POR JOSÉ ANTONIO RAMOS RUBIO, CRONISTA OFICIAL DE TRUJILLO (CÁCERES)
Fue creado en 1232 con motivo de la toma de Trujillo por las tropas del rey Fernando III, que capitaneaban D. Pedro González Mengo, Maestre de Alcántara, en obsequio por la intercesión de Ntra. Sra. en la victoria final contra los árabes. En su origen se organizó de la forma siguiente: En campo de plata, una imagen de Nuestra Señora de la Victoria con el Niño Jesús en los brazos, puesta encima de una muralla almenada y acotada de dos torres, todo de gules y mazonado de plata. El uso de tal escudo fue confirmado por el mismo Rey D. Fernando III .
Cuando el Rey de Castilla y León D. Juan II concedió a Trujillo el titulo de Ciudad, el 12 de abril de 1430 en Astudillo, y fue confirmado el 4 de enero de 1432 en Zamora, esta ciudad extremeña con su asentimiento, timbró su escudo de armas con una corona igual a la de Marqués . Y, por último, el Rey D. Alfonso XII, a petición del Ayuntamiento de Trujillo, confirmó el escudo de armas, y mandó dar certificado de la Confirmación por D. Félix de Rújula Martín Crespo Busel y Quirós, Cronista de S.M.C., el 18 de mayo de 1880; ordenándose en él que la Ciudad de Trujillo pueda usar de las referidas armas, haciéndolas bordar, esculpir y pintar en sus sellos, anillos, reposteros, Casas Consistoriales portadas, y demás partes acostumbradas.
En dicho certificado de confirmación se define el emblema del escudo en la forma siguiente: «La plata significa pureza, integridad, obediencia, celo, firmeza y gratitud. La imagen de la Virgen, devoción y agradecimiento a la victoria conseguida a los sarracenos. El muro y las dos torres declaran el brío, firmeza, constancia, esfuerzo y osadía de los moradores y vecinos de Trujillo. Y el color gules (o rojo) demuestra la sangre que en su conquista y defensa derramaron los hijosdalgos y caballeros pobladores de ella».
Siete puertas abrían el cinturón de la muralla almohade al exterior de la ciudad. Estas fueron reformadas entre los años finales del siglo XV y principios del siguiente. En ellas y sobre el arco de acceso se emplazaba una pequeña capilla, escoltada con los blasones de España, de la ciudad y de algunas familias nobiliarias, con un retablo de imágenes . Las puertas de Santiago y San Juan se adornaban con las imágenes de sus santos titulares . La del Triunfo ostentaba una imagen de bulto de Nuestra Señora de la Victoria, acorde con la tradición de que allí se apareció la Virgen al ejército cristiano en la reconquista de la ciudad .
Desaparecidos todos los retablos, que inicialmente se decoraban con pinturas, se perdieron las imágenes, que en 1554 ejecutara Jerónimo González para las puertas de Santiago y San Juan. Igual suerte corrió la imagen que para la puerta del Triunfo hiciera el pintor Muriel Solano en 1575 , en sustitución de la escultura que para dicha hornacina realizara el artista Sancho Casco, en 1505 . La que actualmente se expone a la veneración de los fieles en la citada puerta, es obra realizada en 1963 por el cantero trujillano Francisco Serván Donaire.
Unas noticias documentales son los únicos restos que quedan de los retablos emplazados en el Cañón de la Cárcel y en el de la calle Sillería . Servidumbre de paso a través de las antiguas casas consistoriales, que enlaza el camino de las almenas con la plaza mayor, en el primero puede apreciarse aún la hornacina ciega, desprovista de su correspondiente retablo, en el que Muriel Solano pintara en 1575 una imagen de Nuestra Señora. En el arco de Sillería no queda rastro alguno del retablo, que sabemos estuvo situado en la parte exterior de la plaza, pero los testimonios escritos son lo suficientemente explícitos para afirmar la existencia de una capilla abierta dedicada a la Virgen. Conformaban ambos, junto con la capilla del Reposo, que aún se conservan, la trilogía de retablos marianos situados en la entrada a la Plaza, de los tres caminos más utilizados.
