POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
LES XANES son, en opinión de muchos expertos, unas bellísimas mozas («perguapes», decimos los asturianos) de larguísima cabellera rubia que pregona el oro y los tesoros que estas hadas ocultan y custodian en las fuentes, charcas, pozos, cuevas donde viven; alejadas siempre de los habitats humanos pero cercanas a ellos para, con sus encantos, influir en la conducta de las gentes.
En unos casos, cambian sus hijos pequeños (xaninos y xanines) por los de los humanos para que estos los cuiden y críen e, incluso, para que los bauticen; en otros, seducen a varones con promesas de fortuna y de tesoros; no faltan tampoco narraciones que presentan a les xanes como jóvenes que fueron encantadas y que prometen venturas a los varones que las desencanten.
En todos los pueblos de Asturias abundan cuevas, riachuelos, riegas, pozos… con el sobrenombre de «…LES XANES»; lugares que arropan leyendas transmitidas de generación en generación y que, de algún modo, son patrimonio de ese lugar.
En COLUNGA, según informa don Braulio Vigón, existe el POZU LES XANES en Gobiendes y en FRIERA está la RIEGA LES XANES.
Mi gran amigo ALBINO SUÁREZ, excelente poeta y autor DE CASI UN CENTENAR de libros, nos motiva así a mantener «les histories de xanes». Su título es «DICEN LAS LEYENDAS…».
«Dicen las leyendas del ayer venidas
que todas las noches salen a cantar
les xanes del bosque… que llevan floridas
sus manos, sus senos, y dan a sus vidas
pasiones sentidas
y dan a sus voces los ecos del mar.
Y cuentan las gentes que dicen de eso
que nunca se vieron les xanes, ni ven.
Que nadie las oye cantar su amor preso;
que es cierto que existen, que van de regreso
y nunca es su beso
de amor y ventura, sino de desdén-
Todas las leyendas dicen nuevas cosas…
Que todes les xanes son puras y hermosas,
que son hilanderas, que son hacendosas
y sienten candor…
que a veces, si salen, se visten de rosas
y al hombre que miran lo llenan de amor.
Dicen las leyendas cosas conocidas…
y yo que las siento, las digo también…
Les digo que hay xanes de manos floridas,
que están escondidas
y al alba brindando sus vidas
de ensueño y de bien…
Si el bosque es quimera
yo digo que he visto xanas retozar…
¡Desnudas, risueñas, yendo de carrera
del bosque a la era
y al alba florida estar a la vera
del río y del mar…
Si cuentan las gentes que nada florece,
que nunca las xanas se dejan querer,
yo digo que mienten, que un martes y trece
las xanas levantan su templo al que rece
y en él se establece
morir de placer-
Yo he visto a las xanas salir de carrera
y estar en espera,
después, al salir…
Y aunque haya gentes que nieguen que fuera,
yo he visto una xana, ligera, ligera,
a un hombre abrazada, llorar y reír.
Dicen las leyendas que una xana era
aquella zagala risueña y melguera
que fue primavera
de un amor perpetuo, que no ha de morir…
¡Dicen las leyendas que la xana espera
volver a salir…!»
(ALBINO SUÁREZ.- «Glosa por Asturias».- Pola de Laviana 1994)