POR MARI CARMEN RICO NAVARRO, CRONISTA OFICIAL DE ASPE (ALICANTE)
El 7 de abril de 2000, hace ahora 20 años, tras una gran remodelación fue inaugurado el Teatro Cervantes. Este espacio cultural ha sufrido, a lo largo de su existencia, diferentes transformaciones y reformas hasta el día de hoy. El Ayuntamiento de Petrer lo compró en 1984 convirtiéndose en municipal y entrando a formar parte del Circuit Teatral Valencià.
Pero la historia de este teatro se remonta afínales del siglo XIX cuando el alcalde Gabriel Payá Payá (1831-1905), conocido como el tío Moro, en la vía urbana que lleva su propio nombre, decidió levantar un teatro donde dar cabida a las manifestaciones culturales más importantes del momento. No se sabe la fecha precisa de su construcción pero posiblemente fue entre 1880 y 1890. Tenía una espectacular fachada, muy en la línea de la arquitectura academicista tan en boga a finales del XIX, que desgraciadamente no se conserva.
El teatro Cervantes fue conocido, durante sus primeros años, como “teatre de Dalt”, ya que rivalizaba con otro que se hallaba situado en la misma vía y que hoy es una vivienda que conserva magníficamente restaurada su fachada. El “teatre de Baix” fue construido por el maestro de obras Bartolomé Poveda Quelo, que lo cerró en 1906 para transformarlo en vivienda.
Aunque todo apunta a que Gabriel Payá fue quien mandó construir el teatro, en la escritura por la cual su hija Dolores Payá Payá vendía el mencionado edificio al ingeniero noveldense José Sala Sala, de Novelda, por la cantidad de 13.000 ptas., fechada en Elda el 18 de diciembre de 1920, aparece un curioso gravamen por el cual el comprador Gabriel Payá se comprometía a que disfrutaran de una entrada vitalicia el vendedor, Doroteo Román Soria, su esposa y Francisco Sarrió Mirambell, su esposa y sus dos hijos. Más tarde Sala lo vendió al empresario eldense Marino Aguado que también fue propietario del Gran Cinema y fue este quien lo vendió en 1984 al Ayuntamiento.
Este edificio a lo largo de su dilatada historia ha jugado un papel muy importante dentro de la vida cultural de Petrer, ha sido testigo de excepción de muchos acontecimientos que ya forman parte de nuestra historia y estoy segura de que le espera una larga vida para continuar haciéndolo.