EL RIDEA SE LLENA DE JÓVENES, PROTAGONISTAS DE UN LIBRO QUE ANIMA A «COMPARTIR ESCUELA» • LA OBRA ES EL RESULTADO DE CUATRO AÑOS DE COOPERACIÓN EDUCATIVA DE DOS CENTROS ASTURIANOS CON OTROS DE MADRID Y CÁDIZ
Ene 31 2014

EL MIEMBRO DEL RIDEA Y CRONISTA OFICIAL DE OSCOS, JOSÉ ANTONIO ÁLVAREZ CASTRILLÓN, EJERCIÓ DE ANFITRIÓN

Parte del público que se congregó anteanoche en el RIDEA. / Nacho Orejas
Parte del público que se congregó anteanoche en el RIDEA. / Nacho Orejas

Primera noticia: el salón del Real Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA) con mucha gente joven. Bienvenidos los nuevos aires. Se presentaba anteanoche un libro que es fruto de una experiencia docente compartida y de una filosofía de enseñanza que, en palabras de la profesora Dolores Pevida, del IES Pando, de Oviedo -uno de los cuatro centros implicados en el proyecto- tiene que ver con «aprender a aprender, aprender a emprender y cooperar, y aprender a vivir juntos». Parece un trabalenguas pero encierra todo un reto.

Por ahí va el título del libro: «Compartir para aprender, y aprender a cooperar», fruto de cuatro años de trabajo junto a los profesores y alumnos del colegio público La Carriona-Miranda, de Avilés; del IES María Guerrero, de la localidad madrileña de Collado Villalba, y del IES Villa de Setenil, en la provincia de Cádiz.

«Fueron cuatro años de experiencias sorprendentes» que sirven para demostrar que «trabajar de forma cooperativa supone avanzar, sin riesgo a la marcha atrás», señaló Dolores Pevida, una de las profesoras coordinadoras del trabajo, junto a Ana María Gallego.

El miembro del RIDEA y cronista oficial de Oscos, José Antonio Álvarez Castrillón, ejerció de anfitrión. «Es la primera vez que se habla aquí de competencias básicas, y espero que no sea la última». Él es profesor en la Facultad de Formación del Profesorado, sabe de qué habla e intuye lo difícil que es moverse, en lo que a la enseñanza se refiere, en eso que llama «territorio de frontera, del que muchos no quieren ni oír hablar». El reto de docentes y familias es «subir más gente a la barca para evitar el naufragio social», una forma más o menos dramática -y hasta poética- de aludir al fracaso escolar y el abandono escolar temprano.

Hubo apoyo y presencia del Centro de Profesores y Recursos (CPR) de Oviedo, de la Consejería de Educación y hasta del MEC. El proyecto se generó a base de entusiasmo e implicación y, en parte, gracias a un programa de cooperación territorial, el ARCE, que la crisis taló por la misma base. El libro está disponible para cualquier usuario en la web del CPR de Oviedo.

Fuente: http://ocio.lne.es/ – Eduardo García

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