«MUCHAS GENERACIONES DE ESCOLARES SE PREPARARON INTELECTUALMENTE CON ÉL PARA QUE PUDIESEN SALIR DE LA ‘MISERIA CULTURAL’ A LA QUE HUBIESEN ESTADO ABOCADOS», AFIRMA FRANCISCO JAVIER GARCÍA CARRERO, CRONISTA OFICIAL DE ARROYO DE LA LUZ (CÁCERES)

Juan Ramos Aparicio (1915-2009) fue maestro, poeta, juez de paz, corresponsal de muchas publicaciones de su época, pero sobre todo fue un intelectual valiente. Maestro formado en la Segunda República por libre, fue amigo íntimo de muchas personalidades calificadas de antifranquistas y encarceladas por la dictadura. Cuando nadie se atrevía siquiera a nombrarlos, él los ensalzó y los hizo visibles para muchos lectores. El poeta Jesús Delgado Valhondo o los hermanos Pedro y Carlos Caba fueron reivindicados por este arroyano que nunca se cansó de cantar las virtudes de su pueblo allá donde se le pedía.

Juan Ramos Aparicio está de moda por dos motivos. El primero la publicación de ‘Arroyo, mi caro Arroyo’, un libro de Francisco Javier García Carrero, doctor en Historia, profesor en el IES Bioclimático de Badajoz y Cronista Oficial de Arroyo desde 2014. En este extenso trabajo sobre su paisano analiza su contexto histórico, su formación, su participación en la guerra civil española, sus cartas con los intelectuales de la época, la integración en el estado franquista, su labor docente y de apoyo a otros escritores y la polémica sobre su calle. Y éste es el segundo motivo por el que Juan Ramos está de actualidad: Un grupo de arroyanos ha recogido firmas para que tenga definitivamente una calle con su nombre en los pueblos donde ejerció el magisterio: Arroyo de la Luz y Alcántara. Ya han firmado importantes personalidades del mundo de la cultura regional. Las 1.400 firmas ya se han presentado en el consistorio arroyano acompañadas de un escrito para que se aborde en el pleno del ayuntamiento.

Juan Aparicio es autor de varios libros y poemas, la mayoría dedicados a su pueblo o allí donde ejerció como maestro. «Muchas generaciones de escolares se prepararon intelectualmente con él para que pudiesen salir de la ‘miseria cultural’ a la que hubiesen estado abocados», afirma Francisco Javier García Carrero.

Su trayectoria le granjeó reconocimientos y títulos ya en democracia como la Medalla de Alfonso X El Sabio, concedida en 1981. Un año después será declarado hijo predilecto de Arroyo de la Luz y al siguiente Cruz de la Orden de San Raimundo de Peñafort.

El Ayuntamiento de Arroyo de la Luz organiza desde 2005 un premio poético con el nombre de ‘Poeta Juan Ramos’, que es precisamente el nombre que quieren ponerle a la calle en su honor.

Ramos, reportero

Destaca especialmente su faceta de corresponsal. Escribió para muchas publicaciones de la época, pero especialmente para el ‘Extremadura’, nombre que entonces tenía la cabecera de este diario. El libro ‘Arroyo, mi caro Arroyo’ se detallan todas las publicaciones que su autor ha rastreado en la hemeroteca. Así, el 10 de septiembre de 1948 publica un suelto con el título ‘Rescoldo de un pasado de gloria, con mención de una anécdota íntima’. En septiembre de 1954 envió un artículo ‘Mi pueblo (recuerdos que no mueren)’. Cuatro años después publicaría unos versos dedicados a Carlos Caba. El 6 de enero del 1960 publicó una biografía de Luis de Morales y en mayo un artículo sobre su íntimo amigo, Pedro Caba.

La época más prolífica fue la década de los ochenta, en la que tuvo una sección habitual, convirtiéndose en reportero y redactor. Publicaba una página con el nombre genérico de ‘Hombres de Extremadura’, con gran éxito durante años. Con el director de ‘Extremadura’, Germán Sellers de Paz mantuvo una correspondencia constante, en la que le felicita por el éxito de sus artículos. Intelectuales extremeños de todas las épocas fueron diseccionados por la mirada de Juan Ramos Ramos: Carlos Caba, Pedro Caba, Pecellín Lancharro, Zurbarán, Godofredo Ortega, Luis de Morales o Delgado Valhondo, entre otros muchos. En total fueron 49 extremeños, la mayoría amigos íntimos.

Juan Ramos mantenía correspondencia con escritores de la talla de Camilo José Cela o el recientemente desaparecido Santiago Castelo.

El autor de ‘Arroyo, mi caro Arroyo’, ha tenido acceso directo al inmenso archivo de Juan Ramos, donde conserva su epistolario y los artículos publicados, que ha sido ordenado por uno de sus hijos.

Francisco Javier García ha redactado además junto al profesor José Antonio Pérez Rubio un documento para que solicitamos que la Junta Directiva del Grupo de Estudios de Historia Contemporánea de Extremadura (Gehcex) se pronuncie favorablemente a que el Ayuntamiento de Arroyo de la Luz rotule una calle con su nombre.

Francisco Javier García destaca finalmente de las múltiples facetas de Juan Ramos su bondad personal, su calidad humana: «Ayudaba a todo el que podía. Daba clases particulares a todo el que se lo pedía y los preparaba para entrar en magisterio, Renfe o en la Guardia Civil. Y sobre todo guiaba en sus primeros pasos a aquéllos que empezaban en la cultura».

Fuente: http://www.elperiodicoextremadura.com/ – Juan José Ventura