POR MIGUEL ROMERO SAIZ, CRONISTA OFICIAL DE CUENCA
Este miércoles, la Palabra bien hilvanada, se escuchó en la Biblioteca del C.E.P.A. “Lucas Aguirre” donde tuvo lugar la entrega solemne del V Certamen Regional de Relato Corto, promovido por dicho centro y que en esta ocasión congregó a más de cuarenta personas para acompañar a los premiados y escuchar su voz.
La dirección del Centro con Nuria Yebra a la cabeza, José Carlos y Laura Villar como profesores y responsables de esta convocatoria dieron la bienvenida a los participantes, premiados, familiares y amigos, en gran parte, miembros del Aula Poética de Cuenca, donde la ganadora del primer premio suele demostrar habitualmente sus grandes dotes literarias, en compañía de poetas, músicos y artistas.
Fue un acto singular, emotivo y sin duda, especial. Lo fue para los premiados, pero también para quienes hacemos posible que este tipo de certámenes se puedan seguir llevando a cabo, sobre todo, por creer en la creatividad del adulto y por seguir apostando porque la poética y la narrativa siguen siendo baluartes de convivencia, sentimiento y pasión.
Este V Certamen acogió trabajos de excelente calidad, autores de toda la región castellano manchega, permitiendo demostrar que está consolidado, reconocido en base a su propuesta humilde de potenciar la creación literaria, a pesar de que sea modesto en su valoración económica. Por otro lado, el alfarero Antonio Hernánsanz volvió a ofrecer su calidad y originalidad en la figura de barro que identifica el símbolo de un premio literario, potenciando con ello, los valores que rigen el proyecto.
La presencia de dos miembros del Jurado, Pilar Gómez Couso y Aranzazu del Río Rodríguez permitió que los ganadores (primero, segundo y local) tuvieran la oportunidad de conocer los criterios en los que habían basado su decisión, alentando con sus palabras ese apoyo a que sigan apostando por la creatividad literaria como base de aprendizaje y complemento a una formación integral y plena de toda persona.
Una vez que cada premiado recibió su galardón, diploma y aplauso, pudieron leer un fragmento de sus trabajos, exponiendo ante el público que llenaba completamente la Biblioteca del Centro, parte de su narrativa ganadora.
El primer premio fue para Beatriz Raquel López Traynor con su trabajo “Profundamente”, conquense; el segundo fue para Jesús Gómez Pérez, natural de Priego, bajo el título de “El Testamento de don Rodolfo” y para el reconocimiento al alumno del C.E.P.A. como premiado local, correspondió a Luis Díaz Ortega, escritor, que además de haber sacado a la luz varios libros en la modalidad de novela negra, ha querido expresar su interés en participar dentro de un Certamen que define la singularidad de la enseñanza de adultos, con un bonito relato.
El centro de Adultos de Cuenca, es un centro que además de impartir enseñanzas regladas (Educación Secundaria para adultos; Programa de Garantía Juvenil en redes sociales y reprografía; Preparación en Inglés (B1); cursos básicos de formación, etc.), prepara para el acceso a la Universidad, acceso a las pruebas de Ciclos Formativos y Tecnología de la Información, teniendo además, multitud de Talleres no reglados para todo el que deseo llegar a sus clases (Cultura General, Ofimática, Idiomas, etc.).
Situado en el edificio que donara el filántropo D. Lucas Aguirre Juárez, situado en la calle San Esteban, 1, y cuya primera piedra para edificar tales Escuelas fue colocada el 3 de abril de 1876, en un acto histórico con desfile popular desde la plaza mayor a la glorieta donde ahora se encuentra el palacio de la Diputación Provincial, sigue siendo un referente para la Educación de nuestra ciudad y provincia.
En base al buen trabajo que publicara la escritora y profesora Clotilde Navarro y según relatara Rodolfo Llopis en una de las conferencias que pronunció en Cuenca sobre Lucas Aguirre en 1924, “… el filántropo conquense deseaba que el edificio de las Escuelas estuviese frente al mausoleo de los mártires de la Libertad en Cuenca. La colocación de la primera piedra tuvo su reflejo con un extraordinario dibujo en La Ilustración Española y Americana y el propio Ayuntamiento de Cuenca acordó dedicar la calle que partía desde la Glorieta de San Francisco a Lucas Aguirre, al día siguiente, es decir, el 4 de abril de 1876, colocando un cuadro en el Ayuntamiento y entregando los albaceas un estuche con los trofeos militares del ilustre conquense”.
Ahora, 147 años después, la Palabra –clave en el pensamiento de su fundador Lucas Aguirre- ha vuelto a servir de ejemplo para el desarrollo cultural de una sociedad, la conquense, promocionando y potenciando un Certamen Literario que cada vez va teniendo mayor aceptación entre el público interesado y que encierra parte de su ideario como Centro de formación para personas adultas.
Sin duda, para mí, como parte de ese proyecto, me hace sentirme orgulloso y a la vez, agradecido a quienes un día decidieron que esa pequeña en espacio y grande en conocimiento, biblioteca del centro, pueda llevar mi humilde nombre.
Enhorabuena a los premiados en esta V edición y enhorabuena a sus gestores (Directora y profesores) por seguir apostando por engrandecer el intelecto de la sociedad en la que vivimos.