POR FRANCISCO SALA ANIORTE, CRONISTA OFICIAL DE TORREVIEJA
Demografía y población
Como consecuencia de las dificultades económicas, las tasas de natalidad se mantuvieron bajas en los años cuarenta y cincuenta, mientras disminuía también, desde 1940, la mortalidad. A finales de 1939 permanecían en la población 9.272 habitantes, residiendo en Torrevieja diez años después, en 1950, 8.935 habitantes. Según el censo de 1940, la mayoría de la población activa se dedicaba al trabajo en las salinas, ocupando el segundo lugar la actividad pesquera. La entonces precaria actividad temporal del “turismo” no comenzaría a despegar tímidamente hasta finales de los años cincuenta.
Actividad laboral. Economía
La supresión del pluralismo político y sindical al finalizar la Guerra Civil, declara sometidos a responsabilidad política a quienes hubieran desempeñado cargos directivos en las organizaciones sindicales, estableciéndose un sindicato estatal, como instrumento de la economía nacional. Según el artículo 20 de la Ley de Ordenación Sindical de 1940: “La acción de los sindicatos en las esferas Nacional, Provincial y Local, se desarrollará en la disciplina del Movimiento y bajo las jerarquías de los mandos sindicales correspondientes a FET y de las JONS, que funcionaran respecto a los mandos políticos del partido con la subordinación que establecen los Estatutos del mismo”. Un Decreto de 13 de mayo de 1938 suprime los Jurados Mixtos y se sustituye por los Sindicatos Verticales en los que quedan encuadrados empresarios y trabajadores dentro de cada rama de producción, así también se crea un sistema de Seguridad Social del que destaca el Seguro de Vejez e Invalidez y el de Enfermedad.
Por otro lado, la economía de la población se vio condicionada, como en el resto del país, por las consecuencias de la contienda y por los efectos de la política autárquica implantada por el franquismo.
La Falange, tras la primera época de exaltación fascista y a partir de la derrota del Eje, quedó limitada al papel de control de la clase obrera en los sindicatos y de difusora de la ideología del régimen a través de la educación, la propaganda, etc. En el primer terreno su labor fue facilitada por la represión, que dejó sin cuadros y desmanteladas las organizaciones sindicales de clase:
“El obrero no es una pieza más en la maquinaria de la producción, no es una mercancía cuyo precio se mida por la ley de la oferta y la demanda, no, sino que es un ser humano, creado por Dios en el seno de una familia y llamado a rendir su tributo de amor a la grandeza de la Patria”
La pretensión retórica de la armonía entre Capital y Trabajo – simbolizada en las comidas de hermandad y actos folklóricos– hizo que en las filas de la burocracia falangista sindical se refugiasen los últimos y tolerados restos de las críticas genéricas contra el capitalismo y la proclamación de la Revolución pendiente. Todo ello enmascaraba la estrecha colaboración entre autoridades y patronos para controlar a la clase obrera.
Las Salinas
En las Salinas, durante la Campaña de extracción de 1940, se pudo sostener toda la plantilla de personal fijo, produciéndose en marzo una elevación de sueldos y jornales equivalente a un 25-30% de los entonces existentes. El obrero eventual pudo subsistir gracias a los frecuentes embarques que se realizaron hasta el mes de agosto y a la campaña extractora que dio comienzo en este mismo mes, no obstante al encarecimiento y condiciones en que se realizaba. La escasez de carburantes y de materiales para arreglar los numerosos desperfectos, así como la imposibilidad de adquirir nueva maquinaria, redujeron la extracción en las salinas.
(Continuará)
Fuente: Semanario VISTA ALEGRE. Torrevieja, 12 de noviembre de 2016