POR ANTONIO SÁNCHEZ MOLLEDO, CRONISTA OFICIAL DE MALANQUILLA (ZARAGOZA)
Lamentablemente hoy desaparecido, aunque se mantuvo en su lugar hasta los años 70, era una pieza de gran importancia para la musicología aragonesa.
Fue construido por Martín Navarro de Sesma en 1633. Este organero, descendiente de Navarra y padre del también maestro José Sesma se había encargado del cuidado de los órganos de la catedral de Huesca, entre 1617 y 1621. En 1628 construyó el órgano de Moyuela y el del Monasterio de Montearagón. En 1633 construyó el órgano de Malanquilla, en cuyo “secreto” podía leerse su nombre y el año. Entre 1631 y 1633 trabajó en la construcción del órgano del convento de los Padres Predicadores de Zaragoza y en 1644 en el órgano de la parroquial navarra de Monreal, su obra póstuma.
Aunque se desconoce el paradero del órgano de Malanquilla y su aspecto, bien podría ser como el que reproducimos a continuación, de Brea de Aragón, restaurado en 2009.
El de Brea está considerado un instrumento único y excepcional para la organería aragonesa junto con el de Villarroya de la Sierra. El el de Brea es una incógnita para los investigadores dado que cuenta con unas cajas que responden a un periodo del que no se conocen otros ejemplares en Aragón.
Además, no se conoce de José de Sesma una obra más antigua, ya que debió realizar allí su primera obra, lo que da a este instrumento un incalculable valor histórico. Martín de Sesma, padre de Joseph y organero, había muerto en 1646 y hasta 1651 no se conocía ningún trabajo en solitario de José. Tampoco se conocía ninguna caja de este organero, siendo el primer modelo conocido el del órgano de la iglesia de Acered de 1878.