POR HERMINIO RAMOS, CRONISTA OFICIAL DE ZAMORA
Comienza ya a notarse en el ambiente ciudadano el runruneo semanasantero, como consecuencia de la cercanía de esa fiesta que ha llevado a la ciudad a ser mucho más conocida en el exterior. Esta celebración se caracteriza por una serie de ambientes y complementos que le dan unos valores añadidos muy importantes como son, por citar algunos, el escenario urbano con ricas muestras de historia y del pasado, junto al paisaje que le otorga una personalidad propia y eso a pesar del deterioro del casco antiguo.
Nos queda dentro del conjunto del paisaje urbano todo lo referente al río, nota destacada dentro del marco que hay que tener siempre en cuenta ya que la avenida del Nazareno constituye por sí sola una auténtica oportunidad para desarrollar una labor que sin duda constituiría una gran llamada y un complemento digno de ser tenido en cuenta.
Hace años en nuestro diario se publicó alguna referencia sobre esa ruta y se destacaba su trazado con reproducciones dignas.
No hace falta exagerar nada para entender lo que serían los grupos escultóricos destacando la historia de la redención como una muralla espiritual e histórica a la vez por su vinculación a la ciudad que, a la vez vista desde lo alto de los miradores, se convertiría en una visión inolvidable. Tal sueño, muchas veces comentado con veteranos y doctos semanasanteros, lo entendían como una aportación por completar año tras año contando con las colaboraciones de todos incluidas instituciones junto a las cofradías, muchas de ellas con capacidad por sí solas para realizar la estación elegida.
Días pasados surgió entre los tertulianos el tema de la Semana Santa y entre los temas se recordó este viejo y lejano recuerdo de la avenida del Nazareno y como en toda tertulia ocurre que siempre hay quien dispara diciendo «ya podían las cofradías en vez de dedicarse a montar chiringuitos a hacer algo de esa categoría».
El tema cerró la mañana y quedó en el aire algún reproche por el tono. La Semana Santa desata pasiones que no siempre se corresponden con el espíritu y su significado.
No obstante, como sueño puede valer, y algún día ese museo al aire libre será hasta posible siguiendo los pasos del Nazareno, el de verdad.
Fuente: http://www.laopiniondezamora.es/