POR RAFAEL SÁNCHEZ VALERÓN, CRONISTA OFICIAL DE INGENIO (LAS PALMAS).
Según las previsiones, se consideraban necesarias distintas infraestructuras para la puesta en servicio y operatividad del lazareto sucio construido en Gando, inaugurado en 1893. Por un lado, el abastecimiento de agua, que ya había quedado resuelto con la compra de 20 horas de dula al heredamiento carrizalero y la construcción del faraónico acueducto de siete kilómetros que desde Carrizal llevaba el suministro hasta un depósito en sus aledaños. Por otro, las comunicaciones terrestres, que llevarían consigo la construcción de una carretera; y marítimas, para cubrir el transporte de personas y abastecimiento de enseres a un lugar por aquella época aislado y alejado de la capital, a la vez que dotarlo de un muelle que sirviera para atracar los barcos de procedencia “sucia”.
Los primitivos caminos al Lazareto
Para llegar por tierra a Gando desde Las Palmas había que tomar la carretera, recién terminada a finales del siglo XIX que por Telde comunicaba con Ingenio, para tomar una desviación hacia Gando, además de un antiguo camino que unía la ciudad de Telde con Gando, atravesando el paraje de Jerez y los bajos del Goro que debía salvar la hondonada del barranco de Silva. Se dio el caso en 1894, que en la visita que el Gobernador Civil de la Provincia giró a las recién terminadas obras del Lazareto, acompañado del ingeniero ejecutor del proyecto y director de las obras Juan de León y Castillo, y Tomás García y Guerra, en representación de la casa rematadora, la comitiva había llegado a Gando después de transitar desde Las Palmas por la carretera del Sur y tomar la desviación hacia el “camino de Gando”, pasado el barrio de Aguatona en las cercanías del pueblo de Ingenio, camino que León y Castillo había mandado limpiar el día anterior. Desde la villa de Agüimes existía un primitivo camino de herradura (camino real) que pasando por Carrizal conducía a Gando y desde Ingenio otro que transcurría cerca de la falda norte de la montaña Marfuz y los Moriscos, conocidos y transitados desde el siglo XVI para el transporte de mercancías al puerto natural de Gando.
Los primeros proyectos
El año 1894 marcaría el inicio de la atormentada vida de aquel gran despropósito histórico que fue el Lazareto de Gando, que casi nunca se utilizó para el fin para el cual se había construido. En los primeros meses se anunciaba que pronto entraría en servicio al estar las obras terminadas, pidiéndose informes a la Dirección General de Obras Públicas sobre la necesidad de construir un muelle y ramal de carretera para facilitar el acceso, debiendo empezar a prestar servicio en el ejercicio económico de 1895.
Por el mes de abril de 1899, se encontraba en Las Palmas Mariano Belmás, ex senador y diputado, director de la Gaceta de Obras Públicas que desempeñaba un importante cargo en el Ministerio de la Gobernación; por orden del ministro giró una visita a Gando para elaborar un informe sobre el Lazareto, manifestando que lo primero que pediría al Gobierno sería un muelle de desembarco y un trozo de carretera que lo comunicara con la del sur de la isla.
Ya a principios de 1902 se estaban ultimando los interminables planes sobre un muelle y carretera en Gando, así como los presupuestos para hacer reparaciones en las dependencias del Lazareto. Desde el Ministerio de Obras Públicas se pedía con toda urgencia el proyecto al Gobierno Civil de Canarias que fue firmado por el ministro. El diputado García Guerra gestionaba activar la subasta, en vista que la acción del tiempo destruía el Lazareto, las estufas estaban poco menos que perdidas, el mobiliario se hallaba deteriorado y las ropas para el servicio de los distintos departamentos casi inservibles. Todo revelaba en el Lazareto el mayor abandono y la administración más desastrosa, noticia que se extendió por todos los puertos intercontinentales en virtud de las continuas epidemias que se transmitían por el medio marítimo.
Desde medios internacionales se elevaban quejas, en razón a que los muchos millones de pesetas que el Estado había invertido en su puesta en servicio resultaban inútiles y a pesar del tiempo pasado desde su terminación carecía de mobiliario completo, mientras que las obras terminadas evidenciaban un deplorable estado de conservación y sus desiertas salas solo servían de guarida de animales, agravados por no estar trazada la carretera que había de poner en comunicación el Lazareto con el resto de la Isla, al igual que la construcción de un desembarcadero.
