–La actual pandemia ha provocado la suspensión de las celebraciones por segundo año consecutivo, ¿hay precedentes de hechos similares a la largo de la historia de la Semana Santa de Fuentesaúco o durante la Guerra Civil?
–Sobre repercusiones de pandemias en la Semana Santa no he logrado detectar documentación. En el período de la República, Fuentesaúco siguió siendo batallador y conservador de sus tradiciones religiosas. Es más, se decía a la Virgen de la Antigua “ni tocarla”; la Semana Santa se siguió manteniendo, aunque se suspendió el Pretorio.
–Aludía antes al interés de estudiosos y fotógrafos por la Semana Santa saucana que han dejado la impronta en sus obras.
–Curiosamente llamó la atención de viajeros extranjeros, estudiosos y fotógrafos refinados en la percepción de lo auténtico han pasado por Fuentesaúco. Por ejemplo, el alemán Georg Weise, un historiador de arte muy reconocido, o Koldo Chamorro, uno de los más eminentes de la fotografía española contemporánea. Es curioso que Koldo Chamorro en una publicación que se llamaba “El Santo Cristo Ibérico”, para la que recorrió toda España buscando Semanas Santas , y tomaba como mucho tres imágenes de cualquier pueblo, y de Fuentesaúco, sin embargo, incorpora siete. Fue para él una fuente vívida de ideas, que es lo que iba buscando. Tanto Weise como Chamorro son ejemplos de este turismo profesional; la diferencia es que antes eran fotógrafos que iban buscando inspiración y ahora es gente que va buscando el pasatiempo, como es el turismo de ahora.
Hoy la celebración de la Pasión parece haber recuperado cierta fortaleza, ¿qué cree que puede haber influido?
–La gente sale más en Semana Santa, tiene más posibilidad de viajar, está necesitada de cambiar de aires, de desplazarse a determinados pueblos, de “perderse” como dicen ahora.
–¿Qué puede aportar la declaración como Fiesta de Interés Turístico Regional por parte de la Junta?
–La declaración puede contribuir a revitalizar los pueblos, ahora bastante mortecinos. Aunque sean pocos días de celebración, que empiecen a sonar las zonas rurales, a suscitar el interés de los medios de comunicación, que se vea que existen ciertas singularidades en los pueblos. Y que los saucanos seamos conscientes de que tenemos un activo que hay que fomentar y poner en valor. Tampoco es que sea la solución de los pueblos, pero es una forma más, una ayudita. Creo que efectivamente se está revitalizando y por eso he querido dar a la Memoria una orientación de la celebración como un valor añadido que puede revitalizar el mundo rural tan despoblado. No es que el reconocimiento de nuestra Semana Santa nos vaya a solucionar este problema, pero sí nos da herramientas: campañas publicitarias por parte de la Junta, proyectos, carteles, iniciativas que puede ser un acicate para dar a conocer más de estas representaciones.
–El hecho religioso tiene una dimensión social importante en Fuentesaúco, con seis cofradías y 800 cofrades, de los cuales 300 son activos, y una Junta Pro Semana Santa ha revitalizado la celebración ¿todo esto también suma no?
–Sí, con el Presidente de la Junta Pro Semana Santa, Rufino Aparicio Velasco, se ha comenzado a publicitar, han hecho carteles, se han organizado, cumplen unos estatutos fundacionales. Y la repercusión de la celebración en el pueblo es total, así se ha hecho constar en la Memoria, porque el que no tiene un primo, tiene un hermano o una madre, y afecta a todos los estratos sociales.