EN 1980, EL CRONISTA OFICIAL DE LA PROVINCIA DE GUADALAJAR, ANTONIO HERRERA CASADO DA UN PRIMER AVISO SOBRE SU ABANDONO. NADIE LE ESCUCHÓ
Empieza la cuenta atrás para el poblado de Villaflores. Los cuatro arquitectos elegidos para realizar el proyecto ya han hecho una propuesta inicial sobre los usos de los edificios. Habrá un observatorio de la naturaleza en el Palomar, exposiciones sobre su funcionamiento como colonia agrícola, sala de exposiciones, zona de catering… Esta es una primera propuesta que hay que pulir. A la par, el Ayuntamiento irá perfilando cómo se gestionará el poblado, gestión que, con toda seguridad, no será municipal.
En dos años y medio las pintadas del poblado de Villaflores serán tan sólo un recuerdo y el poblado recuperará su esplendor. De ello se van a encargar los cuatro arquitectos que han sido seleccionados por los técnicos municipales para diseñar el proyecto de rehabilitación. En el mes de julio de 2016 se empezaron a buscar los arquitectos con las mejores ideas para la rehabilitación y a mediados de octubre se elegía la opción ganadora. Los elegidos son Juan de Dios de la Hoz, Remedios Fernández-Carrión, Francisco Javier García Alcázar y Javier García Fernández-Carrión. Los cuatro, que formarán una UTE para este proyecto, cobrarán 140.000 euros por el proyecto, 40.000 menos de lo presupuestado inicialmente.
Pero, no ha sido la oferta económica lo que más ha pesado a la hora de elegirlos si no su gran experiencia en el mundo de la rehabilitación. Basta hacer una búsqueda en Google para ver la dilatada experiencia de estos profesionales: la ampliación del museo arqueológico de Alcalá, la rehabilitación de la biblioteca pública de Alicante, la iglesia y la cripta del Fuerte de San Francisco en Guadalajara y la valla de Adoratrices, también en Guadalajara capital, han pasado por sus manos… Además, al menos uno de ellos, Juan de Dios de la Hoz, recibió, el pasado mes de abril, el que se considera el premio más importante en materia de patrimonio a nivel internacional: el premio Europa Nostra por el trabajo realizado en seis iglesias que quedaron destrozadas tras el terremoto de 2011 en Lorca (Murcia).
Edificios resistentes a pesar del vandalismo
En apenas un par de semanas estos cuatro arquitectos comenzarán a desarrollar el proyecto que esbozaron para el concurso. Según Juan de Dios de la Hoz ya han realizado dos visitas previas al poblado que les han servido para hacerse una idea inicial del estado en que se encuentra Villaflores . “Los edificios están en un estado precario, les faltan puertas y ventanas, algunos tienen los tejados caídos… y aunque por dentro están en peor estado que por fuera, son edificios francamente buenos, – señala – Fueron hechos con muy buenos materiales y construidos por un buen arquitecto y, aunque han vivido una situación de abandono y vandalismo que les ha afectado, son edificios resistentes”.
Para Juan de Dios de la Hoz el poblado de Villaflores es importante no por su uso como colonia agrícola, si no por los dos personajes que están involucrados en su construcción. “Poblados agrícolas de esa época hay muchos en la geografía regional pero su verdadero valor es que la Condesa de la Vega del Pozo y Ricardo Velázquez Bosco estén involucrados en el proyecto”.
El proyecto de rehabilitación del poblado se va a centrar en tres aspectos fundamentales: la restauración de los edificios, elaborar un plan especial de protección y la urbanización de todo el terreno.
