LA COMITIVA REALIZÓ UNA VISITA A LOS TRES OSCOS, GUIADA POR EL CRONISTA OFICIAL JOSÉ ANTONIO ÁLVAREZ CASTRILLÓN
«Fue una apuesta por un territorio, no sé si buena o mala porque no se volvió a hacer otra igual», ironiza el exconsejero Jesús Arango sobre el plan que el primer gobierno del socialista Pedro de Silva impulsó en 1983 para la comarca Oscos-Eo. Aquel paquete de medidas tenía un carácter integral y buscaba, añade De Silva, «hacer justicia con un territorio que estaba abandonado». Siete de los once integrantes de aquel Consejo de Gobierno que marcó el desarrollo de la comarca más occidental de Asturias regresaron ayer, tres décadas después, a los Oscos y reclamaron la necesidad de seguir trabajando y apostando por la zona.
Los alcaldes de Villanueva, Santa Eulalia y San Martín de Oscos llevan tiempo tratando de organizar una visita de los exdirigentes para que pudieran comprobar juntos los frutos de su proyecto y la cita no se ha podido celebrar en mejor momento, justo cuando la comunidad vecinal ha sido distinguida con el premio «Pueblo ejemplar». «Este premio debe de servir para dar un segundo impulso a la zona», apunta Arango, quien asegura que hay muchas tareas pendientes, como por ejemplo la extensión de la banda ancha a cada rincón del Principado.
La convocatoria de los Oscos tuvo éxito pues lograron reunir ayer a siete de los once integrantes de aquel Consejo de Gobierno de 1983. Junto a De Silva y Arango, entonces consejero de Agricultura y Ganadería, estuvieron Bernardo Fernández (consejero de Presidencia), Eduardo Arrojo (Hacienda y Economía), Arturo Gutiérrez de Terán (Ordenación del Territorio y Vivienda), Manuel Fernández de la Cera (Educación y Cultura) y Juan Luis Rodríguez- Vigil (Sanidad). Faltaron Fernando Méndez de Andés (consejero de Trabajo), Faustino González Alcalde (Administración Territorial) y los desaparecidos Pedro Piñera (Obras Públicas) y Jesús Fernández Valdés (Industria).
De Silva, que recibió simbólicamente la llave del monasterio de Santa María, explicó que la política es cuestión de prioridades y que entonces se decidió que «lo primero era la gente más abandonada y con más necesidades». El expresidente considera que aquella «apuesta» requiere continuidad. «Hay que seguir con ello. Esta es una zona agradecida, donde lo que siembras crece, hay un dinamismo natural, solo hay que pegarle un empujón. El reconocimiento pendiente es continuar con la labor que se inició y llevarla hasta donde sea posible, sin parar, pues lo que se para, muere». Con él coincide Gutiérrez de Terán al señalar que en Oscos-Eo se implantó «un modelo que funciona, pero que exige continuidad». El alcalde de Santa Eulalia, Marcos Niño, fue uno de los principales impulsores de este encuentro. Niño siente cierta nostalgia de aquel impulso que recibió la comarca, en forma de plan y no de medidas aisladas como ocurre ahora. «Fue algo singular porque era un plan integral y estamos orgullosos de este cambio», apunta Arango, que recuerda que treinta años atrás este territorio era algo así como «Las Hurdes» de Asturias. En términos similares se expresa Rodríguez-Vigil, quien explica que era un plan «con piezas muy pensadas que encajaban unas con otras». En este sentido el hospital de Jarrio también formó parte de esa apuesta decidida por el ala occidental: «Queríamos que los habitantes de las zonas rurales tuvieran accesos a los servicios públicos en condiciones de relativa igualdad a los del resto».
Rodríguez-Vigil lamentó que los actuales políticos «miren poco a las alas y el medio rural». Coincide con Arango en que la banda ancha es uno de los retos de futuro para el medio rural junto a la necesidad de acabar con el minifundismo. «El medio rural tiene futuro pero hay que poner las bases y exige valentía», añadió.
La comitiva realizó una visita a los tres Oscos, guiada por el cronista oficial José Antonio Álvarez Castrillón.
Fuente: http://www.lne.es/ – T. Cascudo