Por tanto, en un breve recorrido por las calles trujillanas nos detendremos a contemplar las imágenes de Nuestra Señora. Muchas desaparecieron, pero otras aún siguen recibiendo las oraciones de los fieles transeúntes. El escudo de la ciudad es el motivo heráldico más repetido en la iconografía mariana.
Como ya hemos indicado en el capítulo anterior, el escudo de la ciudad de Trujillo efigia a la Virgen de la Victoria entre dos torres. almenadas sobre campo de plata las calles de la ciudad. No contento con las imágenes guardadas en el interior de los templos y ermitas, el trujillano ha sacado su Virgen a la calle, asomándola a las puertas de la Villa y a sus plazuelas, sacralizando así el espacio urbano, en un deseo manifiesto de convertir la ciudad en un templo abierto de colosales dimensiones, que remata en la clave del cielo trujillano la imagen del Castillo.
Allí donde se encuentra, testimonia la propiedad o mecenazgo del concejo trujillano. Así lo vemos en las portadas de los predios comunales, en las iglesias de patronazgo y en las bóvedas de los templos, a cuya construcción acudió el Ayuntamiento.
Las armas de la ciudad aparecen en las portadas de las dehesas de los Caballos y de las Yeguas, erigidas respectivamente en 1535 y 1573, con el acompañamiento de las del reino, en su calidad de ciudad realenga. EI escudo trujillano preside la casa de los Fieles y otros edificios públicos, desaparecidos .
Escudos de la ciudad -con la obligada representaci6n de la imagen de Nuestra Señora entre dos torres- aparecen en las portadas de las iglesias conventuales de San Pedro y San Francisco, y en la principal de la parroquia de San Martín, ornando asimismo las claves de las bóvedas interiores. Responden todos ellos a un mismo modelo compositivo, en que aparece la Virgen de tres cuartos, con la única excepción del escudo de la portada de la iglesia de San Francisco, que representa a Nuestra Señora de cuerpo entero, con un lirio en su mano derecha.
Es este sin duda el mejor ejemplar iconográfico de la heráldica concejil, por su diseño y labra . En el interior del templo franciscano pueden contemplarse los escudos situados en las claves de las bóvedas de la nave principal, con la policromía original, que pusiera en ellos el pintor Juan Ximénez, en 1588 . Otro escudo decora la fachada del actual Ayuntamiento, edificado bajo el mandato del corregidor Juan de Lodeña en 1585, durante cuyo corregimiento se alzaron los arcos del portal del pan, que remataban en un ático con los blasones de la ciudad .
Esta obra desapareció, al descomponerse en el siglo pasado este lienzo de la Plaza, si bien podemos conocer su alzado gracias a los dibujos del taller de Laborde, descubiertos por el historiador Dr. D. Xavier de Salas.
De las capillas abiertas en el callejero de la ciudad tan sólo se conservan las siguientes: la de la Virgen de la Guía, el Reposo, la de la calle Afuera (desaparecida) y una situada en el costado exterior de la iglesia conventual de San Francisco . Todas ellas son imágenes de piedra, de distinta calidad artística y procedentes de un mismo modelo iconográfico.
Don Pedro Trancón, Párroco de la iglesia de Santiago, adquirió una pequeña imagen de la Virgen de la Victoria, que actualmente se conserva en la citada iglesia, y que servía para el novenario y la fiesta anual, hasta que en 1904 D. Juana Durán Rey, natural de Madroñera, en cumplimiento del testamento de su difunto esposo D. Manuel Pablos Miguel, restauró la Iglesia de San Martín, y donó el retablo mayor juntamente con la imagen de la Virgen de la Victoria que se veneraba en la hornacina central y otra más pequeña que, colocada en la capilla de los Santos Mártires, se sacaba en procesión todos los años, durante la primera mitad de nuestro siglo .
