POR MIGUEL ROMERO SAIZ, CRONISTA OFICIAL DE CUENCA
Me gustan las nuevas iniciativas, sobre todo, si están volcadas hacia la Cultura y en este caso, hacia el Arte como dimensión cultural. Creo que aquí el Ayuntamiento de Cuenca ha sabido estar dónde debía considerando aquella petición que un buen día, el Grupo de Arte 6 y un servidor, le ofrecimos para dinamizar recursos que una ciudad como Cuenca puede ofrecer.
Tiempos malos son, por eso de la pandemia que está marcando un «antes y un después» en la vida de las personas; pero cierto es también, que a tiempos malos o revueltos, ideas nuevas que refresquen y que ilusiones deben ir siendo consideradas, máxime cuando en su dimensión y práctica, las recomendaciones sanitarias son norma obligada y puestas en valor.
Creo que el Grupo de Arte 6 sabe estar en el camino acertado, por eso insisten en su «tozudez artística», generando proyectos, iniciativas o caminos nuevos, porque una ciudad como Cuenca está hecha para y por la inventiva creadora, donde lo plástico se simbiotiza con el volumen de la escultura, el diseño de nuevos edificios, recuperación de espacios y sentimientos de un florecer instintivo y necesario. Pero no quedará ahí eso, porque todas las Artes, entre las que la Fotografía, el Diseño, la Volumetría, el 3D o todo lo que abre espacios nuevos debe tener cabida en manifestaciones que permitan reflexionar sobre un nuevo futuro, no tanto en esa «nueva normalidad» que habla el gobierno y en la que deberemos caminar, pero sí en crear condiciones donde la perspectiva del conquensismo haga sentirnos mejor.
El Paseo del Huécar, es un lugar excelente, con un entorno privilegiado que hace de sus paseantes sentir la nostalgia de la ciudad colgada, la que tanto han cantado poetas, novelistas y viajeros, la que han pintado y esculpido los más grandes artistas del siglo XIX y XX, la que han fotografiado los más expertos del mundo y donde en tiempos del medievo, corrían los toros entre agua y tierra, haciendo sentir el pálpito de reyes como Felipe IV, pintores con Wingaerde o poetas como Federico Muelas. A los pies de un barrio de solera, el Cristo del Amparo y Tiradores, en ese caminar de la calle Tintes, en una puerta Valencia recordada, histórica, mientras la Casa de las Rejas nos recuerda leyenda, al lado de la monjitas concepcionistas, entre las Bernardas, frente al Matadero Viejo y la Cárcel o el antiguo Molino y las Casas Colgadas. Ahí, ¿dónde mejor?
Todo es sintonía cuando se desea; por eso «chapó» para la Concejalía de Cultura, al permitir inaugurar este Paseo del Arte, en el que todo aquel que sienta especial deseo por mostrar su creación podrá hacerlo, en esos espacios de visita, ocio, esparcimiento, naturaleza y música, la misma que entonan los grupos que en su Teatro Auditorio han ofrecido y sin duda, volverán a ofrecer. Música, Arte, Imaginación, Ocio, Sentimiento, Recuerdo, Historia, Belleza, Pasión…
Mi felicitación al Grupo de Arte 6, esos incansables artistas, Frodo, Doro, Tapia, Pellisa, Nico y el «Herrero de San Antón», artista especial e imaginativo de la forja, del fragmento perdido, de la idea imposible; a ellos, y a quienes ahora se irán apuntando como Ocaña, Orellana, Annais y un sinfín de creadores que ven en esta iniciativa, un foro de encuentro altamente interesante, adecuado y sincronizado con el tiempo de austeridad vírica, donde la imaginación debe de vencer al materialismo existencialista, ese mismo que a veces, rompe los moldes de todo cuanto debe tener sentido -sentido común-, lógica como ciencia eterna o realismo entre abstracción, impresionismo, expresionismo, surrealismo y todo cuanto ese ismo pueda convertir en Arte.
Fuente: https://eldiadigital.es/