POR MARTÍN SÁNCHEZ GONZÁLEZ, CRONISTA OFICIAL DE GETAFE
Hoy quiero dar cumplimiento al compromiso que adquirí con el «Tío Picho» en su reciente visita a Getafe, con motivo de la feria de productos extremeños, que cada año organiza en esta ciudad el Ayuntamiento de Getafe en colaboración con la Casa Regional de Extremadura, para promocionar la historia y culturas de Extremadura y de la comarca de las Hurdes.
Hace aproximadamente un año hice una crónica sobre su padre el Tío Picho I» en la que podíamos ver la similitud entre el camino seguido por ambas generaciones. Cómo dice el refrán «de tal palo tal astilla».
«Tio Picho», es un personaje muy querido de Extremadura y de su tierra, las Mestas de las Hurdes.
Mi encuentro con él fue provocado por la invitación de mi amigo Manolo, miembro de la Junta Directiva de la Casa de Extremadura en Getafe, que me lo presentó el pasado jueves, día 9. El encuentro fue muy emotivo y entablamos una amena y provechosa conversación, donde en pocos minutos comenzamos a interesarnos por las actividades y curiosidades de uno y de otro.
Su conversación me pareció de lo más interesante y descubrí que se trataba de un hombre amable, extrovertido y generoso, además con la sabiduría que le da la experiencia y la universidad de la vida.
Voy a extraer de algunas entrevistas que le han hecho en televisión extremeña y radio Extremadura, los aspectos más interesantes de su larga y dilatada vida en la que lleva trabajando más de 48 años.
Anastasio Marcos, popularmente conocido como el «Tío Picho» es natural de las Mestas, Las Hurdes, Alta Extremadura, Cáceres, tierra que adora y lleva en lo más profundo de su corazón, no en vano, ante su proyección mediática y reconocida en toda España, en el año 2014, fue nombrado embajador de las Hurdes, para seguir contribuyendo al desarrollo turístico y económico de las Hurdes y de Extremadura.
El Tío Picho es todo un emblema en la región y el mejor embajador de Las Hurdes. Perteneciente a una saga de apicultores. Es el menor de 17 hermanos aunque sobrevivieron 11 y de ese seno hoy suman 250 familiares.
Tiene 78 años, se siente muy joven, «Aún no me he jubilado» y cariñosamente le llaman Tasito.
Se casó en 1975 con Esperanza, «una historia de amor preciosa» dijo en el programa «Dos de tarde» y su enlace fue todo un acontecimiento no solo en la región, sino que también salió en medios nacionales. Una historia de amor que pervive y siente como el primer día.
En 1922, su padre, el primer Tío Picho conoció al rey Alfonso XIII en su visita a Las Hurdes. Desde ese momento tuvieron muy buena relación con la Casa Real y aún hoy la mantienen «Ya le dije al rey Felipe en su última visita a las Hurdes que calculo que hasta los 110 años, no creo que me jubile»
Sus productos, que sigue promocionando, son conocidos y exportados por todo el mundo.
Su producto estrella es el «Pichín Real» lo elaboró tras dos años de investigación, combinando los mejores productos con los que trabajaba. Son seis productos los que utilizó para alcanzar su objetivo de encontrar un producto que diera prestigio a las Hurdes a Extremadura y a todos los productos que producen en su actividad apicultora. Un producto que entre otros reconocimientos, fue galardonado en Europa con un importante Premio.
Anécdotas, vivencias, mucho trabajo, sentido del humor y un gran corazón por los suyos y por su tierra. Tío Pichu, lleva una vida entera dedicada a la apicultura.
El mundo de las abejas es un mundo muy amplio, siempre tenemos que aprender algo de ellas. Su padre le decía siempre tendrás que aprender algo de las abejas. Nos comenta «Tío Picho» que las abejas son más listas que las personas. Añade, que cuando traslada las colmenas de noche, a otros lugares e incluso a otras provincias o comunidades, al día siguiente cuando sale el sol, las exploradoras comienzan a dar vueltas alrededor de la colmena, para orientarse y situar en el lugar donde se encuentran.
También le diré, que cuando traslado cien o más colmenas a otro lugar lejano del que se encontraban, cuando salen de la colmena para buscar comida, no se equivocan, saben muy bien cuál es su colmena. No quieren entrar en otra y si entran por persistencia o por error, las que están dentro le dicen, esta no es tu casa. Se identifican también por el olor. Incluso si al día siguiente, o varios días después, cambio de lugar, una colmena determinada, dentro de la agrupación donde está emplazada, tampoco se equivocan, ellas regresan a su colmena este donde esté.
