CERRÓ EL ACTO JOSÉ SIMEÓN CARRASCO MOLINA, CRONISTA OFICIAL DE ABARÁN (MURCIA).
Unas doscientas personas, entre quienes no faltaron sus familiares, fueron testigos el pasado sábado en la iglesia de San Pablo de la celebración de las bodas de oro sacerdotales del párroco José María Hidalgo Jiménez, que ofició la ceremonia en compañía del cura Jerónimo Sánchez.
El veterano sacerdote dio las gracias al Señor por estos «50 años intensos de actividad pastoral y evangélica», labor que ha desarrollado en América Latina como misionero, en la cárcel (donde habló a los presos de libertad humana), y en las parroquias de San Javier, El Palmar, San Juan Bautista y San Pablo, estas dos últimas de Abarán, entre otras. A la celebración asistieron diferentes personalidades como el primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Abarán, Jaime Tornero, las concejalas del PP Noelia Ruiz y Ana Gómez, el ex alcalde Jesús Molina, y una representación del Ayuntamiento de San Javier, pueblo natal del homenajeado.
José María Hidalgo, que afirmó haber sido «un cura muy liberal. Nadie me ha condicionado a hacer algo que no quisiera», dijo, fue agasajado con un reloj por parte del coro de San Pablo, una placa de la comunidad de la parroquia, y una réplica de un barco marinero para que «remes bien adentro» que le entregó el alcalde de San Javier, José Miguel Luengo.
En representación de los jóvenes de San Javier intervino Carlos Albaladejo. «Has llevado una vida fructífera, nos has ofrecido un rostro joven de la iglesia y ha merecido la pena que hayas entregado al Señor estos cincuenta años», argumentó.
José María, que fue muy ovacionado en distintas fases de la celebración, recibió también como regalos hueva, mojama y un licor Brandy.
Cerrando el acto, el Cronista Oficial de Abarán, José Carrasco, le agradeció «su implicación y buen hacer a su paso por las dos parroquias de la localidad».
Desde Abarán día a día también le felicitamos por la labor desarrollada en este medio siglo de vida sacerdotal.