POR EMILIO ESTEBAN HANZA, CRONISTA OFICIAL DE CANJÁYAR (ALMERÍA)
Nos parece que la figura del Papa Francisco representa, entre otras excelsas, tres cualidades: la actividad incesante, la insistencia en sus ideas y principios clave , y el abordamiento de temas vidriosos, huyendo de posturas diplomáticas, para manifestarse con la máxima contundencia y crudeza desagarradora. Y ello, conociendo que muchas realidades desenmascaradas le acarrearán tarde o temprano oposiciones y opositores.
Siguiendo la agenda papal se constata su continua presencia en todos los foros a su alcance, eclesiásticos y civiles; unas veces henchido de preparación teológica y otras improvisando espontáneos diálogos.
En la faceta de la “insistencia”, nos ha llamado la atención –entre otras muchas- su preocupación especial por la pobreza en el mundo y su línea con las “hermanas menores” de la pobreza: la austeridad y la humildad. Es verdad que los Pontífices de la Iglesia Católica se mostraron ocupados, y severos con el tema social y moral de la pobreza; y nos basta recordar, la Encíclica “Rerum Novarum”, de León XIII de 15-V-1.891; la “Cuadragésimo Anno” de Pío IX, de 15-V- 1931; la “Populorum Progressio”de Pablo VI, de 26 III de 1967; y la “Centesimus Anno”, de Juan Pablo II, de 1-V.1.891; y muchas más encíclicas y cartas que proclamaban al mundo unos principios y una “doctrina social de la Iglesia”.
Pero Francisco lo asume ahora con radicalidad y pertinacia, enfrentándose día a día, sin desmayo, a este problema mundial y exigiendo y condenando sin paliativos a gobernantes y responsables de toda índole . Y ello no solo condenando actitudes de corrupción sino la pasividad o poca firmeza en asumir y solventar el cáncer social de la pobreza.
En cuanto a otros principios insistentes de Francisco – dejando a un lado el Banco Vaticano y la sexualidad y sus fallos en la propia Iglesia, y a los “ carrieristas” – reclama nuestro Papa el diálogo y, más aun, el acercamiento y amistad a todo ritmo con los practicantes de otras religiones.
Me alegra -reforzando mi tesis de insistencia papal- recordar que en mi artículo de 16 de Mayo de 2013 en el Diario de Almería, narré un hecho publicado en el rotativo argentino “La Nación” en 2004 que relataba la amistad del Cardenal Bergoglio y el Rabino de la Beni Tikvá, Abraham Skorka, asistiendo juntos a una gran ceremonia judía; al comprobar que después de nueve años transcurridos, se produce hoy la visita del propio Rabino Skorka a Francisco en el Vaticano, y la entrevista entrañablemente amistosa y jovial, ausente de protocolo entre los grandes amigos católico y judío,
Y la tercera postura igualmente insistente de Francisco es la necesaria, fluida y cercana relación de los responsables eclesiásticos con los fieles de las parcelas gobernadas. Lo dijo como Cardenal a los Obispos argentinos; lo reiteró en la primera misa crismal, ofrecida como Papa: “Que los Pastores deben oler a oveja”. También lo referi en el Diario de Almeria el 11 de abril pasado, recogiendo, inluso, textos bíblicos y tesis de San Isidoro ad hoc.
Y hoy el Papa lo abunda machaconamente en otro ámbito: ante los NUNCIOS de todo el mundo. Les exhorta en la búsqueda de Obispos, que por encima de saberes y otros valores y virtudes, recaben auténticos PASTORES. Alfa y Omega, el 27 de Junio de 2013 destaca:“El PAPA PIDE A LOS NUNCIOS QUE BUSQUEN OBISPOS PASTORES”
Y añade, transcribiendo al Papa, después de aludir a otras buenas cualidades: “El primer criterio, es cercanos a la gente”; “Pero sobre todo PASTORES, ¿EH?. LO NECESITAMOS”. Y exige coherentemente la desaparición de la psicología de “Príncipes.
Hay que seguir –en esto también, parece elemental – las contundentes instrucciones del Papa. Hay, afortunadamente ingente cantidad de obispos que lo hacen ilusionados y son la luz para mirar y también orientarse los vocacionados prevalentemente por otros carismas,virtudes y caminos; para que los rediles sean atendidos en toda la cristiandad como Francisco quiere para su grey.
Somos muchos los convencidos de que Francisco es el hombre que la Providencia ha regalado para la hora actual a la Iglesia y al mundo.