POR JOAQUÍN CARRILLO ESPINOSA, CRONISTA OFICIAL DE ULEA (MURCIA)
El Diccionario de la Real Academia de Lengua Española, define al «porche» como un espacio abierto, junto al frontispicio de la vivienda, caserío o cueva; adosado a una de las paredes laterales del inmueble.
El porche, en las casas de mi pueblo, son un espacio ajardinado y amplio qué, en los días bonancibles, que son bastantes, se utilizan para relajarse y contemplar el paisaje bello e incomparable de la huerta.
Además, la brisa matutina te invita a desayunar y pasar un rato agradable y, por las tardes, relajarse al amparo de su sombra. Por supuesto, las noches estrelladas te permiten disfrutar de largas y amenas veladas.
Algunos caseríos disponen de porche amplio, por lo que pueden en estos tiempos aparcar el coche, la moto o la bicicleta; a la sombra, donde antes estaban aparcados los carros. Incluso si el espacio lo permite, pueden adaptarle una cocina exterior a la vivienda y colocar una mesa amplia para comer y tomar café en amena tertulia.
En los caseríos del campo de mi localidad, se han utilizado para aparcar los carros y carretas, así como los aparejos de las yuntas y las herramientas de labranza. Si, todo ello ribeteado por una extensa colección de macetas con espléndidas flores.