POR MIGUEL ROMERO SAIZ, CRONISTA OFICIAL DE CUENCA.
Los antiguos ministriles de la Edad Media eran aquellos que se dedicaban al servicio de la Corte, sobre todo, a cumplir el oficio de atención hacia los dirigentes en cocina, servicio comedor o cuidado de habitaciones. En latín se les llamaba Pedisequa, bonito término.
La Edad Moderna no les mejoró su estatus, sin embargo, los tiempos renacentistas alzaron la voz ante nuevos retos en actividades enfocadas a la buena gastronomía, sin hacer perder el gran sentido al cocinero/a como expertos en cocinar para los grandes de la nobleza o del clero que hacían ostentación en sus momentos de poder o fiestas cortesanas, a las que eran muy dados en sus palacios o casonas palaciegas. En muchos casos, debían tener conocimientos de música instrumentada.
Cierto es que en tiempos contemporáneos, esta labor empezó a ser altamente reconocida como valor social, por el servicio que realizaban ante los demás. Un camarero al uso empezó a delimitar sus espacios profesionales y a crecer en formación de alta cualificación para alternar en Casinos especialmente, fiestas políticas al uso europeo o empresas privadas en las que ellos mismos expresaban su nuevo estatus. Los Hoteles de lujo empezaron a proliferar a partir del siglo XIX en zonas de recreo, ciudades industriales y riberas marítimas. Palacios de Recreo y Hoteles Balnearios empezaron a proliferar en países europeos, siendo muy demandados por la nueva sociedad industrial que apareció en aquella mitad del XIX y principios del XX.
Las Escuelas de Hostelería a lo largo del siglo XX han determinado un cambio de rol, apareciendo el especialista en determinadas profesiones vinculadas en gran parte al servicio de una sociedad cada vez más exigente donde el turismo internacional ha condicionado las necesidades. El camarero actual es una persona altamente cualificada en función de sus prioridades, de sus deseos particulares y de exigir un rol social que antes no tenía.
Y a todo ello, surgen iniciativas, bien institucionales en ese deseo de mejorar su entramado de profesiones formativas o privadas, dando vida a las convocatorias que los nuevos Planes de Estudio, las Universidades Politécnicas o las Comunidades Autónomas ofrecían, generando empresas cualificadas para la formación de estos profesionales, muy demandados en una sociedad posmoderna que ha ampliado sus expectativas de progreso y desarrollo.
Y no solo es eso los que nos llama la atención, sino que en vista de las exigencias sociales, Asociaciones privadas, subvencionadas, ONGs o colectivos de ayuda social y humanitaria, como en este caso es Cruz Roja Española también quiere tomar parte en estas iniciativas de formación y cualificación para mejorar la demanda de trabajo. En este caso, sirva como ejemplo, el hecho de que la Asamblea Provincial de Cruz Roja en la ciudad de Cuenca, junto a la empresa del Recreo Peral hayan convocado unos cursos de formación para empleados de hostelería-camareros y personal de barra y servicios hosteleros, con la intención de cubrir las muchas necesidades que el entramado hostelero conquense exige en la actualidad.
Curiosa iniciativa que puede generar un ejemplo a seguir para otras entidades, provincias o regiones, en ese afán de mejorar la oferta/demanda en cada zona con arreglo a las nuevas demandas de una sociedad en transformación. Sirva pues como ejemplo y reciba, por mi parte, la felicitación por saber adecuar sus mecanismos a los retos que una sociedad moderna, digital, tecnológica y empresarial exige.
FUENTE: https://eldiadigital.es/art/387488/camarero-pedisequapor-miguel-romero-saiz