Consolidación de los proyectos
Las recomendaciones hechas por el todopoderoso e influyente Fernando León y Castillo para los trabajos necesarios, dirigidas a otro grande la política española de la época, Canalejas, y el trabajo incesante del diputado García Guerra en 1902 aceleran la subasta del muelle del Lazareto de Gando, ordenándose además las reparaciones del edificio y la expropiación de terrenos para el camino que comunicaba con el Lazareto. La subasta se llevó a cabo el día señalado en la dirección General de Sanidad en Madrid y en el Gobierno de la Provincia de Canarias, consistente en “obras de reparación del Lazareto de Gando y construcción de un muelle y camino de servicio para el mismo”, que fue declarada desierta en la provincia y se ignoraba si en Madrid se habían presentado ofertas. El eterno pleito insular seguía alimentándose y se manifestaba en la pugna entre Gran Canaria y Tenerife con un mismo tema de fondo que a los políticos resultaba prioritario para las islas que representaban. Así, el anuncio para la subasta de las obras de construcción del muelle del Lazareto de observación en Santa Cruz de Tenerife y las plicas para su ejecución y subasta de obras van mitigando los agravios de Tenerife, aireado por su prensa sobre que Fernando León y Castillo en la Corte “tiraba siempre para Gran Canaria” en virtud de su trasnochado insularismo.
Aprobación
Por la Dirección General de Obras Públicas se aprobó en 1911 el proyecto de la carretera de tercer orden desde Lazareto de Gando a la de Las Palmas-San Bartolomé de Tirajana. Por parte del Cabildo Insular se proyectó en 1914 como urgentes las carreteras que enlazaban el Lazareto con la carretera del Sur (6 kms.) y de ésta al faro de Maspalomas por el Carrizal, Arinaga, Sardina y Juan Grande (21 kms.), proyecto que tardaría tiempo en realizarse.
Actuaciones del Cabildo de Gran Canaria
En plena Gran Guerra, por 1916, el Cabildo toma las riendas de la administración del Lazareto con carácter de usufructuario, después de la nefasta trayectoria de administración por parte del Estado. Carreteras y establecimientos benéficos van a ser sus principales objetivos en una época de carencias en la que era prioritario el ramal desde la carretera Telde-Ingenio hasta el Lazareto por el Goro, cuyo proyecto se encontraba avanzado, lo mismo que al faro de Maspalomas desde el Carrizal. Se comentaba que el Gobierno trataba de habilitar el Lazareto para dar alojamiento a los alemanes destacados en Fernando Poo. Se cambian los planes para destinarlo para manicomio y colonia de niños pretuberculosos y establecimiento provisional de elefanciacos, mientras se desmoronaba por la acción del tiempo y el abandono. Los trámites para el traslado de enfermos debían acelerarse por la hacinación en el Hospital de San Martín, teniendo en cuenta que según informaciones se iba a construir en 1917 una carretera que uniría la rada de Gando con los pueblos vecinos que se utilizaría como puerto para las exportaciones de productos agrícolas de la zona; con la instalación de una línea telefónica que atraería las industrias.
La carretera del Goro y la epidemia de fiebre española
El Cabildo informa favorablemente en 1917 sobre el proyecto de carretera de tercer orden del Lazareto de Gando a empalmar con la de Las Palmas a San Bartolomé de Tirajana y a principios de 1918 el B.O.C. publica relación de propietarios afectados por la expropiación de terrenos. Fue éste un especial año para la historia de Lazareto, pues fue lugar de acogida de los pasajeros infectados de gripe española del buque de pasaje Infanta Isabel. Ese año la vía que unía la carretera Telde-Ingenio con el Lazareto, conocida posteriormente como carretera “del Goro” se encontraba recién terminada, pero solamente hasta una finca particular distante dos kilómetros del Lazareto, el resto había que hacerlo a lomos de camellos a través de un arenal. Esta carretera era la única vía para la comunicación rodada que unía el Lazareto con la de Ingenio a Telde y su continuación hacia Las Palmas y se encontraban sus obras paralizadas por falta de fondos en el Cabildo, siendo de necesidad urgente su continuación para los envíos de materiales, medicinas y los viajes que constantemente tenían que efectuar los médicos, por lo que se insta al Cabildo para disponer libramiento por el resto del presupuesto. Un cruce de oficios se produce entre las altas esferas de la administración referentes al urgente asunto. A instancias de la Junta Insular de Sanidad se pide al alcalde de Las Palmas acondicionar un paso provisional en el tramo que faltaba y éste a su vez remite la misma petición al Ministro de Fomento para que diera órdenes terminantes a la Jefatura de Obras Públicas en Gran Canaria a fin de que habilitara el paso necesario a un carruaje. La Junta Insular de Sanidad insiste en el mismo sentido ante el Ingeniero Jefe de Obras Públicas y éste a su vez contesta a las autoridades sanitarias que no veía inconveniente para la habilitación de paso provisional en la utilización de la explanación que estaba realizada.
