FUE JOSÉ-ANTONIO LINAGE CONDE, CRONISTA OFICIAL DE SEPÚLVEDA Y RECONOCIDO HISTORIADOR, QUIÉN EN CONVERSACIONES SOBRE ESTE HECHO HISTÓRICO, ME TRANSMITIÓ LA INQUIETUD
Hasta el año 2015, nunca tuve noticia oral o escrita, relativa a los bombardeos aéreos que el pueblo de Cantalejo sufrió en julio de 1937. Fue José-Antonio Linage Conde, Cronista Oficial de Sepúlveda y reconocido historiador, quién en conversaciones sobre este hecho histórico, me transmitió la inquietud. Su familia y vida en Cantalejo, ser testigo de la noticia radiada en su infancia y su pasión por el hecho, me contagió la curiosidad por conocer la verdad sobre este hecho histórico, que ha llegado a nuestros días rodeado de misterio.
Puede sorprender que un hecho relevante de la historia de Cantalejo, no esté aclarado 80 años después, como ocurre con otros tantos de la Guerra Civil Española. Este suceso dramático, cuyo misterio suscitó sentimientos de frustración en quienes lo sufrieron y sus descendientes, propicia aún la propagación de hipótesis basadas en el sentir y parecer de los vecinos. Lo que empezó en conversaciones razonando posibilidades, causas, informaciones disponibles, etcétera, creó la inquietud personal, que unido a la profesión militar del que suscribe, me animó a buscar datos en los que sustentar una hipótesis que diera respuesta al misterio.
El objetivo no es en ningún caso, culpar o etiquetar de buenos o malos a los autores del hecho. Es la voluntad de encontrar la verdad de un hecho histórico basándose en los datos disponibles y en la creencia de que es el momento de la Historia y que “El único deber que tenemos con la Historia es reescribirla” (Oscar Wilde).
¿Quién y por qué bombardeó el pueblo segoviano de Cantalejo, los días 9 y 17 de julio de 1937?
Juan Boris Ruiz Núñez, de la Universidad de Alicante, publicó en 2014 en la Revista Universitaria de Historia Militar, el artículo titulado “El bombardeo aéreo como atributo de la guerra total: La población de la retaguardia sublevada como objetivo de guerra del Gobierno republicano” en el que atribuye el bombardeo de Cantalejo el 17 de julio de 1937 a la aviación republicana, relacionando el número de muertos y heridos y citando como fuente documental, la existente en el Archivo Histórico del Ejército del Aire en Villaviciosa de Odón (Madrid), del Estado Mayor del Aire, en el Cuartel General del Generalísimo (Salamanca).
Otros autores tratando del bombardeo aéreo a poblaciones (Cabra, Cáceres…etc.) citan el de Cantalejo, señalando la autoría republicana. Así el sacerdote Ángel David Martín Rubio de la Universidad San Pablo CEU en su artículo “Cáceres 1937, Bombardeos sobre la retaguardia”, relaciona el de Cantalejo entre los realizados por la República.
En Francia, la revista “La France Militaire” del 1 de septiembre de 1938 publicó un artículo del general A. Niessel titulado ¿Quién inició los bombardeos en la retaguardia? atribuye los bombardeos del 9 y17 de julio de 1937 a la República aportando la cifra de muertos (3 muertos y 1 herido en el primero y 12 muertos y 4 heridos en el segundo y 20 casas destruidas)… A nivel estatal, los estudios referidos, no parecen haber suscitado controversia ni desmentidos pero ¿ y en Cantalejo?
A nivel local he leído y escuchado personalmente las versiones de José-Antonio Linage Conde, Cronista de Sepúlveda, notario, doctor en historia y profesor en la Universidad de Salamanca y la del sacerdote Francisco Fuentenebro Zamarro, cronista oficial de Cantalejo, doctor en historia, prolífero autor y ambos dudan sobre quién fue el autor y cuál la razón del bombardeo.
José Antonio Linage refiriéndose al bombardeo empleó las palabras “extraño” y “misterioso” y Francisco Fuentenebro me comentó, que en el sentir popular existe la creencia, el sentir, el parecer, de que pudieron ser “los nacionales”.
En febrero y junio de 2005 (más de 12 años) en la publicación local ‘El Cantal’, números 8 y 10 respectivamente, publicaron sobre el bombardeo de Cantalejo los citados historiadores. Del Padre Francisco Fuentenebro transcribieron algunas páginas y de José-Antonio Linage, una tercera entrega de historia local, en la que se refería al extraño y misterioso bombardeo y a que escuchó junto a su madre en Madrid la noticia en la radio (a los seis años).
Las dudas de tan notorios historiadores son importantes y sus razonamientos dignos de ser tomados en cuenta y constituyen una llamada de atención. Cuando existen dudas es porque los datos disponibles no son claros y son insuficientes.
Las dudas de Francisco Fuentenebro, Cronista de Cantalejo y residente en la ciudad son llamativas y quedaron escritas: “…Los partes Oficiales de Guerra republicanos no mencionan el bombardeo de Cantalejo, tampoco los Partes Oficiales nacionales lo mencionan… Su autor, pudo pertenecer a uno u otro bando… El bombardeo fue una venganza… y otra duda ¿En circunstancias tan alarmantes pudieron bajar la guardia las autoridades segovianas y no controlar las incursiones aéreas hasta el centro de la provincia? Pero escribió también la afirmación humanitaria de que “…silenciar estos hechos dolorosos y dramáticos o no intentar aclararlos, es una deuda permanente con las víctimas…” y se preguntaba si algún día se descubriría la autoría.
Este será mi intento, que podrá ser contestado en su caso, aportando pruebas o datos, ya que el sentir, la especulación o el parecer no aportan veracidad a la Historia.
El hecho investigado debe encuadrarse en la batalla de Brunete, desencadenada por el Gobierno republicano, en los alrededores de Madrid entre el 5 y el 28 de julio de 1937 para detener la ofensiva nacional en el Norte y alejar el frente…etc. Las misiones realizadas por las respectivas aviaciones tenían por objeto favorecer la defensa o el ataque en dirección a dicha población y explotación del éxito o contraataques en su caso. Esto nos permite ceñirnos a los aviones existentes en tales fechas, sus características técnicas (velocidad, carga de bombas y tipo, pinturas y símbolos respectivos, los pilotos y su procedencia, tripulaciones de los respectivos aviones y cometido de las mismas) las misiones respectivas en retaguardia contraria, todo ello fue evaluado en informes realizados por militares de alto nivel de ambos bandos con responsabilidades en la batalla.
Fuente: http://www.eladelantado.com/ – Rafael Álvarez Rodríguez