La estatua dedicada a la beata Sor Francinaina Cirer abandonó este jueves el pedestal que ocupa desde hace 66 años en la Plaça de la Vila de Sencelles. A las ocho de la mañana los operarios procedieron a su traslado, con la ayuda de una grúa y sumo cuidado para no dañar el monumento que el pueblo sufragó por suscripción popular y que erigió en homenaje a su beata en 1955, con motivo del centenario de su muerte.
La escultura de Sor Francinaina Cirer, obra del escultor Jaume Mir, fue trasladada desde su ubicación original en la escalinata de acceso a la iglesia, hacia una pequeña terraza lateral. Allí permanecerá unas semanas, mientras se construye una rampa entre los escalones para dar acceso universal al templo. Posteriormente, tanto la escultura como el pedestal que forman el monumento de la Beata volverán prácticamente a su ubicación original, desplazada muy levemente para poder encajar la rampa.