POR MANUEL GARCÍA CIENFUEGOS, CRONISTA OFICIAL DE MONTIJO Y LOBÓN (BADAJOZ)
El Concilio Vaticano II (1959-1965) trajo un aggiornamento o puesta al día de la Iglesia. Las misas comenzaron a celebrarse en castellano y de cara al pueblo (antes era en latín y de espaldas a él). La misa del sábado se convirtió en “valedera” para el precepto dominical y se eliminó la función de los púlpitos, en los que los sacerdotes proclamaban las homilías, sermones y exhortaciones. Hoy, tras el Concilio Vaticano II, sólo queda en las iglesias de Montijo el púlpito de la ermita Jesús Nazareno, que aparece en la fotografía a color. En blanco y negro el de la iglesia de San Pedro Apóstol (que se quitó) con el que fue cura párroco de ella, don José Zambrano Blanco (1905-1987), hermano de don Luis Zambrano Blanco, fundador de la Institución Hogar de Nazaret. Foto realizada por Visam.