EL HÓRREO DEL SIGLO XVI DERRIBADO EN SAMA DE GRAU VUELVE A LA VIDA
PARTICIPA GUSTAVO ADOLFO FERNÁNDEZ FERNÁNDEZ, CRONISTA OFICIAL DE GRADO (ASTURIAS).
En octubre de 2022 un camión sin conductor se fue en una cuesta y echó al suelo uno de los hórreos más valiosos de Asturias, y una pieza insustituible en el concejo moscón, el llamado ‘hórreo de Fonso’, uno de los doce de Asturias datado con precisión antes del siglo XVI. Fue un mazazo para la familia propietaria, para los vecinos y para el concejo entero, y también para todos los amantes del patrimonio asturiano. Su reconstrucción no ha sido fácil, ya que se requerían permisos y una tramitación compleja, pero ya es una realidad, y el hórreo está en obras, ya sobre sus pegollos. Ha sido posible con el asesoramiento del experto Ar-mando Graña, y con la buena ar-tesanía de la carpintería Grana y del cantero David Oyarbide. «Lo primero de todo expresar nuestra alegría ya que después de año y medio el hórreo vuelva a estar donde siempre, 500 años conviviendo dentro de nuestro pueblo, así que como propietarios y como vecinos estamos muy felices de esta recuperación», señala la familia, que agradece tanto el apoyo de los expertos y la carpintería como el empeño mostrado por el cronista oficial de Grau, Gustavo A. Fernández, que siempre apostó por la restauración de la pieza y no se resignó a su pérdida. «La empresa de carpintería Grana han sido unos excelentes profesionales y han hecho un trabajo impecable siempre con la máxima profesionalidad y todas las facilidades, sin duda han sido de 10 y por otro lado, Armando Graña, uno de los mayores expertos en hórreos de Asturias, que se ha desvivido y nunca será suficiente el agradecimiento a su tra-bajo. También hay que destacar el trabajo del cantero David Oyarbide y la ayuda prestada por Gustavo Fernández, cronista de Grado y también gran conocedor del mundo del hórreo y de los vecinos del pueblo que han es-tado siempre ahí. Así que esperamos poder finalizar la restauración en poco tiempo y que al menos el hórreo pueda estar entre nosotros otros 500 años», destaca José Fonso, de la familia propietaria.
