«De estos años tengo poco en mi archivo, pero afortunadamente contamos con las investigaciones del gran historiador e investigador Vicente Montojo Montojo, quien ha estudiado estos años de Blanca. De esta forma, observamos una gran actividad empresarial y comercial en Blanca en el siglo XVIII.» Lógicamente ellos pasaron por el mesón del Puerto de la Losilla.

«A lo largo del siglo XVIII se produjo en Blanca y en alguna otra población del Valle de Ricote (al menos en Abarán) un tráfico específico de herrajes, relacionado con el crecimiento de la arriería, ambos característicos de esa época. Así, desde principios del siglo XVIII, se puede constatar un tráfico o circuito de productos férricos (herrajes, clavos) entre Vitoria o Logroño, por una parte, y Blanca (Valle de Ricote, Reino de Murcia), por otra. Esta ruta se amplió y modificó en la segunda mitad del siglo XVIII hasta Cartagena. Fue un recorrido de arrieros, al que se sumaron algunos tenderos y mercaderes que invirtieron en él. De esta forma, a finales del siglo XVIII, se instaló en Cartagena una compañía de mercaderes de Blanca, la de Joaquín Fernández y Pascual Molina. Su ejercicio coincidió con la transformación del mapa aduanero español, en el que desaparecieron las aduanas interiores, salvo las de las Provincias Vascongadas o Exentas y del Reino de Navarra; aunque se transportó también por mar.»

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