EL CRONISTA OFICIAL DE LOS OSCOS, JOSÉ ANTONIO ÁLVAREZ CASTRILLÓN, SE OCUPÓ DE GUIAR A LOS MONARCAS POR EL INTERIOR DEL MONASTERIO
«Es un placer estar aquí siempre», confesó la Reina a los mayores de la residencia de Villanueva de Oscos, que esperaron estoicamente bajo la lluvia para saludar a los Monarcas a su paso por la capital del concejo. Tanto Doña Letizia como Don Felipe se detuvieron unos minutos para departir con los ancianos y saludarlos uno a uno, después de pasear por el interior del monasterio de Santa María y escuchar a ritmo de gaita el homenaje al gaitero local Firme de Batribán.
«Están muy nerviosos. Hicieron a mano las banderitas y la pancarta, llevan pintando dos semanas», precisó la cuidadora Azucena Rodríguez, que acompañó a la decena de usuarios presentes en la visita real. «Bienvenidos Majestades», se leía en la colorida pancarta. Ellos no ocultaban su felicidad ante esta singular aventura: «Es la primera vez que los veo y estoy muy contenta por poder hacerlo en persona», decía Elisa Expósito, natural de San Juan de Moldes (Castropol).
El cronista oficial de los Oscos, el profesor José Antonio Álvarez Castrillón, se ocupó de guiar a los Monarcas por el interior del monasterio de Santa María de Villanueva, joya arquitectónica de los Oscos. «El Rey se interesó mucho por las posibilidades de rehabilitarlo y hasta habló de la opción de lograr alguna ayuda europea», precisó el cronista. Pese a la rapidez de la visita, Álvarez Castrillón, se esmeró en dibujar la historia de este cenobio fundado a mediados del siglo XII por orden de Alfonso VII. «Traté de explicarles el por qué de una construcción tan soberbia aquí», añadió el cronista.
«Que sepamos, este Rey es el primero que pisa el monasterio», apuntó, al tiempo que señaló que Don Felipe, del que destacó su «cordialidad», estuvo más hablador que su mujer en este periplo y demostró, incidió el profesor, «conocer bien la historia».
El Ayuntamiento de Villanueva se volcó durante los días previos para que el monasterio luciera como nunca. Se retiraron construcciones modernas que afeaban la estructura original y se colocaron nuevas zonas ajardinadas para embellecer la entrada. Desde ayer, además, el monumento conmemorativo del galardón, obra del escultor José Ortiz, preside la entrada a este edificio tan singular.
Aunque hace poco más de un mes que el párroco Alejandro Sanzo ya no oficia misa en Villanueva y San Martín de Oscos -acaban de destinarle a Berducedo, en Allande, tras tres años en los Oscos- no quiso perderse esta ocasión tan especial. No desaprovechó la ocasión para recordarle al Rey un encuentro que tuvieron en el año 2000 en el concejo de Tineo: «Le conocí hace dieciséis años en Tuña, cuando aún era Príncipe y vino a entregar el Premio al ‘Pueblo ejemplar’. Lo tenía preparado, así que traía fotos en el móvil y se las enseñé. Se quedó sorprendido».
Otra protagonista en Villanueva fue la música, en concreto la del gaitero y mallador Fermín Díaz, más conocido como Firme de Batribán y fallecido en 2007. Al pie de la placa en su memoria un grupo de seis músicos de la comarca, capitaneados por el taramundés Manuel Enrique Fernández, «Nela de Bres», entonaron la Muñeira de Batribán, una de sus piezas más conocidas.»Firme fue un referente y esta pieza es la más apropiada, sin duda, para este momento», destaca Juan Carlos Quintana, navalleiro y músico.
Fuente: http://www.lne.es/ – T. Cascudo