EN LOS REGISTROS DE VICENTE OYA, CRONISTA OFICIAL DE JAÉN Y CAMBIL, SE CONSERVAN OTROS HITOS EN LOS QUE SE CRUZAN LOS CAMINOS DE JAÉN Y DE ADOLFO SUÁREZ
Febrero de 1979. La Unión de Centro Democrático prepara las elecciones que tendrán lugar en marzo. La campaña está lanzada. El presidente Adolfo Suárez recorre el país de punta a cabo para pedir el voto de los españoles. En juego estaba su reelección. Vive el momento álgido de su carrera cuando la caravana electoral hace alto en Jaén. Al presidente le gusta el contacto directo con la gente, el cuerpo a cuerpo. Así que pisa las calles de la ciudad. No duda en saludar a algunos vecinos que se le acercan. Es entonces cuando se aproxima a la comitiva una de las personas más populares del Jaén de la época. Es Octavio Ortega Jurado, aunque pocos lo conocen por su nombre. Para los jienenses es Piturda, un personaje entrañable. Octavio se acercó a Suárez, estuvo hablando con él y le entregó una de sus populares libretas de multas con las que recorría la ciudad a diario imponiendo ‘sanciones’. «A Suárez le hizo gracia aquello, fue una anécdota que incluso llamó la atención en algunos medios y salió reflejada en prensa nacional», apunta el periodista y cronista oficial de Jaén, Vicente Oya.
En los registros del cronista se conservan otros hitos en los que se cruzan los caminos de Jaén y de Adolfo Suárez. En mayo de 1976, un entonces emergente Adolfo Suárez asistió a la toma de posesión de dos nuevos consejeros nacionales del Movimiento. Uno era Gonzalo Fernández de la Mora. El otro era Ramón Palacios Rubio, de La Carolina.
Fuente: http://www.ideal.es – Juan Esteban Poveda