FUE EL CRONISTA PROVINCIAL, ANTONIO HERRERA CASADO QUIEN, HACIENDO PÚBLICA SU PREOCUPACIÓN POR EL DESTINO DEL CUADRO, DIO LA VOZ DE ALARMA, HACE CASI DOS AÑOS
Habrá que esperar a la firma formal de recepción, prevista para mañana por la tarde, entre la presidenta de la Diputación de Guadalajara, Ana Guarinos y el presidente de la Fundación Cajasol, Antonio Pulido, pero ya se puede decir que el Retablo Arriacense, una de las obras más emblemáticas de la colección de arte de la extinta Caja Guadalajara, vuelve a ser de Guadalajara, tras un largo periodo en el limbo, por el proceloso camino de fusión de esta entidad, en CajaSol primero, Banca Cívica luego, y finalmente en La Caixa.
Fue el cronista provincial, Antonio Herrera Casado quien, haciendo pública su preocupación por el destino del cuadro, dio la voz de alarma, hace casi dos años y hasta se fundó un grupo en faceboock para reclamar la recuperación del lienzo.
El ‘Retablo Arriacense’, es un gran cuadro mural (óleo sobre lienzo de 3,46 x 1,77 m) con referencias provinciales, que en 1977 encargó Caja de Guadalajara al pintor conquense, Víctor de la Vega, y que presidía la sala de junta de Caja Guadalajara, primero en su vieja sede de la calle Topete y luego en la nueva, al otro lado de la A-2, que tan poco duró con el nombre de Caja Guadalajara por las distintas absorciones.
«El ‘Retablo Arriacense’es algo así como la provincia de Guadalajara toda plasmada en un lienzo de gran tamaño: sus tierras, sus monumentos más representativos, sus personajes más notables a lo largo de los siglos, que en los treinta y tantos años de existencia del cuadro ha llegado a calar de tal modo en los fondos de la cultura alcarreña», así lo definía José Serrano Berlinchón.
Fuente: http://www.guadaque.com/ – Blanca Corrales