Al ser un entorno declarado Bien de Interés Cultural (BIC) la ley obliga a mantener de forma estricta los elementos arquitectónicos y decorativos que aún estén en pie, por eso para la restauración de los edificios se trabajará en recuperar lo que queda y volver a levantar fielmente lo que está destruido. “Hay algunos forjados, puertas y ventanas que todavía se mantienen- señala el arquitecto- y vamos a intentar mantener todo lo posible. Por ejemplo en la Casa de los Colonos, que son cuatro viviendas, y que son prácticamente iguales, lo que no queda en una, queda en otra y aunque sólo podamos recuperar una puerta, esa nos sirve de modelo para el resto. Lo mismo ocurre con las ventanas, los suelos…”
De manera paralela a la rehabilitación de los edificios el Ayuntamiento de Guadalajara y el grupo de arquitectos trabajarán de forma conjunta para dar un uso a los edificios que hay que rehabilitar.
En el esbozo para el concurso de ideas este grupo de arquitectos ha hecho una primera propuesta que tendrá que ser matizada y puesta en común con el Ayuntamiento. Según Jaime Carnicero, vicealcalde de Guadalajara, la idea es darles un uso unido al ocio, al turismo y la cultura. Para las naves se ha pensado en un uso multifuncional: exposiciones, salón de actos… En la Capilla proponen una zona de recepción con una gran exposición de cómo se ha rehabilitado…En la zona de Bodega una especie de muestra etnográfica con zona para catering… en las Casas de Colonos: exposiciones, museos y espacios polivalentes y en el Palomar: un observatorio de la flora y fauna del entorno. “Pero todo esto habrá que estudiarlo”-asegura- Por ejemplo algún espacio se podría usar para recepciones. Hasta ahora todas se hacen en el Ayuntamiento y alguna se podría trasladar allí, pero es algo que tendremos que estudiar…”
Ya no va a haber colonos en Villaflores pero sí podemos recrear su vida. Esa es la idea de los arquitectos ganadores del proyecto de rehabilitación./ Guadalajara Diario. Según Juan de Dios de la Hoz su idea de su uso es bastante parecida a lo que planteaban los otros equipos de arquitectos que se presentaron al concurso, entre otras cosas porque esos usos vienen marcados por la Ley de Patrimonio. “Ya no va a haber colonos en Villaflores pero sí podemos recrear su vida. Contar a las personas que vengan a visitarlo cómo vivían los colonos, cómo eran sus casas, cómo trabajaban la tierra, cómo se guardaba el vino, cómo era su vida diaria… También había una escuela y se recreará…en fin, mostrar cómo era el conjunto y el uso para el que fue concebido.”
Un poblado peatonal
En cuanto al Palomar los arquitectos quieren que sea una estructura totalmente visitable, su idea es que, incluso, se pueda acceder a la cúpula del edificio para poder disfrutar, no sólo de la fauna y la flora, sino de la vista del conjunto una vez rehabilitado.
Un segundo aspecto que tratará el proyecto es la urbanización del pobladoque llevará aparejado una zona de aparcamiento alejada del conjunto. “Nuestra idea –señala Juan de Dios de la Hoz-es que los coches queden lejos de los edificios. No queremos que los visitantes entren con el coche hasta el último rincón como, desgraciadamente, predomina hoy en día en muchos casos. Queremos que el poblado quede como una zona peatonal, que se recorra andando. Eso no quita que entren los vehículos de servicio que se necesiten, pero no los de los visitantes”. Para ello se trabajará también en mejorar la accesibilidad en la zona.
Por último el proyecto fijará las condiciones mediambientales que en un futuro podrían afectar al poblado: a qué distancia del poblado se podrá construir o si tendrá que haber espacios verdes que sirvan de filtro entre la carretera y el espacio que se recupera. También se elaborará un catálogo de todo lo que hay y de todo lo que pudiera ser encontrado en la excavación arqueológica.
Aunque dar plazos es muy arriesgado el vicealcalde, Jaime Carnicero, asegura que quieren cumplir el compromiso de que esté en marcha en 2019. “En lo que queda de año no nos da tiempo a nada pero queremos tener el proyecto en 2017 y poder licitar la obra a finales de ese mismo año. En 2018 adjudicaríamos y la empresa elegida empezaría las obras para tenerlo terminado en 2019, antes de que acabe la actual legislatura. Es verdad que todo lo que hagamos tienen que tener la aprobación la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y eso puede influir en que los plazos se demoren algo, pero sí veo posible cumplir con esa fecha”. Unos plazos que los arquitectos ven factibles.
