POR MIGUEL ROMERO SAIZ, CRONISTA OFICIAL DE CUENCA.
El espíritu de José Luis Sampedro sobrevoló el maravilloso marco del Salón de Actos del MUPA, frente a la vieja ciudad de Cuenca, en la entrega de los XXIX y XXX Premio Glauka, que la Asociación de Amigas/os de la Lectura y la Biblioteca Pública “Fermín Caballero” de Cuenca llevan organizando a lo largo de todo este tiempo.
La vieja sirena, publicada en 1990, es una novela de ambientación histórica escrita por José Luis Sampedro. Tomando como escenario fundamental la Alejandría del siglo III, la obra narra la historia de tres figuras Glauka, Ahram y Krito, cuyas vidas se cruzan fortuitamente en un mundo profundamente marcado por el concepto de límite. Las fronteras políticas, sociales, geográficas, físicas e ideológicas a las que deben enfrentarse estos tres personajes propiciarán que el leitmotiv subyacente de la obra sea, precisamente, la búsqueda de la libertad y la aceptación de la diferencia como consecuencia última de esa procura. A pesar de ser una novela de base coral, el peso de la trama recae, sin duda, sobre Glauka, una mujer sin identidad a la que el amor le descubre, a modo de anagnórisis, su verdadera condición vital: ella ha sido una sirena en su vida pasada. Este hecho resulta absolutamente central en la configuración de la trama y se evidencia desde su título, pues contribuye a otorgar identidad al universo imaginario de la novela dotándola de singularidad frente a otras obras de ficción histórica –así lo expresa Andreas Maceiras en la revista Amaltea-.
Glauka estuvo nuevamente en Cuenca. Sobrevivió a la pandemia, a la Covid 19, y a pesar de tener que aunar dos premios en uno (2020 y 2021) su presencia invadió de un aura maravillosa una sala repleta de amantes de la lectura, de seguidores de la palabra como meta de entretenimiento, formación y progreso socio-cultural.
En 1992 la Asociación y la Biblioteca crearon el Premio Glauka, de concesión anual, para reconocer a personas e instituciones que contribuyan al desarrollo cultural personal o colectivo de la lectura.
Como siempre, la Biblioteca del Estado, ahora dirigida por María Dolores García Hinarejos, la que fuera Directora Begoña Marlasca, siempre ahí, la presidente de la Asociación Pilar Jarque, la “inventora” de este proyecto María Luisa Pardo y el representante de la Institución premiada en 2020, el CEPLI, Centro de Estudios de promoción de la Lectura y Literatura infantil, dependiente de la Universidad de Castilla La Mancha conformaron la mesa presidencial en un acto emotivo como siempre, intenso por toda la participación que conlleva y sublime por lo que representa, siendo la palabra –con mayúscula- la protagonista de todo cuanto supone el crecimiento personal en base a la lectura, clave en el desarrollo del ser humano y de las sociedades del mundo. El Premio XXX fue adjudicado a la ensayista zaragozana Irene Vallejo, Premio Nacional 2020 por su obra “El infinito en un junco”.
Un proyecto –el Premio Glauka al Fomento a la Lectura- que no descansa, que sigue afrontando año tras año, sus metas ofreciendo sus ricos valores de un grupo de personas –especialmente mujeres- que aúnan ilusión, espíritu, sacrificio y tesón por hacer cada vez más grande el protagonismo del libro y de su contenido. Enhorabuena Amigas de la Lectura por ser como sois y por seguir estando ahí. Cuenca os necesita y España lo sabe valorar porque entre sus premiados, grandes y reconocidos escritores y escritoras han sido coparticipes de esos valores que os engrandecen.
Desde mi púlpito personal, como Glauka que fuese, os dediqué estas mismas palabras que aquí vuelvo a exponer como reflejo de agradecimiento:
“Heredé de Rosa Navarro el testigo como Premio Glauka –unos cuántos años atrás: 2009- y se lo pasé a Olga Lucas, esposa de José Luis Sampedro y lo hice sintiéndome pequeño entre tanta grandeza, pero sentí que este peso dignificaba mi camino en el mundo docente, discente y de gestión donde la cultura y el libro son la base de mi seguir insistiendo.
Estar aquí, un privilegio, sentirme uno más de ese Taller de Amigas/os de la Lectura, un orgullo, y creer que Cuenca es ciudad agradecida por seguir apostando por la lectura como base de socialización y aprendizaje, una meta que hacéis posible un año más después de ese intervalo dramático, Pilar, Begoña, Julio, María Luisa, Lola y ese grupo de Junta rectora que tanto trabaja y que tanta delicadeza pone para escribir una página más de esta fiesta de la PALABRA.
Felicidades a los dos nuevos Glaukas, mi recuerdo añorado a quién tanto me enseñó: José Luis Sampedro y su escribir es vivir. Al CEPLI de la UCLM: tesón y ejercicio de lectura y a Irene Vallejo, juventud como virtud y éxito como premio en valores contrastados. Todo un lujo”.
FUENTE: https://eldiadigital.es/art/383836/glaukapor-miguel-romero-saiz