EL CONCEJAL DE SEGURIDAD CIUDADANA, RICARDO FERNÁNDEZ ESTIMÓ QUE LA VIEJA CARBONERA DATA DE LOS AÑOS CUARENTA, UNA ESTIMACIÓN QUE COMPARTE LA CRONISTA DE LA CIUDAD, CARMEN RUIZ TILVE
Era un símbolo de Ciudad Naranco, conocido por todos sus residentes y uno de esos elementos que ya forman parte del paisaje, aunque en los últimos tiempos pasara desapercibida, cubierta por grandes paneles de anuncios de comercios o coches. Hasta ayer, cuando una excavadora derribó la antigua carbonera situada entre las calles Coronel Bobes, Ricardo Montes y Almacenes Industriales.
A primera hora de la mañana, operarios contratados por el ahora propietario del inmueble, el Banco Santander, demolieron la vieja carbonera, construida poco después de la Guerra Civil. Se prevé que los trabajos de desescombro, que impiden aparcar en el tramo correspondiente de Almacenes Industriales, continúen hoy. Más adelante, además, la entidad financiera deberá acometer trabajos de saneamiento y limpieza de la finca.
La pala puso así fin a una reivindicación que los vecinos llevan realizando desde hace una década, cuando estalló la burbuja inmobiliaria y las entidades bancarias se quedaron con muchas naves de la zona: que se demoliese la vieja carbonera, foco de suciedad, inseguridad y ratas.
«Aplaudimos que se vayan tomando medidas con este derribo y esperamos que se extienda a otras naves y se desarrolle un plan de actuación para recuperar esa zona», declaró el presidente de la Asociación Ciudad Naranco Existe, Rubén Rodríguez.
Para la presidenta de la Plataforma Vecinal Los Puentes, Carmen Díaz, lo sucedido es «una buena noticia por fin». Y recalcó, enérgica: «Llevábamos veinte años intentando que desapareciera de esa zona. Esperemos que no tengamos que esperar otros veinte años para que se derribe la otra parte de Almacenes Industriales y se ponga el barrio a la altura que se merece».
Antes de que la entidad bancaria presentase un proyecto arquitectónico para tirar abajo la estructura, al que el Ayuntamiento concedió su aprobación, ya se le había requerido, desde enero de 2016, que cumpliese con su deber de conservar la parcela. «Ha habido un proceso sancionador que ha implicado cuatro multas coercitivas» por importe total de casi 23.000 euros, afirmó el concejal de Seguridad Ciudadana, Ricardo Fernández.
Además de esta, el edil informó de que hay otras dos parcelas «de relevancia» que es preciso adecentar por razones de insalubridad. «Hemos tenido una reunión con la propiedad, Naranco 2000, con ánimo de ver cómo está la situación y vamos a valorar los pasos a dar». La presencia de uralita en los tejados de las naves complica y encarece las intervenciones.
El Consistorio también es propietario, como le recordaron los vecinos al equipo de gobierno durante un encuentro en febrero, de dos parcelas de la zona. El concejal aclaró que «hay abierto un expediente en Conservación, pero a priori el mantenimiento corresponde a Naranco 2000. Lo que toque el Ayuntamiento vendrá en ese expediente paso a paso, esto lleva muchos años así».
Una nave de otro tiempo
Fernández estimó que la vieja carbonera data de los años cuarenta, una estimación que comparte la cronista de la ciudad, Carmen Ruiz Tilve. La catedrática de Filología retirada se mostró apesadumbrada por la noticia: «Esa zona está destinada a desaparecer, pero es un Oviedo que desaparece con ello y me da pena».
El escritor y colaborador de EL COMERCIO Milio’l del Nido, antiguo vecino del barrio, recordó que en la parcela de la vieja carbonera «hubo primero un almacén de madera y carbón y luego un negocio hostelero, Vertidos Borne. Duró un par de años, pero tuvo un éxito muy grande».
Al morir las cocinas de carbón en Oviedo, en los años ochenta «o incluso antes», apunta Ruiz-Tilve, la carbonera murió con ellas. La excavadora enterró ayer aquel mundo negro de las carboneras para siempre.
Fuente: http://www.elcomercio.es/ – Daniel Lumbreras