POR ALBERTO GONZÁLEZ RODRÍGUEZ, CRONISTA OFICIAL DE BADAJOZ.
En aplicación del buenismo y tolerancia, podría revivirse la idea de sentar en Navidad un pobre, o un diferente, en la mesa propia.
VIvimos una época de buenismo. Las carreras, mercadillos, rifas, migas, y toda clase de actividades llamadas solidarias se multiplican para recabar ayuda destinada a los necesitados. No hay entidad o grupo que no las organice aunque sea a nivel reducido.