Cuando las exploradoras salen a buscar miel a tres o cuatro kilómetros y la encuentran, regresan a la colmena para avisar a las demás dónde se encuentra la miel y así puedan ir a buscarla. Cuando las demás traen la miel, otras se dedican a limpiar las celdas del panal para que las demas vayan depositando la miel. Otras traen el polen y lo van depositando en la parte baja del panal. La abeja reina, que es la que está reproduciendo dentro de la colmena, pone los huevos dentro del panal, para que se desarrollen después todas las abejas. Es un mundo maravilloso, concluye.
Soy una persona que defiende mucho la naturaleza. Desde muy pequeño mi padre me llevaba a las colmenas, y como no, también me picaban y lloraba. Mi padre me decía, así te harás fuerte, como me he hecho yo, y cuando seas mayor no llorarás.
Yo les he cogido mucho cariño. Las abejas están sosteniendo al planeta Tierra, ellas polinizan las plantas y las flores y ello contribuye a oxigenar el aire que nos rodea y así respiramos mejor.
La comarca de las Hurdes es una de las primeras potencias apícolas de Europa. Una gran parte de la población de las Hurdes vivimos en las colmenas. Continúa su amena conversación diciendo que él es el pionero en la comercialización de los productos derivados de las abejas. Cuando el campo entró en crisis le comentó a su mujer, que en lugar de mal vivir del campo, pues ya no da dinero, nos vamos a dedicar al comercializar los productos de las colmenas. Vamos a explotar nuestros propios productos de las colmenas.
Comencé en 1976, me costó bastante arrancar, porque se exigían cumplir muchos requisitos para comercializar la miel, sus derivados y su envasado y distribución. Recurrí a varios sitios para conocer los requisitos para envasar la miel, el polen, la jalea real, el propóleo y demás.
En 1983, se consolidó la marca, «El tío Picho» qué es un apodo de mi padre, porque además consideré que en los países de Europa donde exportamos el producto, el nombre «Tío Picho» queda, pega bien. Recorrimos las ciudades y provincias de toda España y la marca fue reconocida por toda la geografía española y por toda Europa. En 1990, la Junta de Extremadura me concedió la denominación de calidad a nivel de toda Extremadura.
En 1992, me invitaron a la Expo de Sevilla, al pabellón de la Junta de Extremadura, por la calidad de mis productos, pues eran los más cotizados y vendidos de aquellos momentos.
En 1993, me dieron el premio Master Internacional de calidad y prestigio, con sede en Ginebra. Ese mismo año la Casa Real se interesa por mis productos y le envié en diversas ocasiones alguno de ellos.
En 1994, me nombraron proveedor oficial de Naciones Unidas y enviamos nuestros productos a través de la FAO de Italia y varios países. Hoy los productos están repartidos por todo el mundo, hasta en Namibia me comentó un visitante que lo había visto. También son conocidos a través de las redes sociales, medios de comunicación y entrevistas que me han hecho en radio y televisión.
En la vida hay que establecer una línea de seriedad y de saber estar, ayudando a los demás, para mí todos somos iguales, siempre voy a ayudar a los que considere más necesitados de aquello que yo pueda ofrecer.
En 2010, la revista de «Caza y Turismo» me dio un premio reconociendo la labor que había hecho con el turismo a través de mis productos y sobre todo porque había sacado el «Pichín Real» qué es una bebida que inventé en honor a mi madre y que yo deseaba que fuese lo mejor de Europa. Me tiré dos años investigando y mejorando porque me habían rechazado alguno de sus componentes, pues lleva un poquito de ron para animar un poco cuando te tomas un chupito de esta singular bebida. El éxito no solo me viene por el «Pichín Real», sino por toda la gama de productos que tenemos; hoy son más de ocho tipos de miel, dependiendo de la floración, los que ponemos en el mercado. Uno de ellos es la miel de brezo, muy abundante en la zona de las Batuecas. Esta es una miel muy bien valorada por la que me han dado varios premios y aunque amarga un poquito es muy recomendada para las enfermedades relacionadas con el corazón y la presión arterial. La miel de encina, que nosotros llamamos el «Pata Negra», es una de las más premiadas y que mejor se vende en el mercado por todos los apicultores. Son también muy valoradas la miel de romero, la miel de jara, la miel de eucalipto la de tomillo y otra muy bien valorada que es la miel de retama y también la de ciruela que es un tipo de brezo que se comercializa bien.
El polen es otro de nuestros productos estrella, muy recomendado para los que tienen glucemia, para el cerebro, la memoria etc. La jalea real que es el alimento que se le pone a la abeja reina; se lo ponen las demás abejas, que es un reconstituyente y que es una buena ayuda para favorecer el crecimiento en niños con dificultades mayores y ayuda también a aumentar las defensas. Y como no, hablar del propóleo. El propóleo es un antibiótico natural, antiséptico, antipatía, que toman las abejas para aislar del mundo exterior cualquier impureza que pudiera entrar dentro de la colmena, pues cuando entra un insecto o un cuerpo extraño dentro de la colmena, para que no huela, lo van a embadurnar con propóleo. Los antiguos egipcios lo utilizaban para embalsamar sus cuerpos al morir.
