EL LEÓN Y LA COLUMNA. VIVIR DE GORRA
Dic 12 2018

DE ALBERTO GONZÁLEZ, CRONISTA OFICIAL DE BADAJOZ

Un sereno

Hasta no hace mucho, cuando el respeto hacia uno mismo hacía inimaginable salir a la calle con pantalón corto, en camiseta, o con la camisa por fuera de la barriga, mucha gente, además de vestir con dignidad de acuerdo con su oficio o rango social, usaba gorra de plato.

No hablamos de los que la tenían por uniforme, como militares, policía y otros cuerpos armados, o los colectivos civiles que también la incorporaban al suyo, como carteros, taxistas, serenos, barrenderos, jardineros, guardas de parques y jardines y otros empleados municipales (hasta los laceros capturaban a los perros luciéndola ) conductores y revisores de tren y autobuses públicos; ordenanzas, bedeles, porteros de hoteles, acomodadores de teatros, cines y plazas de toros, y muchos más.

Articulo de Alberto Gonzalez

No. Hablamos de los que la utilizaban voluntariamente porque su uso confería dignidad, un plus de autoridad a su función, y en ciertos casos garantizaba su fiabilidad y la propina por sus servicios.

Consumeros, repartidores, cobradores domiciliarios, empleados de pompas fúnebres y otros muchos colectivos se acogían a la solemnidad de una buena gorra de plato. A nadie se le ocurría pedir el aguinaldo navideño por las casas sin calarla. El popular mozo de cuerda conocido a nivel popular como “Cojo de las Maletas”, familiar en el paisaje badajocense de los pasados años cincuenta, se distinguía, además de por su peculiar bamboleo al andar, por su enorme gorra de plato, distintivo de su gremio. Eran los tiempos en que sin gorra de plato, en ciertos niveles laborales y sociales uno no era nadie, o resultaba poco de fiar.

Prenda distinta era el sombrero, que como hoy el lacito amarillo, sirvió en una época para distinguir a los que circulaban por la izquierda de los que lo hacían por la derecha.

Figura de nuestro tiempo, epígono de las de antaño, es el “gorrilla” que oficializa su actividad con ella. Junto a la que también circulan por Badajoz pintorescos ejemplares que lucen igualmente espectaculares gorras de plato.

Del respaldo que para la supervivencia de muchos, como identificativo del ejercicio de algún oficio o servicio y garantía de probidad que suponía su uso, deriva en su versión moderna la vieja expresión “vivir de gorra”. Hoy, los que viven de gorra, que son legión, son precisamente los que van sin gorra.

Fuente: Periódico Hoy de Extremadura

Add your Comment

Calendario

noviembre 2024
L M X J V S D
 123
45678910
11121314151617
18192021222324
252627282930  

Archivos

UN PORTAL QUE CONTINÚA ABIERTO A TODO EL MUNDO