POR MANUEL GARCÍA CIENFUEGOS, CRONSITA OFICIAL DE MONTIJO Y LOBÓN (BADAJOZ)
Las hijas de Santa Clara han sacado para recibirla el mejor ajuar, las mejores galas, los mejores cantos, los más alegres volteos de campanas, para esta madre que porta la sonrisa de la infancia de un niño. Las clarisas tienen hasta mañana en su casa a la que es Fuente de Salvación, que año tras año los favores que hace, sus hijos pregonan. Lo han hecho desde el servicio, para estar con ella, desde ella y ser de ella.
El paño de altar, mesa y ambón proceden del legado -año 1752- de don José Olías Zabala, sobrino de don Miguel de Zabala y Auñón, economista, regidor perpetuo de Badajoz, superintendente general de la Pagaduría General de Juros y Mercedes, tesorero del Ejercito y miembro del Consejo de Hacienda. Don Miguel tenía en el convento de Montijo una hermana, sor Rosa de la Concepción, y su sobrina, sor Andrea de San Miguel. Al convento fueron donadas estas piezas para el culto, junto con algunas obras de arte, entre las que destaca el cuadro del llamado por las religiosas: Cristo de la Reja, del pintor Luis de Morales, nombrado el Divino.