POR HERMINIO RAMOS, CRONISTA OFICIAL DE ZAMORA

Del 3 al 19 de julio disfrutamos en la Encarnación, esa nobilísima iglesia del Hospital, una variada e interesante exposición en la que nos encontramos con esos tres fondos que arrancan desde los Países Bajos con esa Holanda ya tan cercana, unida por el genio y el espíritu del arte a nuestra península como unidad de Portugal y España con la Plaza de los Pintores, recordamos ese sueño feliz que alguien despertó no sabemos bien por qué no ha seguido soñando, acaso porque los viejos de lugar no son de su quinta.

Holanda está presente con cinco firmas, eco vivo y lejano del arte que llega hasta estas tierras del mediodía cargadas de luz y de color, como una copla que todo lo alegra y lo envuelve en un armonioso conjunto cuando cae en las manos de artistas que llevan en el alma la fuerza y la llamada firme y segura del arte. Consuelo, Greet, Julia, Hennie y Aard constituyen ya una reserva artística de nuestro fondo cultural.

Más cercanos y más dentro de ese espíritu común otro quinteto de artistas esta marcan el espíritu peninsular con Antonio, Joao, Ana Guimaraes, Antonio Pires y Manuel, todos testimonios vivos y amadas vidas del arte que nos va dejando esa huella imborrable en el alma cuando te acercas y calas en el mensaje que te enseñan.

Y por último esas siete firmas, auténticos baluartes del arte que bajo los más variados criterios nos hablan con ese lenguaje tan claro como sugestivo, en cuyos fondos siempre encontramos nuestro atractivo preferido. Ahí están Charo Antón, Diego Benéitez, Luisa de la Llave, José Carlos Crespo, José Carlos Guerra, Víctor Rodrigo y María José Trevejo, todos dejando las puertas abiertas para esos nuevos encuentros, que en este escenario de tan rico ambiente constituye una auténtica revelación de lo que nos ofrece, a la vez que nos da esa hermosa y sugestiva lección, cuando los hermanos Morán Pereira se hacen presentes en ese presbiterio, firmes y celosos guardianes que en cada momento nos ofrecen ese mecenazgo que ya hemos olvidado y tristemente hemos borrado de nuestros programas sociales.

Fuente: http://www.laopiniondezamora.es/