Aunque hoy existen métodos tecnológicos más avanzados para la extracción de la miel, nosotros seguimos utilizando el sistema tradicional y eliminando las impurezas que puedan aparecer mediante filtros especiales que garantizan su pureza. En los tarros de miel, lo único que puede aparecer, es una fina capa de cera virgen, que es la garantía de la pureza de esa miel y que se puede retirar sin ninguna dificultad.
Los parajes y las vistas del entorno donde nosotros vivimos, son dignos de admiración, por su belleza, su paisaje y la pura naturaleza que les envuelve.
Nosotros tenemos un pequeño museo donde vivimos, que lleva ya 38 años, pero que no nos permitía atender a grupos de más de 12 o 14 personas, pero cuando llegaban varios autobuses de excursión y a comprar miel, no podíamos atenderlos como debíamos y si llovía, tenían que esperar en la puerta con sus paraguas soportando la abundante lluvia de las Hurdes.
Ha sido costumbre nuestra, explicar a los visitantes y clientes, las características y bondades de nuestra miel y de nuestros productos, por ello, mi hijo me planteó la necesidad de construir lo que conocemos como la «Casa de la Miel» para atender al público como merece y ofrecer un mejor servicio. La casa de la miel cuenta con dos plantas e instalaciones de aire acondicionado y calefacción, además de una gran sala para recibir a los clientes y explicarles, mediante un vídeo muy completo y bien desarrollado, todo el proceso de la producción y recolección de la miel, como los productos y derivados de la misma. Al mismo tiempo aprovechamos para promocionar nuestra tierra «Las Hurdes». Recuerdo que cuando fui corresponsal de prensa y radio, recorrí los pueblos para conocer las noticias sobre lo que se decía en los distintos medios y en los propios pueblos. Mi padre siempre me decía, que había que hacer algo, siempre que pudiéramos, para que las Hurdes fuesen conocidas por la mayor cantidad de personas posibles. Desde hace doce o catorce años tanto la venta como la producción se ha ido incrementando más. Por ello cada día llegan decenas de personas, a veces en varios autobuses, a los cuales atendemos de la mejor manera posible y aprovechamos para difundir nuestra cultura, nuestra forma de vida, la de nuestros antepasados, los lugares más representativos de las Hurdes, las viviendas en que vivíamos y las características y peculiaridades de nuestros productos, incluso del perjuicio que ocasionan en la apicultura, los productos utilizados de forma indebida para tratar plagas y enfermedades de los árboles y plantas del entorno.
En mis explicaciones a los clientes y visitantes, suelo hablarles del pasado, del presente y del futuro. No suelo ocultar nada. La gente hacia carbón y utilizaba albarcas como calzado; yo también utilicé albarcas en aquellos tiempos, muy complicados y de muchas carencias.
Las Hurdes van siendo cada vez más conocidas por su belleza, por sus tradiciones y por la calidad de sus productos y alimentos. Actualmente llegan visitantes de todo el mundo, de la India de Pakistán, Estados Unidos de Israel, etc. como así consta en el libro de firmas que ofrecemos a aquellos que quieran dejar su testimonio. Hemos trabajado mucho y hemos sabido promocionar nuestros productos, para que lleguen a todos los rincones del mundo, consiguiendo con ello fomentar el turismo y que tanto Extremadura, como las Hurdes, sean más conocidas por todos.
La gente me pregunta ¿Tío Picho pero cuándo te vas a jubilar? y les contesto, nunca, yo siempre he trabajado y seguiré al pie del cañón. La Casa de la Miel, mantiene ahora varios puestos de trabajo y esa es nuestra máxima aspiración, seguir creciendo dentro de un orden, ofreciendo cada día la mejor calidad de nuestros productos y dando a conocer Extremadura y nuestra región. Yo aquí voy a seguir, promocionando el turismo y la cultura de las Hurdes, contribuyendo a desarrollar nuestra región con nuestra aportación y nuestra promoción del turismo en la zona.
El «Tío Picho» es un personaje singular, es el mejor embajador de las Hurdes y todo un emblema en Extremadura, como ya dije, de gran corazón, extrovertido, inteligente y con una sabiduría natural que le da la universidad de la vida y una gran experiencia y conocimiento profundo de la apicultura como práctica y como ciencia. Como el mismo dice, no tengo estudios pero me expreso con soltura y tengo muy claras las cosas que debo o no debo decir. Me intereso por hacer el bien y ayudar a todo el que lo necesita.