POR FRANCISCO JOSÉ ROZADA MARTÍNEZ, CRONISTA OFICIAL DE PARRES-ARRIONDAS (ASTURIAS).
(Anotaciones sobre el inventor y creador del mismo en el año 1896)
Cuenta para la Real Academia de la Historia el crítico y comisario de exposiciones el asturiano Francisco Crabiffosse Cuesta cuando escribe sobre Octavio Bellmunt y Traver, que éste nació en Avilés el día 23 de marzo de 1845 en el seno de una familia culta, que su padre era médico titular de Avilés y su madre, profesora de Latín y Francés.
Estudió medicina en Madrid y Barcelona, licenciándose en esta última y desarrollando casi toda su carrera profesional en Gijón.
De fuerte personalidad, se dedicó de forma preferente a la tocoginecología y escribió numerosas obras, siendo la más relevante la monumental enciclopedia “Asturias” que dirigió – junto con el rector de la Universidad de Oviedo Fermín Canella- y que fue editada en su propio taller de fototipia y fotografía.
Practicó varios deportes y era gran aficionado a la arqueología y a la música, siendo un virtuoso del violín.
Además de su labor clínica, tenía registradas varias fórmulas farmacéuticas bajo el nombre genérico de Especialidades Doctor Bellmunt.
Era miembro de la Sociedad Antropológica de Madrid, del Instituto Médico de Barcelona, de la Academia de Medicina Pública e Higiene de París, académico correspondiente de la Real de la Historia y de la de Bellas Artes de San Fernando.
Fue miembro fundador del Círculo de Instrucción y Recreo de Gijón y desarrolló una gran labor cultural y una no menos importante labor humanitaria.
Octavio Bellmunt y Traver falleció en Gijón el 8 de octubre de 1910.
En el capítulo dedicado a Parres en su monumental enciclopedia “Asturias”, anota Bellmunt que en el escudo (inventado por él, puesto que el concejo no lo tenía, como ocurría en otros casos) el primer cuartel del mismo hace alusión a Cangas de Onís por pertenecer Parres a su partido judicial.
Por ello Octavio Bellmunt inserta en el mismo a Don Pelayo y añade el anagrama Ave María como alusión a Covadonga.
Señala -de forma muy simplificada- que el segundo cuartel recoge cuatro rosas con flor de lis en el centro, así como una cruz y estrella de ocho puntas como alusiva a la familia de Domingo González de Argandona y Valle, que era Regidor Perpetuo y Alférez Mayor del concejo de Parres.
Añade el cronista que escribe estas líneas que -en relación a este cuartel en concreto- el señor Bellmunt podía ya haber “afinado” un poco más en la franja que separa horizontalmente la cruz de la Orden de Calatrava de la estrella, puesto que al tomar el ejemplo del escudo original de la familia Argandona no reflejó en la misma las seis casillas o escaques que sí contiene el ajedrezado del escudo original.
Este detalle se puede apreciar en el escudo de la fachada del Palacio de Coviella y -con más solera y antigüedad- en el cuadro del siglo XVIII que se conserva en el interior del citado palacio.
Por cierto ¿alguien reparó alguna vez que la cruz es realmente el emblema de la antiquísima Orden de Calatrava? Porque jamás lo leí en ningún sitio y -tanto en los modelos originales como en el escudo de Bellmunt- está claro que lo es, pero se va desvirtuando a lo largo de los años y vaya usted a saber en qué tipo de cruz acaba siendo.
La cruz de la Orden de Calatrava consiste en una cruz griega con los cuatro brazos iguales, de gules y flordelisada (con flores de lis en los extremos de los brazos).
Bellmunt y Traver creó el tercer cuartel bajo la recreación y memoria de los Estrada y Cordero de Nevares, señores del Coto Jurisdiccional de Las Arriondas.
Sin duda Octavio conocía el magnífico escudo de la que era capilla del Palacio de Nevares, en cuyo interior se conserva el mejor escudo del concejo de Parres desde el año 1682.
Del mismo tomó el águila sobre fondo dorado en la parte alta, mientras en la baja coloca dos escudetes y dos corderos, sobre fondo verde claro.
Para el cuarto cuartel reservó la reproducción del escudo que hace memoria de la Real Comunidad de San Pelayo de Oviedo, por su antiguo señorío en Llames y Soto.
(Ahí siguen en su monasterio ovetense las monjas benedictinas conocidas como “las Pelayas”, igual que lo llevan haciendo desde la Alta Edad Media; centro monástico que el rey Alfonso II dedicó a San Juan Bautista).
El timbre o corona sobre el escudo es fiel al que corresponde al Principado, similar a la corona real española, pero con cuatro diademas perladas, de las que son visibles sólo tres.
Dos ramas de laurel arropan finalmente al escudo de Parres desde hace 125 años.
FUENTE: https://www.facebook.com/franciscojose.rozadamartinez