POR JOAQUÍN CARRILLO ESPINOSA, CRONISTA OFICIAL DE ULEA (MURCIA)
Recuerdos de la infancia, me traen a la memoria un juego que era popular en Ulea y que se jugaba desde primavera hasta el otoño, y, participábamos todos los niños; tanto en el recreo de la escuela como por las calles del pueblo, dado que la circulación rodada era escasa. Siempre haciendo buen tiempo, que en Ulea eran las tres cuartas partes del año, los niños correteábamos por las calles jugando al marro.
En el juego del marro, participábamos muchos niños, ya que no era preciso disponer de material especial y, por tanto, era asequible a todos los niños que no padeciéramos ningún defecto físico que nos lo impidiera. Como además el terreno de juego era la calle y plazas del pueblo, con solo unos 20 por 20 metros de espacio liso, teníamos suficiente.
Para jugar al marro, se dispone de dos equipos con cuatro o seis jugadores cada uno y, la exigencia mayor es tener una buena velocidad de carrera.
En este juego, participábamos niños desde los 7 a los 13 años. Aún hoy, aunque muy poco, se practica en el recreo de los colegios; a diferencia de antaño que jugábamos en plena calle.
Es de notar que siendo un juego tan popular en Ulea, no participaban las niñas ya que se requería buen fondo físico y contactos, a veces bruscos, al ser tocadas y, esas circunstancias privaban a las féminas de dichos juegos; aunque a veces jugaban entre ellas. Claro está ¿Cómo iban a mezclarse niños y niñas si en las aulas no nos permitían que estuviéramos juntos?
El objetivo del juego radica en capturar el mayor número de jugadores del equipo contrario y, a la vez, evitar ser capturado. Al final gana el equipo que mas jugadores haya capturado o tocado y, si acabase en empate, vencerá el que más coladas hubiera conseguido.
Para dar comienzo el juego, el jugador tiene que pedir marro pero, con antelación, tiene que pisar el centro de la pista de juego. Conforme se van acotando a los contrarios, van quedando detenidos formando una fila, siendo rescatados cuando un compañero en juego haga una incursión y toque el cuerpo de sus compañeros- en cualquier parte de su anatomía- siempre que no sea tocado por el equipo que vigila a los apresados. Si así es el caso, dicho jugador queda liberado y puede seguir jugando.
Cuando un jugador es considerado acotado, tendrá que salir obligatoriamente del terreno de juego por las líneas laterales. No se puede acotar a un jugador, si el atacante no ha pedido obligatoriamente marro. Si se acotara a dos jugadores a la vez, solo quedará retenido uno de ellos.
Para comenzar el juego, se hace previamente un sorteo, con el fin de determinar a que equipo le toca pedir marro y, a quien le corresponde iniciar el juego. Ambos equipos estarán colocados en las líneas de fondo y, no se podrá pedir marro antes de llegar al punto central o punto de partida. Una vez sobrepasado dicho punto, dirá en voz alta ¡marro! y, de inmediato, podrá correr a capturar a un jugador contrario y, éstos a su vez, correrán para evitar la captura, esquivando al atacante que intentará hacer un toque, en cualquier parte del cuerpo. En la retirada, para regresar a ocupar tu puesto, podrás ser defendido por un compañero de tu equipo, intentando acotar al acosador que a su vez podrá regresar a su campo y evitar ser tocado.
Al ser tocado un jugador, tendrá que saltar el puente y quedar quieto en una línea de la banda a la espera de ser rescatado; si es que lo consigue.
Cuando un jugador es apresado, el equipo atacante envía a un nuevo jugador a que diga ¡marro! con el fin de que pueda seguir atacando y capturando a nuevos jugadores que quedarán retenidos en la misma línea que los apresados con anterioridad.
Para liberar a cualquier apresado, es preciso que un compañero de equipo, toque a un contrario sin que sea tocado a su vez. Si lo consigue tocar y liberar, dice: ¡mío! y, ambos vuelven a sus puestos, para seguir jugando. El juego se termina cuando todos los jugadores de un mismo equipo han sido acotados. También, cuando un equipo consigue cinco coladas (una colada se consigue cuando irrumpes en campo contrario y regresas al tuyo, sin ser tocado).
Por tal motivo, para jugar al marro se precisa buena preparación física; con el fin de correr mas que tu competidor y, evitar ser alcanzado por el contrario o bien, correr tras el para conseguir tocarle. Pero, además de correr, se precisa habilidad para driblar al contrario y evitar ser tocado.
Algunas veces jugaban las chicas, pocas veces, pero solo entre ellas. Salvo raras excepciones, en el juego del marro no se mezclaban chicas y chicos.