El mismo escudo aparece en las orlas de los privilegios y en el pendón de la ciudad, los colores que aparecen son el blanco y el azul. Así consta en varias cuentas y en acuerdos cuando se habían de hacer pendones para la gente de guerra que desde Trujillo marchaba a los ejércitos reales.
Archivo Municipal de Trujillo, leg. 5, nº 35.
Las primeras referencias que avalan esta afirmación, data del año 1498: «Viernes V días del mes de agosto. El pintor Alonso González dice que tiene acabados de pintar los retablos de las puertas de la ciudad, pide que se le manden librar dos mil maravedises, que dicen que le deven». «Lunes ocho de enero, Fernando Salina dice que se le manden librar mil ochenta reales que montan ciento treinta e cinco panes de oro que dio a Alonso González, pintor, para los retablos». «Enero doce días de mil e cuatrocientos ochenta e ocho años, Alonso González e Alvar Ponce
piden que les manden librar dos mil maravedíes, que dicen que montan en la recomposición de los retablos de las puertas de la ciudad». Archivo Municipal de Trujillo. Acuerdos, doc. 1-1-3.
Lo atestigua un Acuerdo municipal del año 1548. Las imágenes de Santiago y San Juan fueron realizadas por Jerónimo González. Archivo Municipal de Trujillo. Acuerdos, 1-2-5.
Un documento fechado el 22 de mayo de 1508, hace referencia a la finalización de las obras de reparación del Arco del Triunfo o puerta de Fernán Ruiz, títulos que ya en este año recibía. Archivo Municipal de Trujillo, 1-1-13. La imagen de Ntra. Sra. del Arco del Triunfo fue ejecutada en 1505 por Sancho Casco, en cincuenta y un mil maravedíes. Archivo Municipal de Trujillo. Acuerdos, 1-5-1.
«En el mes de mayo a seis dias de mil e quinientos e setenta y cinco años, se mandaron librar a Muriel Solano, pintor, diez ducados por una imagen de nuestra señora que fizo y asentó en el puerta de Fernán Ruiz que es desta cibdad». Fue restaurada por Gabriel de Miranda, en la cantidad de veinte ducados, en marzo de 1601. Archivo Municipal de Trujillo. 1-3-2.
Archivo Municipal de Trujillo, Acuerdos, 1-5-1.
Ejecutado por Melchor González de Alarcón en 1575, el retablo de la calle Sillerías; y por Muriel Solano, en julio del mismo año, el retablo del pasadizo de la Cárcel. Archivo Municipal de Trujillo. Acuerdos, 1-2-8; Acuerdos, 1-3-2; Acuerdos, 1-4-2.
El escudo de la Casa de los Fieles, actualmente tienda de Vázquez en Plaza Mayor, fue dorado y pintado por Gabriel de Miranda en 1593. Archivo Municipal de Trujillo. Acuerdos, 1-5-3.
SOLIS RODRIGUEZ, C.: «Iconografía de Ntra. Sra. de la Victoria». Revista de Fiestas patronales, Trujillo, 1980, pp. 21-23.
La realización, dorado y pintura de los escudos de la iglesia conventual de San Francisco, están ampliamente documentados en Libro de Acuerdos del Archivo Municipal de Trujillo, 1-5-2.
El corresponsal de Ponz lo cita expresamente: «…en el remate las armas de la ciudad. En lo más alto hay una estatua, que representa la Justicia, y debaxo se lee: Esta ciudad mandó hacer esta obra de estos soportales siendo Corregidor en ella por S.M.D. Juan de Lodeña, año de 1586. (Ponz, A: Viage de España, Madrid, 1784, tomo VII, p.171).
Archivo Municipal de Trujillo. Acuerdos, 21 octubre 1585, 1-2-10.
Existen inscripciones en el banco del retablo y en las bases de las esculturas que avalan su autoría. El retablo fue donado a la iglesia de Garciaz el pasado año, en el ábside de la citada parroquia luce este soberbio ejemplar neogótico, uno de los pocos ejemplos artísticos que conservaba Trujillo de la cultura artística modernista de principios del siglo XX.