Gestión privada para darle utilidad
Pero Villaflores necesita algo más que un cambio de cara. Por eso el Ayuntamiento quiere trabajar, de forma paralela a las obras de remodelación, en cómo sacar rentabilidad al poblado. El verdadero reto-dicen- es darle una utilidad. “Si yo quiero que la gente suba- señala Jaime Carnicero- hay que poner actividades atrayentes tanto para los vecinos de Guadalajara como de fuera de Guadalajara. Por eso hay que ir perfilando el modelo de gestión.”
Lo primero es decidir si será gestión pública o privada y eso en el Ayuntamiento lo tienen claro “no es un secreto que yo soy partidario de la gestión indirecta porque ese modelo trae importantes mejoras sin que suponga un sobrecoste. Eso nos permite rentabilizar las concesiones y, con ese dinero, hacer mejoras en la ciudad»
«Este plan de recuperación -añade el vicealcalde- va a suponer un gran coste, más de tres millones de euros y hay que trabajar para que eso no suponga más gasto al Ayuntamiento. Yo no estoy pensando, ni mucho menos, que nadie tenga que dar un canon, pero sí pensamos que es necesario que no suponga un sobrecoste, que esté atendido y que tenga un beneficio para ciudad: visitas escolares, realización de eventos… No es el mismo caso pero me viene a la mente el Monasterio de Lupiana totalmente abandonado durante años y al que se le ha encontrado un uso y una rentabilidad y gracias a eso, se mantiene.”
Con este proyecto se mejora la parte del poblado propiedad del Ayuntamiento de Guadalajara. Ahora falta por saber qué pasará con la Casa Grande propiedad de Hercesa. El vicealcalde se ha mostrado sorprendido porque ningún arquitecto de la empresa se haya presentado al concurso “Yo pensaba que se iban a presentar arquitectos de Hercesa pero me imagino que a la hora de ofertar para la rehabilitación a quien más le va a interesar es a Hercesa. ¿Por qué? Porque lo normal sería que las dos partes del poblado, la de propiedad pública y privada, estén terminadas a la vez ya que el poblado es un espacio único y conjunto”.
1886. Se levanta el poblado. La Duquesa de Sevillano fue quien encargó su construcción al arquitecto Ricardo Velázquez Bosco. Se concibió como una colonia agrícola para cultivar los terrenos de alrededor, allí trabajaban y vivían las familias. Había de todo: viviendas, almacén, bodega, capilla, escuela y la casa grande. Estuvo totalmente activa hasta los años 40. Después se usaba pero ya no se vivía allí. En 1980, el cronista oficial de la provincia de Guadalajar, Antonio Herrera Casado da un primer aviso sobre su abandono. Nadie le escuchó.
2002. Se firma la recalificación de terrenos para construir viviendas en Valdeluz. Una de las condiciones que se pone a la promotora Reyal Urbis es que se recupere el poblado. La fecha límite es 2010. Se anuncia la construcción de un parque temático sobre astronomía. Nunca se hizo nada. La construcción de la nueva carretera N-320 aisló aún más el poblado. Llegó la crisis y el deterioro, el abandono y la vandalización, aumentó.
2015. La situación es ya insostenible. Han pasado 35 años desde que Antonio Herrera Casado alertó del estado del poblado sin que se tomen medidas.
• Abril. El gobierno regional tras otro demoledor informe toma medidas y declara el poblado como Bien de Interés Cultural.
• Junio. Ante su deterioro entra en la Lista Roja del Patrimonio de la Asociación Hispania Nostra.
2016.
• Febrero. Se cae la espadaña del edificio principal propiedad de Hercesa.
• Julio. El ayuntamiento de Guadalajara inicia los trámites para la recuperación de la parte del poblado de la que es titular.
2019. Tiene que ser una realidad.
Fuente: http://www.guadalajaradiario.es/ – Nuria Fernández Monge