POR MANUEL GARCÍA CIENFUEGOS, CRONISTA OFICIAL DE MONTIJO Y LOBÓN (BADAJOZ).
(Artículo publicado en Crónicas de un Pueblo). Este mes traigo a mi columna “Desde el Mirador”, la primera parte de la biografía del obispo don Manuel Fernández-Conde y García del Rebollar, vinculado a Puebla de la Calzada. “El callejero de Puebla de la Calzada nomina, en la barriada ‘La Concepción’, entre las calles Cervantes, San Pedro, La Ermita y Ramón y Cajal, la plaza Obispo Fernández Conde. Manuel Fernández-Conde y García del Rebollar nació el 8 de septiembre de 1909 en Puertollano. Emilio Fernández Conde, natural de Herencia (Ciudad Real) y Elena García del Rebollar de Madrid, fueron sus padres, y sus hermanas, Ana y Pepa. La familia llegó a Puebla de la Calzada, donde el maestro Emilio Fernández Conde ejerció en su escuela. Vivieron en la calle Calzada número 41. Manuel con trece años de edad llega al Seminario San Atón de Badajoz, entonces en la plaza Minayo, allí coincide en el curso, primero de Latín y Humanidades, con Manuel León Giraldo, luego alcalde de Lobón, y Luis Zambrano Blanco, fundador del Instituto Secular Hogar de Nazaret, declarado Venerable. En cursos superiores estudiaban: Leocadio Galán Barrena, fundador del Instituto Religioso de los Esclavos de María y de los Pobres, con sede en Alcuéscar, Santiago Polo Gutiérrez, natural de Montijo y párroco de Talavera la Real, y José Zambrano Blanco, arcipreste y párroco de Montijo. Los dos últimos cursaban segundo y tercero de Filosofía.
Las noticias del seminarista Fernández Conde concluyen en el curso 1927-1928 como alumno de primero de Filosofía, pues con dieciocho años es enviado para continuar su formación en el Pontificio Colegio Español de San José de Roma. Años después, en la Ciudad Eterna, obtuvo el doctorado en las facultades de Derecho Canónico y Filosofía, así como la licenciatura en Sagrada Teología. Ordenado sacerdote el 17 de marzo de 1934, cantó su primera misa en la festividad de San José. En 1939 comenzó a trabajar en la Secretaria de Estado del Vaticano, cursando estudios diplomáticos en la Pontificia Academia Eclesiástica, y en la Academia de Nobles Eclesiásticos, recibiendo el nombramiento de agregado a la citada Secretaría de Estado, al servicio de la diplomacia pontificia. En 1942, en plena II Guerra Mundial, Pío XII, antes cardenal Secretario de Estado, le concedió el título de Camarero Secreto Supernumerario, siendo diez años después Prelado Doméstico.
Tuvo una participación muy destacada en el Congreso de la Juventud Masculina de Acción Católica, celebrado en Santiago de Compostela en 1948. También en el Congreso Mariano de Filipinas de 1954. Y en la conmemoración del IV Centenario de la muerte de San Ignacio de Loyola, en 1956. En el Año Santo celebrado en 1950 fue nombrado presidente de la Comisión Española de Peregrinos a Roma. Contribuyó en la redacción del Concordato entre España y la Santa Sede, firmado por el cardenal Doménico Tardini y los ministros Alberto Martín Artajo y Fernando María Castiella, en 1953. Fernández-Conde fue consagrado obispo de Córdoba en la Basílica de San Pedro, por el cardenal Tardini, tras el nombramiento hecho, el 2 de febrero de 1959, por el Papa Juan XXIII”.
(La primera fotografía ha sido tomada del Facebook de “Encuentro entre poblanchinos”, publicada por Teodoro Gracia Jiménez. La segunda ha sido cedida por amigo Domingo Estévez, en la que se ve a Fernández Conde el segundo por la izquierda de pie, en la firma del Concordato entre la Santa Sede y España, año 1953. La tercera foto corresponde a una vista de la plaza Obispo Fernández Conde en Puebla de la Calzada. La cuarta fotografía recoge el fotógrafo Visam la visita que hizo el obispo a Montijo, 12 de mayo de 1959)
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