí llegamos a Carvajales”.
Teniendo en cuenta que pierden el camino antes de llegar a la Barca de Manzanal, el lugarejo al que se refiere sea probablemente Andavías, ya que La Hiniesta está demasiado cerca de Zamora para perderse, y la vereda no pasaba por Palacios. En el relato de su viaje queda claro que va en peregrinación a Santiago de Compostela.
Juan Manuel Abascal y Rosario Cebrián en su obra Los viajes de José Cornide por España y Portugal de 1754 a 1801 publicado por la Real Academia de la Historia, describen el viaje que hace en 1754 con otros personajes desde La Coruña a Madrid, y cuando llegan a la actual provincia de Zamora dice:
“Transitaban por zona montañosa, a gran altitud y en fechas frías, lo que explica que el día 8 de diciembre, al pasar por La Canda, ya encontraran un espesor acumulado de “media vara de nieve” y otras “10 cuartas” en El Padornelo, teniendo que superar ambas dificultades para llegar a dormir a Requejo “en una mala casa con bastante incomodidad”, sin poder alcanzar Puebla de Sanabria y teniendo que esperar allí el día 9 por la intensa lluvia y porque el deshielo repentino en algunas cumbres había desbordado los riachuelos que tendrían que atravesar. Desde Requejo siguieron la ruta hacia el sudeste, esquivando Puebla de Sanabria y cruzando por Robledo hacia San Pablo1 de las Herrerías (el actual trazado del ferrocarril); las adversas condiciones climatológicas hicieron que Cornide y su tío se perdieran entre la lluvia y la espesa niebla, de modo que sólo a última hora del día 10 fueron encontrados por sus compañeros y trasladados a la posada; los mismos problemas retrasaron la marcha por tierras zamoranas el 11 de diciembre, en que sólo pudieron cubrir la distancia hasta Valer, veintiún días después de haber salido de La Coruña. En camino más apropiado y en la vega del Aliste, el día 12 pasaron por Muga y Carbajales de Alba y llegaron a Manzanal del Barco, donde la violencia de las aguas había dejado fuera de servicio el trasbordador que cruzaba el río Esla y les obligó a detenerse hasta el día 13, en que a mediodía llegaron a Zamora. El retraso acumulado apresuró la marcha de los viajeros coruñeses, que no se detuvieron sino esa tarde en Zamora y el día 14 tomaron dirección sur, por el monasterio de Valparaíso y El Cubo de Tierra del Vino, hasta La Calzada de Valdunciel, donde se produjo el encuentro con José Mascarenhas que permite fechar este viaje”.
De nuevo el tránsito desde Galicia (La Coruña) a Zamora descrito hasta Manzanal del Barco y, aunque no lo menciona, pasando por Andavías y La Hiniesta, es decir la vereda Real de Galicia.
Tomás López, geógrafo real, en sus trabajos de recopilación de datos para componer sus mapas, que se guardan en la Biblioteca Nacional, recogidos por Josemi Lorenzo Arribas en el Diccionario Histórico-Geográfico de la provincia de Zamora según las informaciones obtenidas por el geógrafo real Tomás López. 1765-1798, editado por la Diputación de Zamora y el Instituto de Estudios Zamoranos Florián de Ocampo, al hablar de Carbajales de Alba dice:
“Camino de Zamora, vereda de Galizia. Sale de esta villa un camino que va a Zamora i a la Corte. A media legua se halla el lugar de Manzanal, último de esta vicaría (de Alba y Aliste en el arzobispado de Santiago), que no pasa el río Esla, que dista de dicho lugar otra media legua, i para su tránsito ay barca con el nombre de dicho lugar. Desde allí entra el obispado de Zamora, i el primer pueblo se llama Andavías, i en su camino se pasa el monte y dehesa llamada de Mázares, perteneciente al cabildo de Zamora, dista de la barca una legua; i a la derecha de este lugar, a distancia de dos tiros de bala, está un lugarexo llamado Palacios”.
Pascual Madoz en su “Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de ultramar” en el tomo 13 publicado en Madrid el año 1849, al hablar de Ricobayo expone que “Además de los caminos locales cuenta (con) la carretera de Castilla a Galicia que cruza el Esla por un puente de piedra bastante antiguo, cuyo pilar del medio se ha reparado recientemente: inmediato a él hay un grande arco que se dice ser de la antigua iglesia parroquial del mismo pueblo, y en donde según tradición existió éste”.
Es decir, hasta casi mediados del siglo XIX, no se recupera la transitabilidad del puente medieval de Ricobayo destruido por los portugueses al comienzo del reinado de los Reyes Católicos en la guerra por la sucesión a la corona de Castilla.
Si he sido exhaustivo en la demostración del paso de la vereda real de Galicia por Andavías, es para justificar, con suficiencia, que la venera que lleva en punta está más que justificada en el escudo, dado, además, que el actual camino de Santiago pasa por La Hiniesta dirigiéndose a Montamarta. Pero este camino actual tiene poco más de un siglo de antigüedad, mientras que el que pasaba por La Hiniesta hacia la Barca de Manzanal, pasando por Andavías, tuvo más de cuatro siglos de funcionamiento.
Al timbre
La corona real cerrada, al timbre, indica la pertenencia al estado español cuyo régimen actual es una monarquía constitucional.
1 Error, es San Pedro de las Herrerías.
FUENTE: J.M.C.