El Lazareto y el Aeropuerto de Gando
La Gaceta de Madrid de 1 de enero de 1928 publica una Real Orden mediante la cual el Ministerio de Fomento adjudica al Cabildo la construcción de las obras de los trozos de carretera comprendidos entre la que une el Lazareto con Gando y la que va de Las Palmas a San Bartolomé de Tirajana; y la del Faro a Maspalomas con el trozo primero de la sección de Arinaga basta el final, obras que hacía muchísimos años que estaban proyectadas y que abrían un nuevo horizonte a la zona meridional de Gran Canaria, en razón a la proyectada creación de un aeropuerto en Gando, donde el Lazareto se utilizaría como taller de reparación para los aparatos aéreos de mar y tierra, y anfibios.
Ya en 1930 se continúan los trabajos de los dos trozos o secciones de la carretera del Lazareto de Gando a Maspalomas. En la Presidencia del Consejo de Ministros se tramitaba el expediente administrativo de creación del aeropuerto marítimo-terrestre en aquel paraje, hasta que por Real Orden del Ministerio de Fomento se declara a Gando en Gran Canaria, aeropuerto nacional el 7 de abril de 1930, procediéndose por el correspondiente Ministerio a ordenar la realización y ejecución de los proyectos necesarios, para que entrara en funcionamiento plenamente. Lo primero que se precisaba era poner la carretera de Gando en las mejores condiciones procediéndose a su asfaltado.
Por el Gobierno Civil, en junio de 1934, se hizo público haber sido recibidas definitivamente las obras de la contrata de riego superficial de betún asfáltico para conservación del firme de los kms 1 al 5 de la carretera del Lazareto de Gando a la de Las Palmas a San Bartolomé de Tirajana al Faro de Maspalomas por el Carrizal.
Las comunicaciones con el Sur, mejoras y nuevos proyectos
En agosto de 1938 se inauguró el tramo de carretera que unía el Lazareto con el Carrizal por la costa que a su vez quedaba conectado con Arinaga y se llegaba hasta Juan Grande, estando en proyecto hasta Maspalomas. El Lazareto se encontraba unido por las carreteras del “Goro” hacia Telde y Las Palmas y por el Carrizal hacia el Sur, impulsándose el desarrollo de la comarca donde existían importantes cultivos de tomates y poblados de pescadores.
Por 1944, en las cercanías del Lazareto se plantaron infinidad de pinos marinos para evitar el desplazamiento de la arena y se proyectaba una carretera por la costa hacia Las Palmas que acortaría el trayecto, carretera empezada posteriormente y abandonados los trabajos, de la que quedan vestigios de su trazado y muros de contención en Barranco Hondo en el litoral Ojos de Garza-Melenara y un puente de hormigón en el barranco de las Bujamas, derruido en época reciente.
Con las sucesivas ampliaciones de las modernas instalaciones del Ejército del Aire en el interior de Lazareto que desvirtuaron la esencia de su arquitectura, el abandono del acuartelamiento de los vetustos pabellones por otros fuera de su recinto, el Lazareto fue perdiendo su protagonismo hasta encontrase en el lamentable estado en que hoy está. Las vicisitudes para su comunicación se habían terminado en la década de 1960 con la construcción de una autopista desde Las Palmas y su continuación posterior hacia el sur.
A modo de conclusión
El viejo proyecto de un muelle en Gando se va olvidando con el tiempo. Felizmente nunca se llevó a cabo. La bahía de Gando, puerto natural, con sus mansas aguas, lugar histórico de desembarco de conquistadores y su hermosa playa, conservan su configuración natural, mientras el Lazareto con sus desvencijados muros y salas, y su artístico templete, restaurado en parte recientemente, además del depósito de agua conservado desde su construcción se difuminan en medio de los pabellones de la Base Aérea.