POR ANTONIO BOTÍAS SAUS, CRONISTA OFICIAL DE MURCIA
No era humo. Tres meses después de que el Ayuntamiento de Murcia iniciara los trabajos de recuperación del histórico palmeral de Santiago y Zaraíche, los casi 9.000 metros cuadrados sobre los que se asienta un vergel amenazado se han transformado en un espectacular huerto donde el agua vuelve a correr por los brazales.
El objetivo de esta intervención, que adoptó por la vía de urgencia la Concejalía de Modernización de la Administración, Calidad Urbana y Participación, que dirige José Guillén, era devolverle al lugar lo que nunca debió perder: su original distribución como una de las escasas porciones de la huerta que el ladrillo no arrolló de milagro.
El histórico huerto de palmeras datileras se encuentra encajado entre las avenidas Reino de Murcia, Juan de Borbón y Ciudad de Aranjuez y está incluido en el Catálogo de Árboles Históricos y Monumentales de Murcia. En el mismo entorno discurre la Acequia de Zaraíche, que toma su caudal de la Acequia Mayor Aljufía. Algunas de las palmeras superan los 150 años de antigüedad. El palmeral, en realidad, son dos. Uno, el llamado Grande; y el otro, el Chico. Ambos están separados por unos 350 metros de distancia y sirven de hogar para especies de aves como la abubilla, la tórtola turca y la cotorra argentina.
El proyecto realizado ha permitido asegurar la continuidad del sistema de riego tradicional, tanto el que proviene de la historia Acequia de Zaraíche -que nutre el palmeral-, como el Azarbe del Cantino, que recoge el agua sobrante de aquel. Además, se ha procedido a la plantación de nuevas palmeras en el entorno, que ya se vio afectado por un incendio acaecido en septiembre de 2008.
Los trabajos también se han centrado en arrancar las hierbas perjudiciales y acondicionar el suelo, así como proceder a la poda y limpieza de los ejemplares, acondicionar el terreno y comprobar el estado general de la plantación. El proyecto incluye un estricto control de plagas, sobre todo orientado a la exterminación del temible picudo rojo.
¿Y ahora qué?
El tratamiento consiste en la aplicación de entre seis y siete fumigaciones al año con insecticidas pulverizando la corona de hojas y la base en el caso de las palmeras con «hijos». La iniciativa de la Concejalía incluye la creación de la llamada figura del custodio del territorio, que consiste en facilitar la participación en la gestión del palmeral de asociaciones, fundaciones u otros organismos sin ánimo de lucro.
Asegurada la pervivencia del palmeral, el concejal Guillén ya ha dado el visto bueno a la segunda fase del proyecto, que permitirá abordar «las intervenciones necesarias para permitir el uso ciudadano del espacio del Palmeral Grande en condiciones de seguridad». Nuevo plazo: Tres meses a contar desde la adjudicación.
Las obras consisten en establecer «una red de andenes que faciliten los tránsitos peatonales» y permitan realizar las labores de mantenimiento del palmeral. Los andenes se formarán, según reza el proyecto al que ‘La Verdad’ ha tenido acceso, «mediante la aportación de zahorras naturales y capa final de alberos almagra. Junto a los mismos se establecerá un canal de riego delimitado por tierras de la propia excavación».
El trazado ortogonal de los andenes acompañará a las alineaciones de ejemplares que aún se conservan. En algunas de sus intersecciones se proyectan «unos sobreanchos con el fin de establecer lugares de estancia y posibles actividades», donde se instalarán bancos de asiento. De igual forma, se realizarán plantaciones de arbolado mediante ejemplares seleccionados «de membrilleros y granados.
También algunos cuarteles se destinarán a plantaciones arbustivas de acantos, lirios y tapizantes de vinca. En otros crecerán herbáceas como alfalfa, manzanilla, trigo raspinegro y cebada». El azarbe del Cantino requerirá de un proceso para eliminación del cañar y consolidación de ribazos, consistente en el revestimiento de manta orgánica y lámina de polietileno. Posteriormente se realizará plantación de baladres, saucos, mirtos, mimbres, lavandas y herbáceas, formando el estrato inferior que acompañará a los álamos (Populus canescens ) ya plantados. Por último se balizarán las entradas para impedir el paso de vehículos no autorizados. El proyecto saldrá a concurso por un total de 66.823,64 euros y tendrá que realizarse en 3 meses.
Fuente: http://www.laverdad.es/