POR ÁNGEL RÍOS MARTÍNEZ, CRONISTA OFICIAL DE BLANCA (MURCIA)
Ocurrido el día 1 de noviembre de 1755, día de Todos los Santos, hace ahora 265 años, y cuyo radio de acción alcanzó a todo el territorio español. Para conocer el alcance del mismo, el rey Fernando VI mandó un telegrama a todos los Ayuntamientos para que, de primera mano, le diesen noticias.
En el Archivo Histórico Nacional, publicación de José Manuel Martínez Solares: “Los efectos en España del Terremoto de Lisboa (1 de Noviembre de 1755)”, están recogidos todos los escritos recibidos, aquí cito el remitido por Blanca.
El escrito decía así:
El terremoto que aconteció día primero del corriente, se advirtió en esta villa entre nueve y diez de la mañana, a tiempo que quasi toda la gente de ella se hallaba en al parroquial, por estarse celebrando las glorias de los Dolores de María Santísima, a cuya soberana protección recurrió indeciblemente congojada a causa de ser moverse con grande violencia las columnas, paredes maestras y arcos, desprendiéndose del que sostiene la media naranja diversos fragmentos, por cuyo motivo cesó el orador y exhortando el Párroco a que se auxiliasen de tan Divina Señora sin recelo de su soberana protección, y deteniendo la mayor parte de la gente que, obligada y compelida de la duración del temblor, se salía del templo, se notó y advirtió por todo el pueblo, religiosos, sacerdote que celebraba y dicho Párroco, de quien irá firmado este informe, en el rostro de nuestra Madre, que toda la barba, mejillas, y narices, dejando el prístino color, se habían puesto tan cárdenas, que tiraban a negro, permaneciendo así por espacio de dos horas, y continuando hasta de presente con alguna remisión. Duró el temblor por espacio de ocho o nueve minutos, y el segundo, que se advirtió después de las diez de la expresada mañana, duró tres o cuatro minutos, causando ambos notable quebranto en las bóvedas y arcos de la citada Parroquial, asegurándose por personas fidedignas, que se hallaban fuera, haber visto vibrarse la torre, que es de especial magnitud y fortaleza. No se advirtieron señales indicativas del temblor, ni ha habido desgracias en personas y animales.
Que es cuanto pueden exponer, en razón de lo que solicita saber S. M., que Dios guarde.
Blanca, y noviembre 24 de 1755
Don Gabriel Candel y Molina, Don Bartolomé de Hoyos (Párroco), Dr. Juan Fernández (Presbítero), Don Francisco de Molina y Buendía, Don Diego Maxinosa, Don Joseph Saavedra, Don Jayme Triguero Hoyos. Por la villa de Blanca, Andrés López Juhan. (Remitido por el Alcalde Mayor de Cieza, el 7-XII-1755)
Este terremoto causó un impacto enorme, produjo miles de muertos en Portugal, España y norte de África, también se sintió en el sur de Francia y norte de Italia, levemente en Hamburgo, aunque en muchas otras zonas del continente, e incluso de América, se observaron fenómenos asociados como la alteración de las aguas en calma, a la vez que ocasionó daños económicos de gran consideración.
Su epicentro estaba situado en el Océano Atlántico, al suroeste del cabo de san Vicente.