EL TELÉFONO EN HINOJAL
POR JUAN FRANCISCO RIVERO DOMÍNGUEZ, CRONISTA OFICIAL DE HINOJAL (CÁCERES).
Un año como cronista de Hinojal
Hoy 29 de diciembre hace un año que soy cronista oficial de mi pueblo natal, (Hinojal, Cáceres) fecha que ha pasado en tiempos de pandemia. Esto ha hecho que durante este tiempo publique en el blog “Noticias de Hinojal” un total de 51 artículos, de numerosos temas, que han leído, según las estadísticas un total de 25.280 personas, con una lectura media de 500 por cada uno de ellos y con numerosos comentarios que quiero concretar en el siguiente: Muchas gracias por todo lo que nos explicas de nuestras historias pasadas que muchos no sabíamos.
EL TELÉFONO EN EL PUEBLO
El otro día pensaba que si mis abuelos levantaran la cabeza se volverían a morir, si les dijera que con ese “ladrillo” negro que todos llevamos en el bolsillo se puede hablar con cualquier parte del mundo y que es un teléfono, además de una enciclopedia, un reloj despertador, una cámara de fotos, un cámara de imágenes móviles, un archivo de fotos, un informador de los pasos que doy o una grabadora, por decir solo algunas cosas, pues a raíz de esa reflexión me pregunté cuando llegó el teléfono a Hinojal. Y aquí hay una respuesta con documentación oficial.
El 9 de octubre de 1945, el entonces alcalde de Hinojal, Esteban Lancho, envía un escrito oficial a la Diputación Provincial de Cáceres sobre el tema de la instalación del servicio telefónico en los pueblos de la comarca de los Cuatro Lugares, incluido el nuestro, a instancia de la delegación del Gobierno en la Compañía Telefónica de España. El presupuesto general estaba estipulado en 458.650 pesetas; se precisaban 7.260 kilos de cobre electrolítico de 2 milímetros de diámetro.
El alcalde indicaba que para que los Ayuntamientos sufragasen esa cantidad, la Compañía Telefónica Nacional ha de facilitarle antes el hilo cobre, cuyo valor se descontaría del total del presupuesto y trasladar este acuerdo a las autoridades locales. Para tratar este tema hubo una reunión dos días antes, el 7 de octubre, en el pueblo de Talaván. El alcalde de Hinojal hace constar en el escrito a la Diputación que le parece excesivo el presupuesto de 458.650 pesetas para los 60 kilómetros que habrá de recorrido entre los cuatro pueblos y pide que haga gestiones ante Telefónica para rebajar esa cantidad y que cada pueblo pague, proporcionalmente, según la riqueza que cada uno de ellos posea, como se hacían con los impuestos y las contribuciones del Estado “por parecer este medio más equitativo y así cada pueblo contribuya con arreglo a sus posibilidades económicas”.
Por si no lo saben, el primer teléfono que se instaló en España se hizo en la provincia de Badajoz el 19 de marzo de 1880, desde el pueblo de Fregenal de la Sierra a la finca de Las Mimbres, propiedad de Rodrigo Sánchez-Arjona. Este aparato se encuentra en el Museo de Telefónica en Madrid, pero yo tuve la oportunidad de verlo, hace años, en una exposición que se montó en el Centro Cultural “El Brocense” en Cáceres. Otra información, décadas más tarde, es que fue toda la provincia de Cáceres la primera que se automatizó telefónicamente en España, sin tener que pasar las llamadas por ninguna centralita.
Para los más veteranos, recordarán que en esta casa de la calle de la Cruz es donde se encontraba en Hinojal el servicio telefónico. Quiero recordar que lo llevaban tres hermanas y que la centralita, de madera, estaba en el patio de casa a mano izquierda.
Tras haber leído en el blog de «Hinojaliegos» el artículo, la hija del taxista Félix «Fanegas», Viky Romero Rivera escribe lo siguiente:
El primer teléfono particular que se instaló fue en mi casa porque mi padre era el taxista de Hinojal llamado Fanegas y muchas personas daban el número de teléfono para recibir llamadas de sus familiares que estaban lejos.
