POR BERNARDO GARRIGÓS SIRVENT, CRONISTA OFICIAL DE XIXONA (ALICANTE)
El Cronista Oficial de Xixona, Bernardo Garrigós, indica que en un artículo anterior habíamos comentado un intento por formar una banda de música entre 1854 y 1858, la cual fracasó. Esta derrota no supuso abandonar el sueño de poseer en Xixona de una agrupación musical. Así en 1860, dos años después, se volvió a intentar
El 27 de agosto de 1860 se presentaron ante Vicente Sala Planelles, notario de Jijona, 20 hombres jijonencos, quienes intervinieron en nombre propio o en el de sus hijos, si estos eran menores de edad. La cuestión planteada era peliaguda, la constitución, de nuevo, de una corporación musical. En 1860 la corporación filarmónica de Xixona estaba disuelta porque hacía ya más de dos años que ni se impartían clases de solfeo ni se cumplían con los objetivos fundacionales.
La causa de ello eran ciertas rencillas que se habían producido en su seno. Además la asociación había asumido diversas deudas a las que no había podido dar cumplimiento por lo que los acreedores se habían quedado con el instrumental y con parte del uniforme: la casaca y el morrión.
Dado que, por una parte existía un cierto interés por reanudar los estudios musicales por parte de un grupo de jóvenes y, por otra que los acreedores pensaron que la única posibilidad de cobrar sus deudas era fomentar una asociación musical que con sus actuaciones pudiera satisfacerlas, estos últimos accedieron a refundar la banda.
Para que esta nueva empresa llegara a buen puerto se decidió establecer un total de 20 condiciones muy similares a las existentes en la escritura del 7 de febrero de 1854. Entre las cláusulas que variaban ligeramente figura que ahora los músicos estaban obligados a actuar tanto dentro como fuera de Xixona, excepto entre los meses de octubre a diciembre inclusive en los que no se realizará actuación alguna. Los músicos eran los responsables de la conservación del instrumental y del uniforme, teniéndose que hacer cargo de su reparación si el deterioro no se hubiera producido durante algún acto oficial y de forma involuntaria.
El músico necesitaba el permiso de la Junta Directiva para tocar fuera de su casa en actos de carácter particular, en caso contrario sería sancionado con una multa de 10 reales de vellón. Tampoco podía dejar el instrumento a otra persona.
En este nuevo contrato se endurecían las condiciones del maestro de solfeo que volvía a ser Pedro Nicolau, puesto que se le exigía un avalista. En este caso fue Sebastián Bernabéu Verdú, confitero.
La Junta Directiva estaba integrada por Juan Eulogio Tur Sastre, presidente; Esteban Cano de Santayana; Antonio Hernández Jerez y Santiago Miralles García, quien ocupará los cargos de secretario y tesorero.
Los músicos que emprendieron esta nueva aventura fueron 26, de los cuales sólo 4 habían estado en la banda fundada en 1854. Estos eran: Sebastián García Miquel, 59 años, sastre; Bruno García Jerez, 18 años; Bonifacio Serra Planelles 35 años, jornalero y Lorenzo Serrano Jerez, mayor de edad. El resto de educandos eran: Vicente Arques, menor de edad, hijo de Antonio Arques Berenguer; Santiago Cremades Bernabeu, 10 años; José Cremades Bernabeu, 14 años; Bautista Bas Cantó, 10 años, sobrino de Vicente Escoda Santonja, cirujano; Elías García Jerez, 11 años; José Jerez sobrino de Antonio Jerez Miquel; el hijo de Antonio Hernández Barberás; Juan López Martí, 20 años y su hermano Julio, 12 años; Antonio López Cremades, 20 años y su hermano Santiago, 18 años; Manuel Puyo Alba, sastre; Salvador Samper Botella, 26 años, jornalero; Alejos Sanjuán Jerez, 15 años y su hermano Secundino 12 años; Francisco Serra Planelles, 48 años, jornalero; José Seva Alcaraz, 25 años, jornalero; Santiago Sirvent Miralles, 15 años; Teodoro Sirvent Sirvent, 15 años y Genaro Soler García, 11 años.
Pedro Nicoalu, profesor de la academia de educandos, apenas duró un año en el cargo puesto que el 4 de agosto de 1861 se firmó ante el notario Juan Miralles Soler un contrato con un nuevo profesor de solfeo. En este contrato intervino Francisco Soler Cortes, hacendado y alcalde de Xixona, aunque pensamos que esto no suponía que la banda fuera municipal, puesto que hemos revisado los presupuestos municipales de esos años y no hemos encontrado cantidad alguna destinada al pago de una banda municipal.
Profesor de música, retribución de 320 reales de vellón al mes
El profesor de música era Luís Marín, vecino de Alicante, quien firmaba un contrato para atender la escuela de educandos por dos años con una retribución mensual de 320 reales de velón, que recibiría o bien trimestral o mensualmente y una habitación para vivir, La duración de este acuerdo era de dos años.
Desconocemos el nombre oficial de esta banda de música y cuantos años estuvo en funcionamiento.
Fuente: https://madeinjijona.com/