POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
Esto era un matrimonio, entre joven y maduro. Él se llamaba Manuel, y le llamaban » Lin el de la María» porque su esposa tenía ese nombre, María .Y sucedió que un hijo, jugando a no sé qué, dio un golpe en la cabeza y tuvo un desprendimiento de retina en el ojo derecho. El oftalmólogo que lo vio, en la capital, recomendó una operación inmediata y como esto suponía un gasto imprevisto, y no había dinero, Lin pensó en vender a «La Graciosa», la mejor vaca de leche y de tiro que tenían en la cuadra.
Fue con ella a la feria para «ofrecerla» en 30 000 «riales» y venderla en 25 000.- Allí estaba la «Graciosa», limpia, brillante, turgente la ubre… En esto se acerca un «tratante» y se interesa por la res; no se habla de precio, sino de cualidades del animal. De repente entra en la conversación un nuevo posible comprador. Levanta el rabo a la vaca y observa sus «traseros», manosea la ubre y los «tetos», mira los cuernos y los dientes del animal… todo ello con gestos de desagrado, y dice: «Esti animal tien algo que no me gusta, non vale más allá de 15 000 riales».
Lin escucha y calla.- El tratante ofrece un precio cercano a los 20 000 y «hace que se va» para ver otras reses en venta.- El personaje primero vuelve a la «carga» y al desprecio: «Mira, Lin, si te dan 20 000, no lo dudes más. Esa vaca tien un daqué que non gusta».- Vuelve el tratante, sigue el regateo con Lin, y tras un largo «sube y baja», un apretón de manos cierra el negocio: 23 000 «riales».
¡Oiga!, me preguntarán, ¿quién era ese personaje que «mediaba», despreciando y ofreciendo a la baja?
¡EL PIGARRA!, amigos míos. Ese era y es EL PIGARRA , individuo que así define Xuan Xosé Sánchez Vicente en su «DICCIONARIU»: Persona que se dedica a actuar de tercero, en beneficio del tratante, en las compras de ganado.
¡Cuánto PIGARRA hay en este mundo! ¡¡EVITÉMOSLOS!!