POR JUAN CUÉLLAR LÁZARO, CRONISTA OFICIAL DE LA COMUNIDAD DE VILLA Y TIERRA DE FUENTIDUEÑA (SEGOVIA)
(Fuente: http://www.eladelantado.com/)
El pasado fin de semana se ha celebrado el 50 aniversario del bar Melero, de Fuentesaúco de Fuentidueña, que abrió sus puertas en 1963, regentado por Nicéforo y Engracia. Situado en la plaza Mayor, en la que se cruzaban a diario mañana y tarde los coches de línea de Segovia y de Cuéllar, el bar hacía las veces de sala de espera y de albergue para todos aquellos que realizaban el trasbordo entre ambos. Nicéforo fue un hombre de muchos oficios, desde sastre hasta sacristán, así como también peluquero de caballeros y algo agricultor.
Actualmente son sus nietos Iván y José Ángel, ayudados por su madre Angelines, quienes dirigen el negocio, la tercera generación, y han querido celebrar el medio siglo de existencia con una fiesta para todos sus clientes y amigos. El viernes celebraron una fiesta de disfraces de los años 80 y el sábado un vermouth musical y una discomóvil, además de una exposición de fotografías durante todo el fin de semana. Ayer, un joven pintor de Valladolid realizó un cuadro para tener un recuerdo de ese día festivo.
El pasado fin de semana se ha celebrado el 50 aniversario del bar Melero, de Fuentesaúco de Fuentidueña, que abrió sus puertas en 1963, regentado por Nicéforo y Engracia. Situado en la plaza Mayor, en la que se cruzaban a diario mañana y tarde los coches de línea de Segovia y de Cuéllar, el bar hacía las veces de sala de espera y de albergue para todos aquellos que realizaban el trasbordo entre ambos. Nicéforo fue un hombre de muchos oficios, desde sastre hasta sacristán, así como también peluquero de caballeros y algo agricultor.
Actualmente son sus nietos Iván y José Ángel, ayudados por su madre Angelines, quienes dirigen el negocio, la tercera generación, y han querido celebrar el medio siglo de existencia con una fiesta para todos sus clientes y amigos. El viernes celebraron una fiesta de disfraces de los años 80 y el sábado un vermouth musical y una discomóvil, además de una exposición de fotografías durante todo el fin de semana. Ayer, un joven pintor de Valladolid realizó un cuadro para tener un recuerdo de ese día festivo.